Te condeno pobreza

Sin piedad es la vida tu consumo
pobreza debajo del puente
en los cruceros de las avenidas
un limpiaespejos te ruega por un peso.

Otro lanza fuego por su boca
herido y ardiendo su cara
valiente se gana su lana.

El payaso con su malabarismo
nos muestra su sonrisa y
nosotros egoistas nos damos prisa.

Entre los basureros pequeños hambrientos
conocen su disciplina de colectar su comida
ropa o calzado todo aquello que le sea útil
para levantar su vivienta y su familia
no conocen de las letras ni de juegos
solo un mundo pordiosero de sufrimientos.

En el mundo quisiera a ella fumigar
como sombra que alimente al niño
que sirva de medicina al hambre
y te ire matando hasta limpiar
cada rincón de la tierra.

Solo pido sonrisas
una vida sana
un futuro prometedor
y en todos ellos un noble corazón.


Rosa Maria Reeder
Derechos Reservados
10/12/2010