¡¡A mi Hijo Federíco !!

¡¡A mi Hijo Federíco !!

En sus ocho años me pintó un tren
con las vías y las barreras
con gente transitando
y hoy lo quiero interpretar.

De muchos modos pintó ese tren
a lo lejos todo pequeñito
finalmente sobre tela
impresionante frontal
ferrocarril.

Y hoy que lo veo,
mas allá de la pintura
casi adulto y compañero
es todo un motor entero,
con distintos caminos.

Todos fluyen a su paso,
como esas vías
que el propio dibujó.

Pleno de color y vida
afrontando todo embate,
aprendiendo el recorrido.

Federíco, lleva el nombre de un poeta
y aunque él no lo sabe , se crea y recrea
en su propia andadura como ese tren,
contundente y colorido
que pintó para su madre.