Desvarío

Desvarío

Desvarío con el roce de la seda de su piel
su tibieza suave ascua envoltura de cairel
como espuma o como bruma la siento al amanecer
desvanecido entre sus brazos cual figura de papel.
Vierte el río sus caudales en la inmensidad del mar
como viertes a raudales tu aroma de azahar
indómita criatura de apariencia de cristal
descompones mi cordura solamente en ti pensar.

Tus hechizos son puñales filosos y acerados
que hondamente hendidos mi corazón han traspasado
sangrando a borbotones en ti se ha refugiado
y en el remanso de tus brazos prisionero ha quedado.

En tus boreales ojos de aurora pincelados
sus destellos diamantinos algentes aljofares
antartos vientos calmos que alivian mis pesares
habitantes de mis sueños centinelas de mis mares.

Disuelto como polvo del desierto traído
como polen feraz por tu cuerpo esparcido
un deseo voraz enciende mis sentidos,
recorro las laderas me deslizo en tu orillas
y me vuelvo tu aliento el aire que respiras
soy tu sombra soy tu luz soy tu oculto pensamiento
soy otoño soy verano de tus cálidos momentos
y en los húmidos inviernos en las brumas de tus nieblas
soy las termales aguas de tu frío cuando tiemblas.

Y en las consteladas noches de celestes avatares
en ígneos derroches y destellos lunares
ignotos poetas del prístino Parnaso
con cantos y loas y versos de ocaso
en luceros fugaces y undosos carruajes
envuelven tu cuerpo cual fino ropaje
con versos de seda en astral homenaje.