lesmo 21 de Abril de 2019
Y Dios mirándote

En esa milagrosa y dulce espera
te afloran estos versos maternales,
y sí, caminarán umbilicales,
llevándole tu ser de primavera.

Su vida te embellece por entera,
que eres como haza de trigales,
de espigas generosas y frutales
que quieren desgranarse en una era.

Ningún campo será mejor labranza
cuando crece en tu seno la esperanza
teniendo esa hermosura tan redonda.

Ahora mismo ninguna es más gozosa,
–la mirada de Dios profunda y honda–
pues el soplo de Dios en ti reposa.

Que Él te bendiga.
Salva.
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