A mi nieto...

Príncipe que te trajo el alba
el cielo se asombra ver tu cara de ángel,
Joya preciada de dulzura
no he de volver a ver.
No te turbe mi sentir
no te vayas de mi mano,
estás en mi destino...
La blancura de tu inocencia llena de frescura
despierta sonrisas a esta sien ajada.
¡Vaya!
Desde tu orilla trajiste la llama dormida,
tu entrega sin mancha y pura
alza la gracia inquieta,
empapaste de amor mi corazón sombrío.
No calles...
Vean todos tu belleza de primavera,
alumbras con tu mirada de sabiduría.
¿Quién no hiciera vigilia por ti?
¡Si eres la luz que ilumina mi vivir!
Que de amor no sé...
¡Si el amor eres tú!
De todas las formas, te amo,
en todos los pliegues de mi mente
aparece tu nombre, lo susurro.
Escucha...

(Feliz Cumpleaños número 6, mi Emilio querido)

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