Noche de insomnio

Noche de insomnio

En medio de la oscuridad, la implacable noche jugaba una interminable batalla con la rebeldía de un sueño que no se daba por vencido. Solo se escuchaba el monocorde tic tac del reloj que durante el día se me hacía imperceptible, pero que en esa noche se asemejaba a un repiqueteo hiriente empeñado en martirizar mi cabeza además de recordarme que las horas seguirían su curso.
Mi cuerpo casi inerte, esperaba que el sueño pudiese salir triunfante al fin, derrotando al burlón insomnio.
Torbellino de pensamientos danzaban a mí alrededor, como si dieran paso a una grotesca risa.
Formaban una trilogía casi perfecta, la danza los recuerdos y el monótono tic tac del reloj.
Pequeñas gotas se deslizaban sobre mi frente, no sé si por el arduo trabajo de atrapar al sueño profundo tan deseado, oh para anunciarme con su sutil desliz que seguía inerte pero despierta.
De pronto el marco de mi ventana se mostraba con mayor claridad, comenzaba lentamente a amanecer, allí supe definitivamente que el implacable insomnio había ganado una batalla.