Poema XIII: Incensato

En la intimidad estrechas su mano
pobre de ti insensato,
otorgas tu amor, mentiroso,
te escondes en fotos falsas,
te llevas de su corazón un trozo
y ya hostigaste las esperanzas.

Insensato, palabritas de mentiras,
te aprovechas de mi caliginefobia,
insensato de rudas puñaladas
palabras tuyas que agobian,
¿ella es tu gemela?... ¡adivina!.

Acaso no notas su rubor,
le demuestras mentiras y amor,
tú eres su oscuridad sin luz,
tú eres de mentira, aborreces la verdad,
detrás de ti, me guardas rencor.

Ja, ja, ja, ja… me río,
snif snif snif… suspiro,
ay, ay, ay… lloro y lloro,
insensato si fueras otro,
porque esos besos no son míos,
esos besos son mi tesoro,
estoy fuera de su puerta;
soy un residuo de su vida
un fruta podrida que se patea,
un diente caído.

Se terminó la guerra
y tienes razón, ya perdí,
insensato yo la quiero, me apena
por ella casi todo lo dí,
pero por lo bueno; también hay condena.

Insensato, si sintieras su beldad,
si en un disco oirías su tristeza,
si la hubieras conocido de niña,
si tus sentimientos fueran de verdad,
si soñando dibujaras su rostro espiritual
y la describieras en tintas,
oirías en silencio sus palabras
e interpretarías los mensajes de su corazón,
si al despertar fuera ayer…
si tú fueras su alma, su emoción…

El camino está preparado,
las piedras fueron removidas
sus heridas cicatrizaron;
insensato, yo soy su consentido
no entiendes en ti ve mi reflejo,
sólo que yo estoy muy, muy lejos,
insensato, ni de mirarla eres digno,
ja, ja, ja… estrechas su mano,
y besas los labios anhelados;
ella reclama mi presencia
es que ya perdí la vida,
insensato… quizás no le des tú
el amor que yo le he regalado.