1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Solar poético

Publicado por malco en el blog El blog de Malco / El solar de la palabra.. Vistas: 537

  • [​IMG]

    "Mientras reposas bajo el ala gigante del sexo,

    yo vengo a tu lado para que amaine la tempestad..."

    [​IMG]

    "Idyll"

    Gustav Klimt

    Reseña biográfica

    Poeta, traductor y profesor venezolano nacido en Altagracia de Orituco, en 1922.
    Gracias a la pureza y brillantez del lenguaje, es considerado como el iniciador de la poesía contemporánea
    venezolana. Su primer libro, «Elena y los elementos» en 1951, lo hizo merecedor al título de Doctor Honoris Causa
    Universidad de los Andes, convirtiéndolo en una importante referencia dentro del panorama de la lírica hispanoamericana.
    Se desempeñó como agregado cultural de Venezuela en Colombia, Chile y Francia, estadías que le permitieron madurar
    su formación literaria. Siempre próximo al surrealismo, supo asimilar el legado formal del célebre movimiento liderado
    por André Breton, para construir una poesía personalísima y característica.
    Por la obra «Rasgos Comunes» se le otorgó el Premio Nacional de Literatura 1976. Publicó además las siguientes obras:
    «Animal de Costumbre» en 1959, «Filiación Oscura» en 1966, «Un día sea» en 1969, «Por cuál causa o nostalgia» en 1981
    y «Aire sobre el aire en 1989.
    Falleció en el año 2003. ©




    [​IMG]


    Adolescencia

    En el fondo de mis sueños
    Siempre te encuentro cuando amanece.

    Qué ensanchamiento en el exilio, por el vagabundaje de
    claras fuentes azules;
    Por el soplo de la tierra.

    Costumbre angélica.
    Evadida hacia otra queja, vuela con los pájaros, sueña con
    las nubes;
    Levanta raíces inquietas en el agua.

    En el fondo de mis sueños
    La aurora fugitiva. Sólo la sombra
    Concluye mi única estrella, mi último día.

    De "Elena y los elementos" 1951



    [​IMG]



    Al arrancarme de raíz a la nada...

    Al arrancarme de raíz a la nada
    Mi madre vio, ¿qué?, no me acuerdo.
    Yo salía del frío, de lo incomunicable.

    Una mañana descubrí mi sexo, mis costados quemantes,
    mis ráfagas de imposible primavera.

    A la sombra del árbol
    de mi gran nostalgia ya comenzarían a devorarme,
    ya comenzarían.

    Sabedlo tú, Ondina ondulante del mar y alga efímera
    de la tierra.
    Un hombre alto fue al cementerio
    Espantó a un perro que ladraba
    Su camisa de fuerza lo estrangulaba
    Cayó estrangulado.

    Y yo he revelado su destino a todos mis amigos
    A los que conozco sin saludar, a los que saludo
    sin conocer.

    Yo di muerte al estrangulado
    A pesar de sus signos de indeleble fatiga.

    Yo frisaba cinco años de vida
    ¿Me engendró una cigarra en el verano?

    Era un día maldito.
    Mi madre no logró reconocerme.




    [​IMG]




    Al principio al final

    Si ella premedita dureza o ternura (O lucha en vacuas

    direcciones),

    Si me obsequia o niega,

    Apago el conmutador.

    Me veo con mansedumbre en el lecho,

    Me toman el pulso, me hallo lejos,

    Pruebo a la mujer de ceniza,

    Única de fruto, de cortar las venas e irrigar el vientre,

    Oquedal de un badajo a rastras,

    Al principio al final

    Insomne en la misma constelación,

    Hambre en nuestra holgura y unigénito sueño.

    De"Filiación oscura" 1966



    [​IMG]



    Aparición

    Aclimata el carruaje dichoso de tus senos, la tierra de mis
    primeras voces,
    sus heridas abiertas, sus flagelados gavilanes en la
    intemperie nevada.

    Una mujer llamada Blanca manipula la jaula escarlata del
    misterio
    Sobrepasa el límite, una oscura potencia.
    ¿Grita, imagina, siente?
    Teje una cáscara densa de brisa matinal, alivia piedras
    decrépitas.

    La joven pálida me conduce a un jardín en ruinas.
    La veo desnuda, bajo un gran suburbio de palmeras,
    exportando el oro del crepúsculo hacia un milagroso país.

    Ha regresado la hora silenciosa.
    Me circundan las pesadas bahías de tus ojos.

    Tú tienes que diseminarte, cuerpo y alma,
    en la heredad meliflua de las rosas.

    A mi lado pasan lavanderas con sus blancas túnicas, con sus
    cofias de inocencia
    y las manos entregadas a un rito.

    De "Elena y los elementos" 1951



    [​IMG]




    Belleza

    Interrumpida mi plática, vuelvo a hablar contigo de la partida y el regreso.
    Todo sucedió a vuelo de pájaro, belleza: a la
    vez mundo compacto, cerrado y libre. Al abrir los ojos en la
    llama fría, era un lorito ufano; te busqué de verdad, lamía en
    la sombra tus huesos, santa perra. Aunque me ausentara de
    ti, aunque me cubriera el ridículo, aunque estuvieras más
    allá del resplandor que me envuelve; quizás cercana a la
    bahía, en pleno mar de verano, en medio de las palmas reales.

    De "Rasgos comunes" 1975



    [​IMG]




    Con flores pintadas...

    Con
    flores pintadas
    en nuestro
    cuerpo

    y
    la bujía
    en cada
    mano

    lo único
    que pasa
    es el silencio

    pero
    los recuerdos
    son fieles
    y

    al
    lado
    de nosotros
    murmuran

    sobre
    la máscara
    la piel
    o la palabra enorme:

    «Oye mi amor hacia ti».
    «Oye mi grito
    por ti».


    De "Por cuál causa o nostalgia" 1981



    [​IMG]



    Cuando subes a las alturas...

    Cuando subes a las alturas,
    Te grito al oído:
    Estamos mezclados al gran mal de la tierra.
    Siempre me siento extraño.
    Apenas
    Sobrevivo
    Al pánico de las noches.

    Loba dentro de mí, desconocida,
    Somos huéspedes en la colina del ensueño,

    El sitio amado por los pobres;

    Ellos
    Han descendido con la aparición
    Del sol,

    Hasta humedecerme con muchas rosas,

    Y yo he conquistado el ridículo
    Con mi ternura,
    Escuchando al corazón.

    De "Animal de costumbre" 1959



    [​IMG]




    Diálogo y recuerdo

    Este apasionante encuentro con la doncella subterránea
    No fue ovacionado con trompetas de corales.

    Encumbrado a ti,

    ¿El relámpago de mi respiración?
    ¿El vuelo marítimo de un cisne o un zamuro?

    ¿Qué signo mío Te iba a despertar?

    ¿Los buscadores de oro?
    ¿La campana salobre mecida por el huracán?

    Dejadme la pureza del estío y el canto del manantial
    sobre los pinos en una hora alta
    de paz y alegría.

    Huérfano, y sin trompeta, y la mujer que abre su entrecejo
    y es una potestad engañosa y el día que es una nube
    efímera, y tú que vienes en el Fasto, Es lo natural,
    Simplemente reposas o desvarías.

    Desde el instante mío:
    El que tañe en la raíz del húmedo fósforo
    El de pulposo corazón, El que dilapida con
    Ojos de ironía la escritura visible,

    El de la parodia chirle, El de batir las
    palmas, El supliciado, El que huye y tropieza
    Con la máscara y el atavío,
    El que amaina en la médula,

    En algún lugar del camino, con ese regusto anticipado
    del pueblo en que ibas a poner pie,


    En la ruta, a remolque; nulo, A
    Tiro de fusil.


    De "Elena y los elementos" 1951



    [​IMG]



    El cuerpo suicida

    Rosa invisible rasgo puro
    Venas subyugantes como lámparas de nieve
    y mi espejo en su lecho fratricida
    Iba hacia ti
    Desde la negra edad de mis orígenes
    Iba hacia ti
    Cuando la luna ondea en mis sienes desatadas
    Caías de rodillas con un racimo de frutas.

    Los perversos ojos del cielo recubren tu llama
    La espiga vigilante adentro
    En las zonas del silencio donde la luz no llega.

    Yo veía un niño agonizando en los jardines
    El que arrojaba uvas delirantes a las duras bahías
    Y los cuerpos ahogados en la noche
    Cuando arden cenizas en la magia de Dios.

    Yo he visto alfombras proteger sus rebaños
    de ignorancia
    Altares y arcos
    Los senos, bases de fuego fascinante
    El perfecto hábito del semen
    Joya de abismo, taciturno enigma.

    De "Elena y los elementos" 1951



    [​IMG]




    Elena es alga de la tierra...

    Elena es alga de la tierra
    Ola del mar.
    Existe porque posee la nostalgia
    De estos elementos,
    Pero Ella lo sabe,
    Sueña,
    Y confía,

    De pie sobre la roca y el coral de los abismos.

    En realidad, Elena
    Conoce las cosas simples,
    Porque antes de ser doncella
    Fue Sirena y Ondina,
    Y antes de ser
    Sirena y Ondina,
    Nadó en el torbellino, en el número, en el fuego.

    Yo debí caer en la calzada, y rememorar,
    Oh huésped delirante;
    Allí donde apacigua la tarde y el crepúsculo,
    A mí me separaron.

    Tuve otro amor,
    Puro como el éxtasis,
    Frágil como la fantasía,
    Absoluto como mi otro amor.


    Oí una trompeta de bruma en el desierto
    Mis halcones salieron del follaje.


    En todas las estaciones
    En el otoño o en la primavera
    Elena es alga de la tierra
    Ola del mar.


    De "Animal de costumbre" 1959



    [​IMG]




    Persistencia

    A Ella, (y en realidad sin ningún límite).Con holgura y
    placer.

    A Ella, la víbora y la abeja: La desnudez preciosa.

    A Ella, mi transparencia, mi incoherente arrullo, el rumor
    que sube en las raíces de mi lengua.

    A Ella, cuando regreso de las inmensas naves que hay en
    el cuerpo huraño con un sol inmóvil.

    A Ella, mi ritual de beber en su seno porque quiero
    comenzar algo, en alguna dirección.

    A Ella, que abre el sobre de mis amuletos.

    A Ella, que en la balanza anónima de la memoria y en las
    horas finales prolonga mi presencia real y mi presencia
    ilusoria sobre la tierra.

    A Ella, que con una frase insomne divaga en el umbral
    de mis lámparas.

    A Ella, a causa de un vocablo que me falta y a la vez
    usufructo de un breve viaje que podría revelarme.

    -Duerme, pero la obra humana es el instante; al dormir
    se cierra con furor la gran jaula.

    -Despierta, pero esboza en las márgenes de tus cejas el
    oro próximo del sueño.


    -Revuélcate en la parálisis fuera del yo de los ciegos
    viajeros.


    ¡Adónde mi ninguna faz con años!

    A Ella, los abismos que hay de mi amor a mi muerte
    cuando caiga a plomo sobre la tierra y en un lugar
    de señales desaparezca el sitio de mi ánima sola.


    De "Filiación oscura" 1966




    [​IMG]




    En la noche dúctil con un gladiolo en tu casa...

    En la noche dúctil con un gladiolo en tu casa
    En la noche, escucha,
    Oh frágil vanidad en los brazos,
    Y tu sueño pesa viviente como ráfaga del río.

    Más allá en los vergeles
    Prueba, verifica mi debilidad y mi fuerza.
    Mi camino que ignoro hasta encontrar tu paso, tu huella
    Tibia en la tierra,
    El nacimiento del nuevo día.

    De "Animal de costumbre" 1959



    [​IMG]




    Inocencia

    Cuando pongo la mejilla en esa melodía, recupero un instante
    la ciudad perdida.

    Vivo sin leño ni lumbre, señuelo en pos de ti.

    Por encontramos en el mundo, nos cubre la llama que da pavor. Soy de pies a cabeza la gran vacilación del hombre. Mustio, trago a cántaros el olvido y la tiniebla.


    De "Rasgos comunes" 1975





    [​IMG]





    Me pongo a temblar en la noche llena de sonidos...

    Me pongo a temblar en la noche llena de sonidos. Absorto en mi labor, no me doy cuenta que el tiempo transcurre.
    Mi oficio es como la lluvia: acariciar, penetrar, hundirme. Observo la tinaja oscura. Alumbro una lámpara
    en mi duermevela. Siento mi arruga y mi enigma, pero ¿dónde elhallazgo por venir, o una mañana clara en las calzada?

    De" Lo huidizo y permanente" 1969





    [​IMG]





    Menos vulnerable

    Menos vulnerable y base de rigor.
    Confinado a la palidez y el grito de tu
    carne,
    Llama ostensible.
    Óleo grave y vellocino de nácar.
    Fuerza que inhibe, que resiste,
    Mujer que declina honores en el país solitario.
    A tientas los flancos, ¡en la espesura de aquel rumor!
    A la zaga nuestra sombra.
    El aleteo de la espuma sube. La mujer es de agua
    reflejada.
    Vive en la memoria de la piel.
    Su salto en los oquedales
    rehúsa respirar por la herida en mi cuerpo.
    Lo dicho, dímelo,
    átenos con esta lengua de tierra
    la fabla matinal.

    Más firme aún el sueño en el regazo profundo.

    De "Filiación oscura" 1966




    [​IMG]





    No estás conmigo...

    No estás conmigo. Ignoro tu imagen. No pueblo tu gran olvido.
    Pasarán los años. Un rapto sin control como la dicha
    habrá en el sur.
    Con la riqueza mágica del encuentro, vuelve hasta mí,
    sube tu silencioso fervor,
    tu súplica por los viajes,
    tu noche y tu mediodía.

    Apareces.

    Tu órbita desafía toda distancia.

    Entonces, para iluminar el presente, tú y yo acariciamos
    la llaga de nuestro antiguo amor.

    De "Animal de costumbre" 1959



    [​IMG]



    Obra de vigilancia

    (Paso la mano sobre el olor de tu vestido),
    Tu guedeja, tu pendón lunar;

    Más allá, más acá,

    (Paso la mano sobre húmedos rastros)
    Aclara la niebla del pecho
    un arco iris.

    Echa tierra a la tierra de ilusión.
    Aquí es inoficioso soñar .

    De púrpura es la casa a cuestas en el viento
    de largos ramajes.


    De "Filiación oscura" 1966



    [​IMG]




    Poema II

    La selva roja murmura, murmura, y de repente es toda la realidad del corazón mi selva roja. Y ella que es un péndulo que oscila en el gemido, mi selva roja, y ella que exclama con saltos leves de dicha, mi selva roja, en la ruta que conduce hacia ese hondo bosque fuera de la tierra anónima nos deja estar en ninguna parte y olvidarnos, nos deja no resbalar en la cosa que se evapora, nos deja la mediúmnica voz de nuestra vertidumbre, y en paz, sin magnos errores, mi selva roja.

    De "Rasgos comunes" 1975



    [​IMG]





    Por razones de odio

    Ella descubre el roce el barniz de su cintura
    En los estados feéricos en un acantilado sensual
    A cuyos pies se derraman almacenes hechizados
    Los cuellos segados por fruición de la libertad.

    Cuando escamotean sus cláusulas internas
    Creo una virtud especial
    Por razones de odio
    y es la mujer sometida al clima negro
    En los portafolios los deshielos la lupa la colcha
    De los muertos.
    Los óleos de mi memoria revestidos de lanas ardientes
    La mancha con sed del rebaño sideral
    La lepra
    Del aljófar caído en los bosques.

    De "Elena y los elementos" 1951



    [​IMG]



    Posesión

    los témpanos engullen gaviotas en mis caricias.
    El mundo pesa inicuo y solemne en mis raíces.
    Acepto tus manos, tu dicha, mi delirio.
    Si vuelves tú, si sueñas, tu imagen en la noche
    me reconocerá.
    Te encamino al talud campanular de mis venas.
    Mi sangre de magia fluye hacia ti, bajo la
    profecía del alba.

    De "Elena y los elementos" 1951



    [​IMG]




    Primera juventud

    Qué fuerte esperanza, me decías. Y flotábamos en las nubes del recinto dichoso. A uno y otro lado, la cascada luminosa de mi amor. Elegí el flanco justo donde brilla el río. Por breve lapso salté hacia el destello no esquivo. Ahora es el otoño que horada mi casa solitaria, el espejismo de la visión a espaldas de nuestra reina madre el sol.

    De" Lo huidizo y permanente" 1969



    [​IMG]



    Profundidad del amor

    Las cartas de amor que escribí en mi infancia eran memorias
    de un futuro paraíso perdido. El rumbo incierto de mi
    esperanza estaba signado en las colinas musicales de mi
    país natal. Lo que yo perseguía era la Corza frágil, el lebrel
    efímero, la belleza de la piedra que se convierte en ángel.

    Ya no desfallezco ante el mar ahogado de los besos.
    Al encuentro de las ciudades:
    Por guía los tobillos de una imaginada arquitectura
    Por alimento la furia del hijo pródigo
    Por antepasados, los parques que sueñan en la nieve, los
    árboles que incitan a la más grande melancolía, las puertas
    de oxígeno que estremece la bruma cálida del sur, la mujer
    fatal cuya espalda se inclina dulcemente en las riberas
    sombrías.

    Yo amo la perla mágica que se esconde en los ojos de los
    silenciosos, el puñal amargo de los taciturnos.
    Mi corazón se hizo barca de la noche y custodia de los
    oprimidos.
    Mi frente es la arcilla trágica, el cirio mortal de los caídos,
    la campana de las tardes de otoño, el velamen dirigido hacia
    el puerto menos venturoso
    o al más desposeído por las ráfagas de la tormenta.
    Yo me veo cara al sol, frente a las bahías mediterráneas, voz
    que fluye de un césped de pájaros.

    Mis cartas de amor fueron secuestradas por los halcones
    ultramarinos que atraviesan los espejos de la infancia.

    Mis cartas de amor son ofrendas de un paraíso
    de cortesanas.


    ¿Qué pasará más tarde, por no decir mañana? murmura el
    viejo decrépito. Quizás la muerte silbe, ante sus ojos
    encantados, la más bella balada de amor.


    De "Elena y los elementos" 1951



    [​IMG]



    Retrato de la bella desconocida

    En todos los sitios, en todas las playas, estaré esperándote.
    Vendrás eternamente altiva
    Vendrás, lo sé, sin nostalgia, sin el feroz desencanto de los años
    Vendrá el eclipse, la noche polar
    Vendrás, te inclinas sobre mis cenizas, sobre las cenizas del
    tiempo perdido.
    En todos los sitios, en todas las playas, eres la reina del universo.

    ¿Qué seré en el porvenir? Serás rico dice la noche irreal.
    Bajo esa órbita de fuego caen las rosas manchadas del placer.
    Sé que vendrás aunque no existas.
    El porvenir: Lobo helado con su corpiño de doncella marítima.
    Me empeño en descifrar este enigma de la infancia.
    Mis amigos salen del oscuro firmamento
    Mis amigos recluidos en una antigua prisión me hablan
    Quiero en vano el corcel del mar, el girasol de tu risa
    El demonio me visita en esta madriguera, mis amigos son
    puros e inermes.

    Puedo detenerme como un fantasma, solicitar de mis
    antepasados que vengan en mi ayuda.
    Pregunto: ¿Qué será de ti?
    Trabajaré bajo el látigo del oro.
    Ocultaré la imagen de la noche polar.

    ¿Por qué no llegas, fábula insomne?

    De "Elena y los elementos" 1951



    [​IMG]



    Si vuelvo a la mujer...

    Si vuelvo a la mujer, y comienzo por el pezón que me trae
    desde su valle profundo, y recupero así mi hogar en el
    blanco desierto y en la fuente mágica.

    Si alzando los brazos, corto la luna.
    Si pregunto: ¿y nuestro amor?
    Si ella y yo nos encontramos muy ufanos.

    Si la mujer sensible se inclina de nuevo a la tierra, Estrella
    cálida, azul y azur.

    Si se detiene bajo la lluvia, inmóvil, más inmóvil que todos
    los siglos reunidos en una cáscara vacía.

    Si en la grey estamos de paso y vamos aprisa. si la
    vida teje la trama ilusoria. si es difícil en las
    condiciones en que trabajo, ser la compasión de nadie.

    Sin fingir y sin apoyo en las varillas mágicas de la loba,
    no olvidas comenzar por el pezón.

    Si con el mismo ojo del precioso líquido que es la tarea
    de las nubes.

    Si son desenvueltas mis maneras me pesa el habla.
    Si no nos pillan.
    Si salgo en lugar de los pensamientos.
    Si borro el brote difuso en mi desvelo.
    Si hace frío, si la mañana es clara.
    Si vuelvo a ti, si muero, si renazco en ti.

    Sí, en el interior; es mi promesa. Si esta irisada raya,
    relámpago súbito, oh Solo de sed.

    De" Lo huidizo y permanente" 1969




    [​IMG]




    Transfiguración del amor

    Ella, la heroína de los infiernos
    Desenvuelve en el hombre
    Virajes de la cabeza
    Como los reyes en una postal.

    En un pie la esquila de los niños
    En mi boca una punta de sol frenético
    Como la mancha dorada
    En la muerte,
    Como el mensaje de los paraísos
    En las túnicas dormidas con libertad
    Transforma el bosque en guante de ruiseñor
    En uvas de nieve,
    En la conspiración
    Que mencionan sus manos.

    El que barniza la sombra allá está el más puro enigma
    Para esconderla en el interior del Océano
    Las sienes devueltas al aire feérico
    Bajo una playa trazó señales en el desencanto
    Esperando el vértigo que fluía de esa crisis nupcial
    O cada extravío entre bahías florecientes
    En las oleadas que gravitan al alba
    O una copa llameante a la izquierda para alcanzar el
    Misterio.

    De "Elena y los elementos" 1951



    [​IMG]



    Sólo al fondo del furor...

    I
    Sólo al fondo del furor. A Ella, que burla mi carne, que
    desvela mi hueso, que solloza en mi sombra.

    A Ella, mi fuerza y mi forma, ante el paisaje.

    Tú que no me conoces, apórtame el olvido.
    Tú que resistes,
    resplandor de un grito, piernas en éxtasis, yo te destruyo,
    sangre amiga, enemiga mía, cruel lascivia.

    Nuestras voces de bestias infieles trepando en una
    habitación suntuosa sin puertas ni llaves.
    Cuando me desgarra un soplo náutico de abejas, yo pierdo
    tus óleos, tus imanes, una calesa de esteras en el vergel.

    Mi Primera comunión es el hambre, las batallas.
    ¿Rueda mi frente en un aro,
    saltan mis ojos sobre la nieve pacífica?
    ¿Florecen campanas melodiosas en un abismo de miedo?

    Después, sin designio, el rocío extiende por el mundo su
    gran nostalgia de húmedos halcones.



    II
    Arrastrado bajo yunques sin ruidos ni caricias
    Otra vez otro instante
    Sepárame las tablas de mi cuerpo, los despojos
    Los despojos de mi alma
    Hacia una bóveda de espanto, allí crece el caos.

    Entonces se interpuso un revólver
    Disparado al aire tres veces
    Por los ebrios del amor.

    Mi amiga íntima falleció hace tres años
    Por tres balas lanzadas al aire.

    Ella se vestía escandalosamente para asistir a un baile de
    máscaras.
    Ella jugaba una partida de póker en el momento fatal.

    Recuerdo a mi amiga íntima.
    Estoy seguro de haberla conocido hace trescientos años.
    Y olvidarla ahora mismo.

    Otra vez, otro instante,
    Me inunda el halo de los espectros.



    III
    Al arrancarme de raíz a la nada
    Mi madre vio, ¿qué?, no me acuerdo.
    Yo salía del frío, de lo incomunicable.

    Una mañana descubrí mi sexo, mis costados quemantes,
    mis ráfagas de imposible primavera.
    A la sombra del árbol
    de mi gran nostalgia ya comenzarían a devorarme,
    ya comenzarían.

    Sabedlo tú, Ondina ondulante del mar y alga efímera
    de la tierra.
    Un hombre alto fue al cementerio
    Espantó a un perro que ladraba
    Su camisa de fuerza la estrangulaba
    Cayó estrangulado.

    Y yo he revelado su destino a todos mis amigos
    A los que conozco sin saludar, a los que saludo
    sin conocer.

    Yo di muerte al estrangulado
    A pesar de sus signos de indeleble fatiga.

    Yo frisaba cinco años de vida
    ¿Me engendró una cigarra en el verano?

    Era un día maldito.
    Mi madre no logró reconocerme.



    IV
    Aún la perfección, las campanas trasquiladas.
    Aún quien te subyuga, Oh tú, Huésped turbado, Tu máscara
    desgarra, Tu dedo es un liviano ruiseñor.
    Horada una llama oculta: Sobresale tu cuerpo,
    tu pudor, tu vigilia.
    Grandes herméticos antepasados míos levantan mi
    corazón carnívoro de langosta.

    Súbeme a la claridad. Soy un
    simio abyecto que necesita perdón.
    Un búfalo que desciende
    en el huerto leproso
    sobre la espalda encendida del arcoiris.

    Súbeme a la claridad.

    La noche es una isla perdida
    en el viraje vertiginoso de tus
    corpiños.

    Cielo crispado del amanecer, Erizos
    desplazados, altas cimas;
    Tierra mía y rocío de los papagayos y follajes
    fulminantes de las palomas siderales;
    Extensos brazos
    benevolentes;
    y tú, rosa abierta, caída
    contra el resplandor negro de mis deseos.



    V
    Yo atravesaba las negras colinas de un desconocido
    país.
    He aquí el espectáculo:
    Yo era lúcido en la derrota. Mis antepasados me
    entregaban las armas del combate.
    Yo rehuí el universo por una gran injusticia.
    Tú que me escoltas hacia una distante eternidad:
    Oh ruego en el alba, cimas de luto, puertas que
    franquean tajamares de niebla.
    Salva mis huestes heridas, verifica un acto de
    gracia en mis declives.
    Pero, ¿qué veo yo, extenso en una maleza de tilos
    imberbes? Un glaciar cae lánguido
    en el césped.
    El mármol se despide del hombre porque éste
    es una estatua irreverente.



    VI
    Blandiendo un puñal de vidrio entre las sienes
    Pasean los soldados, los herreros, las razas de color, las
    mujeres melancólicas
    Por los canales pardos del arcoiris, encallados a riberas
    de bruma
    A la aventura celeste de los cinematógrafos, al pequeño
    monumento de las aves estelares.

    Un sueño los hace distintos a la realidad
    Un murciélago desconocido los hizo visibles a la vida.

    Y después, ¿te acuerdas?
    Yo me acuerdo
    Tu madre subyugada por tu padre.
    Y después, ¿te acuerdas?
    Yo me acuerdo
    Todas las madres del mundo subyugadas por todos los
    padres del mundo.
    Y después, ¿te acuerdas?
    Yo me acuerdo
    Todas las madres del mundo divorciadas de todos los
    padres del mundo.

    Y el primer día le daban palmaditas a tu hombro
    Y el segundo día le daban palmaditas a tu vientre
    Y el tercer día le daban palmaditas a tu frente
    Y el cuarto día no tenías hombro
    Y el quinto día no tenías vientre
    Y el sexto día no tenías frente
    Sino enigmas inválidos,
    enigmas a flor de piel.

    Tú seguías mi ruta: El diluvio de mis besos
    a la deriva de la vía láctea
    El ala colérica de mi sangre
    Una bandada de rojos insectos roedores de tiniebla.

    Tú me decías: «Encima del cielo hay una
    encrucijada de bosques feéricos
    Encima de la nieve está el cadáver taciturno de mi lengua
    Y la magia del mundo en los brazos abiertos del amor».

    Barcas bélicas de mis pies vegetales
    Con una campana sumergida estrella del vino
    Nombres extraños, ríos
    glaciares, vertientes impalpables
    caballos de franela con dos dedos de frente
    Que una mujer desnude su alma
    Su cuerpo y su alma
    Al borde de los astros parpadeantes

    Que construya a golpes martirizantes de olvido
    Un fantástico jardín con salamandras ebrias.

    Nada es tuyo, nada puede socavar tu sed terrestre
    Nada es mío, sino perforación de muerte, sino escombros
    indispensables para que negligentes, olvidadas fuerzas
    orgánicas canten su iluminada redención.

    Pan de leche de la luna, oscuro temblor de los cereales
    Precipicios de nubes que ahogaron mi rostro dormido
    entre las aguas

    Declárame vacío en mi tregua, en mi locura
    Declárame culpable.
    El dedo perfumado del aire
    Señala las orejas dementes del amor.

    Tú frunces el ceño, tú eres honorable
    tú escuchas música en los cañones de pólvora del
    firmamento.

    Cuando un navío silencioso corte en dos
    el paisaje cruel de mis labios
    Cuando se extingan mis vísceras
    hallarán un grito perdido.
    Las plumas perfumadas de un taciturno gavilán.
    Un mundo hostil.
    Un mundo desaparecido.
    Encajes azules que flotaron a merced del lodo y la
    lluvia
    Un insecto en la mesa de los burgueses
    Animales palurdos que arrastran sombríos catafalcos
    Enigmas inválidos
    Enigmas a flor de piel
    Recuerdos de estrellas estériles
    Negros túneles de dicha distraída
    Perros domesticados
    Perros de lujo, melancólicos y melifluos
    Sobrevivientes sordas y difuntas melodías suspirando
    un aire de tibia lavanda
    Mientras mis sienes terrestres desconocen
    Tu vestido de nácar
    Donde no aparecen las llaves
    Del Exterminio.



    VII
    ¿Cuántas veces ahogado por tus brazaletes mágicos,
    Las palmeras seniles de la lluvia me desatan?
    Me extiendo sobre la fuente gris de un sollozo.
    Las aguas en el sueño tienen otro ámbito más pleno.

    ¿Cuántas veces mi fidelidad es prisionera de tus ojos?

    ¿Hacia dónde su grito de mujer, Oh Noche, para
    levantar en mí esta bóveda chorreante de sed, Mi
    primitivo deseo?
    Si su cuerpo es joven y tranquilo,
    Ella se adelanta a mis párpados, con el salto de
    un jaguar.
    Pero Ella me conoce.
    Y golpea con su sangre mis brazos;
    La trompeta invisible de su luz: Lanzada en mi cenit.

    Tú que huyes hacia un día de sol,
    Escúchame.
    Escúchame.
    Este árbol no es un árbol.
    Este muro no es un muro.

    Entonces deslicé en mi boca, Los
    pétalos dúctiles de tus senos.
    Eso fue todo.
    Como una antorcha que ardía y ardía bajo la
    Hierba.

    De "Elena y los elementos" 1951





    [​IMG]





    Trinidad

    Cuando todos cavilan, me arrulla
    Me arrulla mi melodía pueril.

    Luego, me voy de súbito a una isla,
    Y allí las tiendas, la pesca de ranas, la obsequiosidad de
    una muchacha negra,
    Me hacen formular vigilias felices;

    Soplo una gran bujía:

    Es el adiós sollozando en mi corazón.

    El ancla que pesa al fondo del fiar.

    De "Animal de costumbre" 1959



    [​IMG]




    Yo no seré explícito o enigmático o tú no serás la rosa...

    Yo no seré explícito o enigmático o tú no serás la rosa
    en fuga o la piedra dura qué locura
    del hoy de mi ayer que en mi mañana a menudo hora tras
    hora o sea esta noche
    se apagan los miembros del diamante en los ojos de mi
    amante
    topo una gruta impenetrable
    abro mi abecedario ovillo para que en mi ademán se
    filtre la luz
    y cual nos viéramos mi dama y yo yendo de paseo
    buzos reclusos qué ebriedad qué risa
    y la arena frágil del corazón
    la redonda manzana en el agua de nuestros labios.

    De "Rasgos comunes" 1975



    [​IMG]





Necesitas tener sesión iniciada para dejar un comentario