SOLEDAD (gracias Mari)

La soledad no se encuentra
se busca para no perderla,
como yo busco tu boca,
gota de agua fresca.
Las tinieblas se vuelven nítidas,
tras la pared de cristal,
todo lo oscuro,
claro se volverá.
¡Sol naciente!, poniéndose ya,
dime si solo me he de quedar
para alcanzar tu calor
que me llena de verdad.
Todo se nubla
volviéndose humo.
Yo huyo, no me dejaré atrapar.
Todo el torrente me arremete.
¿Tras la soledad estará la paz?
No lo sé
y así me quedaré.
Si tú tan siquiera te mueves
de mi cárcel escaparé,
tu sonrisa me hará libre
y mi soledad dejará de ser.
¡Volveré a ver la claridad!
¡Ya no te quiero, soledad!

JUAN MANUEL PEÑA RAMÍREZ (PARLA-MADRID)

 

Bello, hermoso, un poema precioso muy bonito.