Puedo estar en silencio, pero al corazón no se engaña, al silencio sobran palabras que se interpretan en gestos, es el lenguaje del alma que muda grita de adentro. Puedo estar en silencio, mientras mi mente susurra tu nombre, en el silencio evoco recuerdos flagelando mi alma de tristezas que anhelaba nuevos besos. Podría seguir en silencio, más el silencio muerde mis labios, el nacimiento de una palabra presencio, que se gestó con el tiempo, y al ver la luz gritó te amo.
Cómo puede encontrar voz el silencio de un amor que por callar ahora está muerto?, fué luz del pasado acariciando el presente y que no verá el mañana, fue sólo espejismo de este desierto sin agua.
El amor frío ni el llanto lo cobija, busca calor efímero en promesas pérdidas, como un rayo de sol que entra por una hendija, lucha con la penumbra de una alcoba vacía.
El frío de tu mirada congela mis entrañas, el corazón bombea sangre coagulada de tristezas donde fluía un torrente de alegría en que el amor germinó un día, fueron vanas tus poesías que juraba que por años tú me amarías, ingenuo el corazón que en ti creía. Ahora te digo adiós, palabra que libera mi alma del compromiso de amarte, fuiste mi única esperanza, tu desdén como cizaña ahogó ese amor. El tiempo será mi doctor y mi medicina, el día que te recuerde ya no dolerá la herida, pués en el pecho ya no habrá corazón, ¡Él se fué contigo!.