El cielo, el purgatorio y... (Ejercicio de humor)

El cielo, el purgatorio y... (Ejercicio de humor)

Recuerdo cuando estuve en el cielo
en la puerta había un letrero
"BIENVENIDO AL PARAÍSO"
eche una moneda
en este monedero,
y no tenemos compromiso
de admitirlo en el Edén
si de donde ud viene
no se ha portado bien.

Abriéndose la puerta
estaba el secretario
y mirando de soslayo
me manda pasar,
apúntese en el libro
y siéntese a esperar,
al cabo de un momento
aparece un querubín
montado en una nube
con traje de arlequín,
tomó el grueso libro
espere un momentico
lo van a revisar
y al cabo de una hora
me mandaron a llamar,
disculpe hacerlo esperar
y llegando un emisario
me da la buena nueva:
mi señor manda a decir
que con este prontuario
así para arriba llueva
no lo puede recibir
vaya a la puerta de al lado
a ver si por un milagro
lo pueden admitir.

Salí a lo Juan Tenorio
a cumplir lo ordenado
frente a la puerta parado
leo EL PURGATORIO
aquí si puede ser
sea bien recibido
tampoco tan malo he sido
mas malo es Lucifer,
de seguidas a la puerta tocar
se abre en un instante
y un tipo muy tunante
ni me invita a pasar,
deténgase mi amigo
que ya estamos enterados
que de la puerta de al lado
lo acaban de botar
y así sin vacilar
me espeta el muy creído
aquí no es recibido,
y en una pata baila
lo espera la quinta paila
y el pozo de azufre
allí como se sufre
no se puede imaginar
¿donde queda ese lugar
que ud mismo me ha mandado?
pues en la puerta de al lado
y no venga a molestar.

Vuelta con lo mismo
en este vagar eterno
y a la puerta del INFIERNO
ahora fui a parar,
que calor el que sentía
y no era mediodía
en aquel tétrico lugar,
al pararme frente a ella
enseguida abrió la puerta
y sale un tipo con una cuerda
y en su mano un tenedor
con un alargado rabo
y con cuernos el señor,
si te estaba esperando
era el diablo en interiores
el que me estaba hablando
es decir en calzoncillos
con un raro tufillo
de azufre me pareció
y sintiendo los calores
al oído me gritó,
aquí no hacemos favores
aquí hay un solo diablo
y ese diablo soy yo
no vengas a destronarme
y con la misma me amarró
ese fue el de la primera puerta
segurito te mandó,
en ese lado es el quien manda,
pero en este mando yo,
indefenso y amarrado
al espacio me mandó
y de allá de esas alturas
de cabeza aterricé,
y van 279 años y 8 horas
que tengo en este vagar
y todavía esta es hora
que en ninguno
de esos lados
me puedo residenciar.












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