Necesito volver a casa.

Hoy soñé que no podía volver a casa, de una forma horrible, de tal manera que la sensación de miedo y angustia se apoderaban de mi cabeza. Pero no es más que un sueño que habla de esa pérdida que ha ocurrido desde hace tiempo dentro de mí. No poder volver a casa saliendo de la escuela con la edad de 12 años, no es la idea literal lo que me consume, es más bien lo que simboliza la casa en el sueño que me acongoja, si realmente pongo atención, pienso que la casa en nuestros sueños representan mi propia vida, mi vida interior, todos mis sueños, esos deseos que tengo en el alma, los mil anhelos, y todas esas inspiraciones que me dan forman. Y entonces, me doy cuenta que he soñado que no puedo volver a casa, por que no recuerdo la dirección, por que no recuerdo el camino, por que no tengo un móvil con que comunicarme, por que nadie me espera en la parada de autobús de una ciudad que he recorrido miles de veces pero que por una razón mística he olvidado. He soñado una pérdida importante dentro de mí, la pérdida de yo misma, la pérdida de perspectiva más grande de la historia. Si, suena muy irreal, pero lo soñé, soñé que estaba saliendo de la escuela secundaría y me dirigía a un lugar donde no sabría como llegar, donde estaba perdida de verdad y además se hacía de noche. Me perdí, he perdido todo el tacto que tenía ante mí Yo de hace tiempo, ya no soy la persona que antes era, ni siquiera me reconozco, ni sé a donde voy y claro, en mi interior sé que debo volver a respirar mi alma me necesita, mi paz espiritual. ¿Es acaso mi verdad interior que me avisa que reviva, que resurja no en lo que era, en algo nuevo y mejorado? La sensación de miedo y confusión me atrapa, volteo atrás y observo mi vida, todo lo que soy y lo que he conseguido y lo que querido y anhelaba conseguir y me doy cuenta que se me estaba olvidando. Veo mis pies sucios, cuarteados, mi ropa vieja, mis calzones viejos y vencidos en sus elásticos, mi cabello maltratado, mis manos percudidas.

Es que estoy olvidando quien soy realmente, como soy, si las virtudes nunca desaparecieron, fue que las deje de apreciar entre mis hazañas ya no hay nada con valor. Es mi debilidad haberme perdido bajo mi responsabilidad en un desasosiego mutuo y perpetuo y en mi pensamiento grito; "¡Necesito volver a casa!"