Soledad encontrada.

Todo mi ser se enfurece al recordarte,
mi sangre hierve y mis sensaciones se pierden.
En oleadas el fuego a mí me arremete
y a lo mejor, alguna vez, así encuentre
lo que con tanto deseo y esperanza en ti busqué.
Puse en ti todas mis esperanzas,
para ti mi vida dispuse entera,
y como gacela asustada
partiste errante y ligeramente tocada.
Mi recuerdo te dará que pensar
y así al final tú entenderás
que como mi amor no encontrarás
y de esta manera, tú sola quedarás.

JUAN MANUEL PEÑA RAMÍREZ (PARLA-MADRID)

 

Conmueve la hermosura de este poema hermoso y dolorido que es una belleza auténtica.