1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Aquiles Nazoa

Publicado por malco en el blog El blog de Malco / El solar de la palabra.. Vistas: 910

UN SAINETE O ASTRAKAN
DONDE EN SUBIDOS COLORES
SE LES MUESTRA A LOS LECTORES
LA TORTA QUE PUSO ADAN
ACTO I
El drama pasa en el cielo
y en los tiempos patriarcales
en que Adán era un polluelo
y el mundo estaba en pañales.
Al levantarse el telón
es San Miguel quien lo sube;
llega Dios en una nube
y así empieza la cuestión.
Dios: Hecha la Tierra y el Mar
y el crepúsculo y la aurora,
me parece que ya es hora
de acostarme a descasar
San Miguel: ¿Terminásteis el Edén?
Dios: Hombre, claro, por supuesto,
y aunque peque de inmodesto,
me parece que está bien.
Es sin duda lo mejor
de cuanto hasta hoy he creado:
tiene aire acondicionado
y un río en technicolor.
Y como el clima
lo favorece
todo allí crece
que es un primor:
se dan auyamas,
y unas papotas
de este color.
San Miguel: A propósito, Señor,
empeñado en sostener
hoy con vos una entrevista,
por aquí estuvo el nudista
que fabricasteis ayer.
Dios: ¿Nudista?... Debe haber
alguna equivocación;
yo ayer hice el cigarrón,
el picure y el cochino,
pero ninguno anda chino;
todos tienen pantalón.
San Miguel: Señor, olvidáis a Adán,
el animal de dos patas;
el que vive entre las matas
como si fuera Tarzán.
Dios: ¡Ya recuerdo!... El ejemplar
que fabriqué con pantano
y a quien el nombre de humano
le di por disimular.
(Risueño): La intención que tuve yo
fue fabricar un cacharro,
pero estaba malo el barro
y eso fue lo que salió.
San Miguel: Y bien, ¿hablaréis con él?
Dios: Llamádmelo, por favor.
San Miguel: ¡Atención, operador!
( at the Conecte con el Vergel
telephone) y avísele al Tercio Aquel
que lo llama el Director.
Operador: Estés en tierra o en mar,
deja, Adán, cuanto te ate
y acomódate en el bate
que el Viejo te quiere hablar!
ACTO II
Ahora pasa la acción
al jardín del Paraíso,
donde Adán, ya sobre aviso
recibe al viejo en cuestión.
El Viejo: Adán, ¿qué quieres de mí?
Adán: Oh Señor, que he de querer,
¡que me consigas mujer
o que me saques de aquí!
Dios: ¿No te gusta este lugar?
Adán: Tiene magníficas cosas:
las frutas son deliciosas
y el clima muy regular:
tiene animales
de los más finos:
sólo cochinos
hay más de cien.
Y en cuanto a plagas
esto es muy sano:
sólo hay gusano
chipo y jején.
Pero aunque no tenga igual
ni en belleza ni en salero,
mientras yo viva soltero
le falta lo principal.
Dios: Entonces no hay más que hablar.
Si quieres una señora,
ponte de rodillas, ora
y acomoda el costillar.
Tras esta declaración
y sin conversarlo mucho
pela Dios por un serrucho
y empieza la operación.
Dios: Hágase en un santiamén
la criatura encantadora
que va a coger desde ahora
por el mango la sartén!
Y del costado de Adán
sale su joven esposa:
la joven pecaminosa
de quien los tiempos dirán
que por estar golosa
perdió el perro y perdió el pan
ACTO III
Adán se casó con Eva,
y con sus pocos ahorros
se compraron dos chinchorros
y alquilaron una cueva.
Y a la siguiente semana
ya arreglados sus asuntos,
salieron a darle juntos
una vuelta a la manzana.
Y fue en aquella ocasión,
fue en aquel triste minuto,
cuando encontraron el fruto
que causó su perdición.
Eva: ¿Qué fruta es esa
color granate?
¿Será tomate?
¿Será mamón?
Adán: Ni son naranjas
ni son limones
Eva: ¿Y pimentones?
Adán: ¡Tampoco son!
Eva: La mata en su ramazón,
a la de almendrón imita.
Adán: ¿Almendrón? ¡Que va, mijita!
¡Yo conozco el almendrón!
Eva se acerca al manzano,
pero al estar junto a él,
con un machete en la mano
la detiene San Miguel.
San Miguel: Si no queréis que lejos
os boten del jardín
oíd estos consejos
que os doy en buen latín.
Podéis comer caimito,
batata y quimbombó,
cambur y cariaquito,
¡pero manzana no!
Y el que haga caso omiso
de tal prohibición,
saldrá del Paraíso
lo mismo que un tapón.
Se evapora San Miguel
y entonces sale una fiera
semejante a la manguera
de una bomba Super-Shell.
Manguera: No le hagas caso, mujer,
si quieres comer manzanas
no te quedes con las ganas,
que nadie lo va a saber.
Y al probar Eva el sabor
del fruto que tanto ansiaba,
se vuelve pájara brava,
por no decir lo peor.
Eva: ¡Quiero joyas
y oropeles!
¡Quiero pieles
y champán!
¡Quiero viajes
por Europa!
¡Quiero sopa
de faisán!
¡Quiero un novio
que se vista!
¡No un nudista
como Adán!
Aplaude alegre el reptil.
Eva baila con un oso
y Adán está más furioso
que un loco en ferrocarril.
ACTO IV
Sale Adán junto a la fuente
jugando con una rana,
diversión intranscendente
muy propia de un inocente
que no ha comido manzana.
Y es aquí cuando Eva llega
con un traje tan conciso,
que se le ve El Paraíso
por la parte de La Vega.
Eva: Adán, ¿por qué tan callado?
Dime, amor, ¿qué te resiente?
Adán: Que entre tú y esa serpiente
me tienen muy disgustado.
Eva: ¡Pero si todo es en chanza!
¡Y esa culebra es tan mansa
como el caballo y la cebra...!
Adán: Pero para ser culebra
le has dado mucha confianza.
(llorando): Yo soy tu burla, tu guasa,
y en cambio con la serpiente,
te muestras tan complaciente
que ella es quien manda en casa.
(filosófico): ¡Eso es lo triste y lo cruel
de la amistad con culebra,
que si uno les da una hebra
cogen todo el carrete!
Eva: Bueno, Adán, aquí hay manzana.
Adán: ¡No quiero!
Eva: ¿Por qué, negrito?
Adán: Porque no tengo apetito
ni me da mi perra gana!
Eva: Un pedacito... Sé bueno...
Pruébala... ¡Sabe a bizcocho!
Adán: No puedo. Comí topocho
y a lo mejor me enveneno.
Furiosa, escupiendo plomo,
Eva coge un arma nueva
y antes de que Adán se mueva
se la sacude en el lomo.
Eva: ¡Vamos, Adán, no más plazos!
Aquí tienes dos docenas:
¡Te las comes por las buenas
o te las meto a escobazos!
Adán: Bueno, sí, voy a comer:
pero no arriesgues tu escoba,
mira que el palo es caoba
y es muy fácil de romper.
Y arrodillándose allí,
como un moderno cristiano,
coge la fruta en la mano
se la come y dice así:
Adán: ¡Por testigo pongo a Dios
de que si comí manzana,
la culpa es de esta caimana
pues me puso en tres y dos!
(come llorando)
La Voz Pues transgredisteis así
del Viejo: mis órdenes oficiales.
¡Amarrad los macundales,
y eso es saliendo de aquí!
Autor: y así acaba el astrakán
donde en subidos colores
se les mostró a los lectores
la torta que puso Adán.
A spring le gusta esto.
  • ginoa2
  • spring
  • malco
Necesitas tener sesión iniciada para dejar un comentario