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  1. Muy buenos días, compañeros de viaje en este mundo de poesía, comparto otro de mis sonetos que ha tenido la fortuna de ser hospedado en MP.
    Miguel

    Edad
    Soy el que es hoy.
    Coco Manto
    Tengo a veces la edad de mis tristezas
    si araña la memoria el saco roto
    y vuelve a aparecer el cruel devoto
    de carcomas, despojos y malezas.

    Él se solaza siempre en mis flaquezas
    me señala las faltas que no noto,
    por mis arrugas hace un alboroto,
    mis afanes desprecia y mis ternezas.

    Y cuando al fin se marcha, mis espejos
    conmigo condescienden y sin pausa
    les da por maquillarme en mis reflejos

    aunque mi galanura
    no dé causa.
    Dudando del que fui y del que soy,
    nunca tengo la edad que tengo hoy.



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    A José Valverde Yuste le gusta esto.
  2. Buen día, amigos mundopoetosos.
    Comparto ahora este soneto que ya tiene sus ayeres.
    Apapachos para todos

    Mi corazón

    Mi corazón es pieza de anticuario
    que se agita si el sol le da motivo,
    es un mártir montado en un tiovivo
    y un milagro pendiendo en tu sagrario.

    Es la brasa que enciende tu incensario
    en la noche en que el sueño es un furtivo
    y la pluma de un ángel fugitivo
    que escribe del amor su novenario.

    Es converso que ronda tu escalera,
    plegaria que en silencio me delata
    y un hereje en un cuerpo de madera.

    Es lumbre, que pudores no recata
    ofrendando sus lágrimas de cera
    bajo un cielo con luna de hojalata.
    A malco y Luciana Rubio les gusta esto.
  3. Hola, compañeros mundopoetosos, sigo compartiendo mi obra que MP ha hospedado generosamente.

    Arquitectura invisible

    Lo que sucede cuando nada pasa:
    El gato que en la noche se pelea
    el agua que en la estufa borbotea
    o el polvo que la escoba, fiel, arrasa.

    El reloj de pared que se retrasa,
    la ceniza que está en la chimenea,
    esa chica, tan linda como fea,
    también mi casa, que es cualquiera casa.

    Los hechos anodinos, cotidianos,
    que no otorgan medallas ni laureles,
    la tarde que transcurre, distraída,

    las rutinas de todos los humanos
    y el sol que amarillea los papeles.
    El sostén invisible de la vida.
  4. Hola:
    De nuevo compartiendo con los generosos compañeros de viaje uno de mis sonetos publicados en este espacio. Gracias por su compañía.

    La lluvia de las horas

    Eres sombra lunar de mi deseo,
    testimonio vital de la agonía,
    eco que niega lo que expresa el día,
    espejo vaporoso en que me veo.

    Eres el libro de agua donde leo
    un verso de sutil caligrafía,
    caricia muda que la noche ansía,
    evidente mentira en la que creo.

    Al sueño y su materia te asemejas
    y en mis regiones de silencio afloras.
    Me hiere tu tristeza, sin embargo

    por calles desoladas tú te alejas.
    Mientras cae la lluvia de las horas,
    miro tu corazón pasar de largo.
  5. Publico de nuevo este soneto que compartí en MP en septiembre de 2011, de antemano, gracias por sus visitas
    Apapachos a todos.
    Miguel

    No busco a los ausentes tras el muro
    que separa a los vivos de los muertos,
    sus despojos, de mármoles cubiertos,
    dejan que el tiempo pase, sin apuro.

    No les enciendo cirios ni los curo,
    ni les ofrendo flores que en los huertos
    se yerguen con sus pétalos abiertos
    ni rezos o novenas les procuro.

    Pues sé que están aquí, a su manera,
    que en la casa me hacen compañía
    y anticipan mi nombre en un retrato.

    A menudo traspasan su frontera,
    para cuidar mi sombra si es de día
    y platicar de noche, sin recato.
    A Lacheleazu le gusta esto.
  6. Hola, amigos mundopoetosos.
    Este soneto tuvo un gentil acompañamiento por los queridos navegantes de este portal, lo comparto nuevamente.

    Si al menos...

    De su nocturno viaje, fuese estera,
    de su silencio, la palabra muda,
    arroparía a su verdad desnuda
    y fuese brasa al soplo de su hoguera.

    Me leería el libro que me diera,
    aún el más infame de autoayuda,
    me pondría a la sombra de su duda
    y alentara su cándida quimera.

    Sin condición alguna, por un guiño,
    sus deslices rezara en mi rosario
    y mi cruz ardería en su corpiño.

    Por eso digo, en cruento corolario,
    que estaría en el polvo que ella escombre
    si al menos se acordara de mi nombre.
    A Lacheleazu le gusta esto.
  7. Hola, amigos, comparto con ustedes este soneto lo escribí hace cerca de 20 años y fue de los primeros que me atreví a compartir en el ciberespacio.
    Un abrazo

    Llamada

    ¿En dónde estabas tú cuando el soneto
    vagaba sin sentido en mi cabeza,
    cuando la vida hablaba con dureza
    y dar con una rima era un aprieto?

    ¿En dónde estabas tú cuando era un reto
    escribir del amor y su belleza,
    que en tu ausencia intentaba con torpeza,
    sin poder atrapar ningún cuarteto?

    Amiga de mirar tan dulce y triste,
    En este instante ¿en dónde estás? responde,
    se doblegó mi voz cuando partiste.

    El verso es un cobarde que se esconde,
    pero en la hoja el corazón que heriste
    pregunta en dónde estás amiga ¿En dónde?
  8. Hola, amigos, continúo con la publicación de mis sonetos:

    Sinrazón

    No encuentro una razón para estar triste
    al percibir la lluvia, tan lejana,
    si miro al sol al pie de la mañana
    abrazando en su luz a cuanto existe.

    No tengo una razón, pero ella insiste
    en esculpir su sombra en mi ventana,
    despojo, fantasía, cosa vana,
    imagen sin materia que resiste.

    Es la visión, quizá, de algún difunto
    que no se ha percatado que es de día,
    que los vivos se apropian del asfalto.

    Es sólo sinrazón, pero su asunto,
    en mis venas esparce la agonía
    y toma mi esperanza por asalto.
    A malco le gusta esto.
  9. De nuevo paso a compartir los sonetos alojados en este generoso portal

    Soneto a mi vida

    Yo no sé ni por qué quiero llorar...
    Ramón López Velarde

    Tú sabes que me vuelco en cada verso
    con vehemencia, asombro y alegría,
    tal vez con llanto de melancolía
    y un resplandor de luna en su reverso.

    Me has visto caer, polvo disperso,
    esparcir por las horas mi agonía
    y de nuevo buscar la melodía
    que acompaña el latir del universo.

    Y es que la vida es flor que me golpea,
    ansias de amar y de saberme vivo
    y por eso la dicha, he de gritarla.

    Es la existencia abismo y odisea:
    Para llorar la vida, hay motivo
    y a veces por hermosa hay que llorarla.
  10. Buen día a todos, continúo compartiendo mis sonetos que generosamente ha albergado MP.

    Evidencia

    Aunque deje en los labios, del desierto
    la sequía su sol incandescente
    y afloje las amarras de la mente
    su ventisca de arena y desconcierto.

    Aunque deje el horror al descubierto,
    ensombrezca el mirar más transparente,
    y arranque la crueldad de su corriente
    las últimas raíces de lo cierto.

    Si su arrebato al corazón convoca
    con ráfagas de hielo y abandono
    y su presencia en el silencio quema,

    es su evidencia aquella de la roca
    y en medio de lo umbrío de su tono
    habla también de amor este poema.
    A José Luis Galarza le gusta esto.
  11. Buenas tardes, queridos mundopoetosos, sigo compartiendo los sonetos hospedados en este generoso portal:

    Maravilla

    Yo anudo a mi tristeza, decepciones
    y apuro los licores más nocivos.
    Yo busco los placeres más lascivos
    y elevo de la angustia los pendones.

    Tú entiendes de la luna las razones
    y ofreces de la noche los motivos
    Tú logras que los ángeles altivos
    alivien el rigor de mis prisiones.

    La ruta de tu seda yo rastreo,
    por tu nombre pregunto a cada paso
    y busco entre la tierra tu semilla.

    Tú fecundas las flores del deseo
    y arrancas el rastrojo del fracaso.
    Tú enciendes del amor la maravilla.
  12. Prosigo con la publicación de mis sonetos.
    Un saludo: Miguel

    Héroes.

    Palidece la gloria de Odiseo
    arrostrando del mar los desafíos,
    en Creta no mostró mayores bríos
    venciendo al minotauro el tal Perseo.

    Que secuestrara el fuego Prometeo
    es cosa que nos ha dejado fríos.
    Si hasta el Hades bajó por amoríos,
    asunto que interesa sólo a Orfeo.

    ¿Los lances de la Hélade?, simplezas,
    grandeza inmerecida e ilusoria,
    laureles sobre fútiles cabezas.

    Mas si vence el ariete al guardavalla
    ha ganado el Olimpo con su gloria,
    cuando sale, además, en la pantalla.
  13. Sigo con el rescate de mis sonetos, en este caso, con un leve retoque. Agradezco su compañía en este espacio.

    Compaña

    Quiero beber, amiga, en tu compaña,
    un sorbo de café y en tus oídos
    depositar mis versos más sentidos
    y que tu gusto atrapen con su maña.

    Desenredar mi vieja telaraña,
    sus cuentos fantasiosos y atrevidos
    o sorprender tus ávidos sentidos
    con la palabra justa que restaña.

    Ver morir, a tu lado, los minutos,
    mientras convoco el sol de tu sonrisa
    y humedeces la luz en tu mirada.

    Para espantar del alma los tributos
    que impone la existencia con su prisa,
    arrastrando la vida hacia la nada.

  14. Hola, amigos mundopoetosos, con gusto les comparto este soneto que obtuvo un reconocimiento en el foro de clásica en el año de 2010, también se encuentra publicado en mi libro "Hace falta" Sonetos 2, publicado en 2021.

    Vestido

    Qué bien le está tu cuerpo a ese vestido
    el roce de tu piel a su envoltura,
    su trama de algodón en tu cintura,
    el giro de su talle a tu latido

    El tiempo se detiene en su descuido
    al paso de tu alada curvatura
    y el viento que acaricia tu figura
    al tacto de tu vientre queda asido.

    Para la vida, es lúbrico homenaje
    y a los ojos, ofrenda que el verano
    hilvana en el telar de su paisaje

    para que Amor me tome de la mano.
    ¡Qué bien le está a mi voz, cuando te veo,
    el hilo inagotable del deseo!
    A José Luis Galarza le gusta esto.
  15. Buenas tardes, amigos mundopoetosos, dejo ahora este soneto que compartí en este portal en 2010.

    Llanto

    Si brotase ante mí tu dulce llanto
    y en tus ojos su húmeda evidencia
    no fuese de otro amor reminiscencia
    que motiva la causa del quebranto.

    Si al menos una sola vez su manto
    envolviera tu rostro y su presencia
    anunciase con cálida elocuencia
    la fuente del placer, y fuese tanto...

    A él unciera una expansión de lava
    que en medio de tu alma se arraigase
    para expresar sus fértiles motivos

    y en un fugaz instante que no acaba
    junto a tu llanto mi sudor nombrase
    la urgencia humana de sentirnos vivos.
    A José Luis Galarza le gusta esto.