Realeza de mis ojos virtud de encantos marea de aromas ricos sin igual, tomas forma en mi vida inexplicable, te vuelves un suspiro contradictorio sin escala. Ilustras la necesidad de no dejar pasar el tiempo retórico, donde se muestre el impactó de descubrir tú amanecer en lo palpable. Donde se divisa las maneras diferentes y sencillas de notar el notorio cantar de tus pisadas, el desvelo que muestra ese faro de luz, de emociones que muestra la claridad de mi cariño. Tú concepto inalterable de insuperables detalles de virtudes, que se muestran desde tú corazón al dejar ver tanta belleza en una sonrisa que hace analizar cualquier gesto de una doncella tan bonita.
Yo sólo soy un caballero del bajo arrabal, y vos la dama maravillosa, aunque la distancia sea inmensa, intensa verá como será la ráfaga de devoción para estar ante ti. Llegar, besar su mano con respeto en ferviente emoción, al mirar su linda sonrisa, decía aún mis retinas, no logran ser dignos de verte. Resplandor de hermosa claridad me ilumina el rostro, contemplo esa llama en mi, llamada amor, ate mi anhelo, y que reine en mí, lo más especial de usted, lo sencilla y dulce, tiene encantos como aves en vuelo, los cuales algunos no conozco y otros veo a flor de piel, a veces de lejos pero lo noto. Yo estaré aquí mi dama, mi amor, me inclino y me detengo en tu presencia, no soltare nuestras manos, comprenda, sólo sueño con la claridad de su luz, ante su claridad, siendo mi claridad.