Luis Á. Ruiz Peradejordi 16 de Septiembre de 2017
Una portilla de ensoñaciones, donde llega el arrullo de ruiseñores, oropéndolas, alondras y pintones. Voces para el sueño que no llega, que entretendrán la hora, a la sombra protectora de ese ángel que te guarda. Será el destino una perla en una ostra cautiva, para intentar descubrirla día a día. Y si ese destino trae un día un príncipe de Dinamarca, será un Hamlet nuevo, hermoso, con bondad en la mirada.
Mis saludos. Un beso.
Luis.