Haciendo las paces con mi niña.

Haciendo las paces con mi niña.


Supe vivir con un dolor muy escondido
tierna y dulce no sabía que nunca estuve sola
me creía solitaria y triste.

Recorriendo mis fotografías
vestía los zapatos de charol
un moño de raso en la cintura
y un flequillo el corte a la garzón.

Tuve que retroceder en el tiempo
para cobijar con ternura
mi dolido corazón
que vivía sin saber
en soledad sombría.

Reconstruí el vínculo
en tardes de verano
entre compañeros de grupos
que me enseñaron a mirar
lo que tenía en mi interior.

Abraza me dijeron, a tu niña interna
no solo la abracé , le escribí un poema
recordé mi vestido sobre la cama
un jumper a cuadritos amarillos, rojos y naranja
colores con mucha vida y una blusa blanca.

Hice las paces con mi madre
porque ella me vestía
hice las paces con mi niña
empezándome a sentir ligera.

Recordé un cuentito
La familia de La soga;
y corté con una tijera
tal como el cuento lo decía
eso lasos atrapados en la memoria.

No es un cuento, quien lo diga
una vez tuve cinco y aprendí , aprendí a leer sola
no, no es un cuento
pues llevaba en mis hombros
una gran mochila.

Ahora , que estoy adulta
tal vez a alguien le sirva
revisar en su almohada
cuando se moja con lágrimas
puede haber una niña triste
o un niño desolado
para decirle
que nunca estuvimos solos
que siempre alguien nos ha amado

¡ LOS QUIERO ¡