Alma

Alma

Si pocos fueron los ruegos
que dejados a tu vera
cuando rendido en la espera
en la lluvia de tus riegos.
Sin poder hallar sosiegos
ni el consuelo ni la calma
entregoté febril mi alma
sin sus soles encendidos
de tu lumbre están urgidos
y la mengua los desalma.

Triste sombra que marchita
vierte en mi sus tristes llantos
doblegada a tus encantos
con tus hechizos se encuita.
Y desterrada proscrita
en soledad va vagando
y tras sus pasos dejando
la razón de sus sentidos
del corazón sus latidos
en silencio van quedando.

Resiste alma al cruel embate
hundido filo al costado
sangrante herida ha cerrado
calla siempre no delates.
Ni dejes que otra maltrate
con desprecios tu alma noble
aleja maldad innoble
a tus pájaros sombríos
y con renovados bríos
en mi alma tatuar tu nombre.