La paz de un niño

Es la inocencia y pureza de un niño
la luz interna del alma
paz y frescura en su amanecer
como una paloma mensajera
posando silenciosa en su ventana.

Su sonrisa es un lazo de amor
madurez encantadora
que vence cualquier tristeza
nos abraza con su ternura y calor.

La paz de su sangre se nutre
de buenas intenciones
al aprender a cuidar su árbol
el respeto a su patria
su naturaleza y humanidad
de mente brillante y ingenio.

Es un ser de bendición sin maldad
que disfruta a cada instante la dicha
de respirar la paz que reina en su hogar
su tierno corazón que nos llega,
emociona y conquista.

La paz es su gracia
sus sueños y juegos
de su alegría la amistad nacerá
y en sus dias y noches el amor reinará.


Rosa Maria Reeder
Derechos Reservados
01/13/2011