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Me regalé

Publicado por spring en el blog Inventándome primaveras.... Vistas: 369

Me regalé

En un pueblito cerca de la playa vivía un pobre pescador con su familia. Los recursos de la pesca no eran suficientes sin embargo eran felices pese a sus carencias, se divertían contando historias inventadas, su televisión era la playa y sus cotidianidades, su comida lo que llegara.
Enrique apodado Kike el pescador, tenía varios hijos pequeños todos, entre ellos una inteligente más que hermosa niña a quien le gustaba estudiar.
Belkis llevaba por nombre la noble niña quien no tenía ni ropa, ni zapatos adecuados para ir a la escuela, los que usaba ya habían perdido su talla por lo que su madre le hizo un agujero en la punta para acomodar sus dedos, retocaba su color con pulpa de tapara (fruto no comestible de un árbol del trópico) esto los oscurecía y hacia brillar.
Preguntaba cada día la niña Belkis a su madre Iris:
- ¿Por qué te llamas Iris?
-Porque cuando nací en el cielo habían muchos colores.
-Ahah...y ¿Cuando me estrenare unos zapatos?
-Espera la pesca de hoy a ver. Iris con voz entrecortada.
-Siempre me respondes lo mismo, van varios meses y ya los zapatos me hacen daño. Se calla y con voz muy baja dice:
-Mami ¿Será que los peses no pueden tener hijos?
-Tal vez, hija, lo importante es que vayas a la escuela, estudia para que un día puedas tener todo lo que necesites.
Un día en el mercado del pueblo, Belkis vio en el exhibidor de una zapatería un calzado escolar que le llamo poderosamente la atención.
Muy entusiasmada gritaba: Mamá, Papá vengan a ver.
Kike e Iris se hicieron los desentendidos pues creían saber lo que acontecía.
Apúrate hija, camina rápido que estamos apurados, todo para distraer a Belkis. La niña caminaba como un mutante rapidito, pa´lante pero con la cabeza mirando hacia atrás con la mirada que se perdía de aquel exhibidor que la hizo emocionar.
Camino de vuelta a casa, con su mirada pedida y sus ojos húmedos no hacía más que sollozar.
Iris con tierna mirada le abraza, Kike elocuente y resuelto le dice:
-No tenemos dinero, no los podemos comprar.
Belkis se repone y responde:
- Solo quería que vieran los zapatos que tienen el nombre de mi papá.
Kike e Iris se desploman, se aceleran sus corazones, relajan los músculos de sus rostros entristeciendo su mirada.
- ¿Cómo con mi nombre hija?
- Si, es verdad, yo los vi y un día me los voy a estrenar.
Dadas las circunstancias, en la orilla de la solitaria playa, justo cuando el sol se está ocultando ya en el ocaso, el sol de amarillo cobrizo con el cielo celeste y sepia escondido dejando destellos de rosa y violeta, el pescador Kike le propone a su esposa dar en adopción su hija a un hermano suyo quien en varias ocasiones le ofreció su ayuda.
En camino a su nuevo destino Belkis y sus padres de pasajeros en un colorido y viejo autobús pasaron por el pueblo cerca de la zapateria, la niña categóricamente apuntando con su dedito índice derecho sobre el opaco vidrio del ventanal del autobús dijo:
-Yo me los pongo tienen el nombre de mi Papá.
- ¡Bienvenida sobrina! Sonriendo exclamo su tío.
- Hola Tío. Tímidamente respondió.
- Ahora vivirás en mi casa que también será tuya, ven entra saluda a tu tía y tus primas.
La niña extrañaba su familia, su playa pero con entusiasmo por la nueva vida se dispone a estudiar con esmero. A la hora de la cena, Belkis pregunta a su tío:
- ¿Qué se estudia para hacer parir a los peses? Todos rieron haciendo chascarrillos. El tío en tono señorial, mirando directo a los ojos de la niña pregunta:
- ¿Cuál es tu interés?
- ¡Unos zapatos! Responde muy seria!
- Los zapatos y todo lo que necesites te lo doy yo, tu estudia, serás una profesional, estudia geografía para que sepas donde están los peses y así como hacerlos parir.
Al día siguiente le entregaron una enorme caja de regalo con útiles escolares, uniforme, ropa y unos zapatos.
- ¿Qué no te gusta? No te vemos contenta.
- Sssii, si me gusta, solo que no son los zapatos de mi Papá.
Todos quedaron intrigados pero no insistieron. Ya instalada mirando televisión Belkis ve en un comercial los zapatos de su papá como ella misma decía, de un salto grita allí están yo los vi, los vi. Al rayar la aurora se puso en pie para ir a la escuela, de frente a sus primas se arrodilla ante ellas con sus ojos muy abiertos, saltones y luminosos, con sus manitas temblorosas lentamente quiso tocar sus pies.
- ¿Qué pasa? Entonan todos.
- ¡Son ellos, son ellos! En voz baja casi silente.
- ¿Quiénes? Preguntan todos.
- Los zapatos de mi Papa.
La familia promete regalarle unos si obtenía buen promedio. Desafortunadamente antes de finalizar el año escolar sus tíos deben partir a otro país por motivos profesionales sin poder llevarse a la niña con ellos por razones legales. Todo en la vida de Belkis cambio, debió mudarse a otra ciudad para seguir sus estudios, pasaron los días, meses y años.
Ya siendo una mujer profesional de la geografía miro al cielo vio el arcoíris imponente adornando el azul cielo, recordó a su mamá y se dijo a sí misma, ¡De que me los pongo me los pongo! Y hablándose así misma se decía ¿Qué te pasa Belkis? Ya no eres una niña sin embargo tomo un taxi, visito una lujosa zapatería, vio zapatos de mujer muy de moda que le gustaron mas sin embargo apunto con su dedo índice derecho sobre el vidrio del exhibidor y dirigiéndose al vendedor dijo:
- Quiero unos zapatos negros, escolares, para niña, talla 37, marca Kickers como esos con el nombre de mi Papá el pescador.
Con la mirada perdida y sus ojos húmedos reteniendo las lagrimas como el día que los vio por primera vez mi amiga Belkis me contó esta historia luciendo aun sus zapatos que nos causaban risas por ser una mujer ya adulta, vino a su mente una vieja canción titulada “zapatos rotos” que inicio y seguí su letra con sonrisas en nuestros labios. Dimos fin a la tertulia dejándome como moraleja que el esfuerzo por alcanzar nuestros sueños y la humildad dan frutos, con sus palabras, “Como ya se parir los peses, ME REGALE unos zapatos con el nombre de mi Papá”.

Nota: Kickers es una marca comercial de calzados.



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