Desde el pozo de mis sueños.

Dueto: Rosa de la Aurora / Malco



Desde el pozo de mis sueños.

No son siempre los temores
los que alejan con sus cejos
podrá la falta de fervores
al querer mandarlo lejos
y al ser tanta la distancia
en la nada del olvido
sin dejar más su fragancia
creo se haya hundido
en las aguas de los mares
de un lugar desconocido.

No es simpleza haber perdido
de su rastro las estelas
y sus huellas se hayan ido
sin importar cuanto la anhelas,
y con sombras fragmentadas
de tristeza sus rituales
dejan gélidas señales
de esperanzas calcinadas.
Sabia y refulgente hada
en noche clara y alunada
por mi deliquio yo te invoco,
da consuelo a este sofoco
en mi alma atormentada

Desde el llanto de tu almohada
evocadora de tristezas,
surjo plena de cantares
a llenarte de tibiezas,
mi corazón de blanca espuma
invulnerable a las tormentos
alejará las densas brumas
con mi magia en un momento,
dando alivio a tu alma pura
que se ha roto en mil fragmentos,
con cristales de agua fresca
de lavanda y primaveras,
rociaré tu albo rostro
cual rocíos dispersos
y lo enjugaré con versos
de auras mañaneras
bordados en el dorso
de mi delantal de seda

¡Cuán terrible es no tenerla!
la inquietud no se serena
solo con pensar perderla
la locura es mi condena,
serían graves tempestades
semejante a sus enojos
y entre el garzo de sus ojos
claro veo las verdades,
era savia en mis raizales
norte y sur de mis alientos
de mi alma era sustento
alfa y fin de mis caudales,
siento sus ecos de trigales
palpitar siempre lejanos
y en sus espigas rubiales
las alondras de sus manos
flotar sobre mis sueños
mas son vanos los empeños
ilusiones y desganos.

Con caricias de mis manos
inclino, niño, tu cabeza
aquí sobre el regazo suave
de esta luna llena.
Duerme niño, sueña y deja
al recuerdo muy lejano
un beso de nostalgias
por este dolor cegado
que ha roto la quietud
de tu alma cual estrella
hundida en el pantano
de sus ojos de doncella.

Deja que la infame pena
se vaya con el viento
y con el cernido de mis alas
apartaremos su lamento.
Silencia ya las voces
de tu pecho en desespero;
duerme, sueña y deja
en mis manos tu lamento
que la magia que te traigo
es un poderoso ungüento
a la mente atormentada
que ha derruido sus cimientos.

Habitarás callada
en mis versos embriagados
dispersos asomados
a tu cósmica mirada
y frágil cuál cristales
a mi piel irás tatuada
y en tu cuerpo de cendales
con caireles vas bordada.

Habitarás mis óseas ramas
sostén de mis creencias
y en tus encendidas flamas
arderán enteras mis querencias,
has quedado como hiedra
que a la roca se le abraza
y en mi pecho arden brasas
mas tu sombra se me arredra,
hada que lo imposible puedes
con tu vara prodigiosa
y con tus dones la conmueves,
espero ansioso la regreses
por mis sendas más boscosas.

Adornada con Herberas
y en carruaje de diamantes,
a prisa llega el alba
tras la corte de elefantes.
Duerme niño ya tu pena
duerme, sueña y deja
que despunta ya la aurora
y la magia se refleja.

Deja, que mi mano borda,
tu risa con presteza
y en un giro de mi varita
tu sueño será realeza
y ligera de amor levita
encendida con rojas flamas
erguidas a tu lado enhiestas
arderán como la yesca
y tu adorada y fiel princesa.
en tu bosque se aparezca.

¡Ssshhhh…!
Duerme niño, sueña y deja
que tu hada lo conceda.




Malco
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