La tarde y su otoño hoy son un puñado de letras secretas, en la soledad de los cuatro costados de mi corazón.
Hay una leyenda de mar en la que existo está en mí, en mi interior en mi íntimo ser de ola que busca el amor dentro de tus alas. Me cobijo allí, en esa ternura que existe en los volantines de colores y planeo como una mujer de alas mariposa.
En la pausa de una ola se aquieta mi respiro soy de la tierra a penas una alga. Caracola escondida secreta oración...
Adoro El cansancio de tus hombros cuando detienes en mí tu desgano tu abrazo de sauce extendido en mi cintura. Adoro la mancha de azúcar sobre el mantel las migas que dejas sobre la mesa ese mirar hechicero y todas las rendijas por donde logro escurrirme para estar en ti.
Todo el mar cabe en tu sonrisa y la melodía de los puertos es nuestro vals en medio de cualquier tormenta. Quítame con un beso todas las lágrimas y pasea conmigo en las alas de otro tiempo.
Cuando no estás Dice agosto detrás de mis vidrios tú no oyes mi canto mientras pinto estas líneas que siempre son tuyas siempre. Entonces muero aquí gota a gota hasta que el río se llena. Has reencarnado en mí como si fueras un farol que alumbra estas noches de invierno que no pasan. Quiero algo más que tu voz enronquecida palpitando en mis oídos Quiero tu pulso como una estrella titilando sobre mi noche. Todavía te busco en ese taxi urgente en esa urbanidad llena de lluvia en la carretera como si estos pies blancos míos pudiesen alcanzar tu existencia. Aquí en mi piel hay volantines de colores, hay pequeñas luciérnagas fosforescentes que dejan pequeños mensajes para ti.