Yo no soy quien

Yo no soy quien
para enseñar a orar,
ese orar que es
momento intimo y secreto
donde el yo con el yo
lanza plegarias involuntarias,
petitorios intrínsecos al pensamiento.

Existen formulas metafísicas que nos orientan en tal sentido, no las desechemos a primera vista, vale la pena revisarlas pues son tan sencillas y hasta lógicas desde todo punto de vista humano y emotivo que bien podemos adoptarlas aunque no comulguemos con religión alguna, por ser humanos siempre las condiciones se darán para que en algún momento álgido de nuestra vida tengamos que recurrir a ellas.

Lo que se pide con la certeza y fe de que suceda…sucederá, para bien o para mal de uno mismo o de otros debemos ser cuidadosos de lo que pedimos, tan solo pensemos que el pensamiento tiene poder o fuerza, cabe la idea de que aunque no creamos en nada de nada, mientras “oramos” distraemos el pensamiento sobre el problema y lo estamos depositando en un espacio de reflexión positiva.
La formula es la siguiente:

“Yo deseo ________. En armonía con el universo y de acuerdo con la voluntad divina. Bajo la Gracia y de manera perfecta. Gracias”

Al decir “En armonía con el universo” eliminamos todo peligro de que lo que pedimos perjudique a otros, como tampoco se hace posible desear mal para otros.

Al decir “de acuerdo con la voluntad divina“ si lo que se desea es menos que perfecto para uno mismo, se verá suceder algo mucho mejor siendo la manifestación divina regalo para nosotros.

Al decir “ bajo la Gracia y de manera perfecta” encierra un secreto maravilloso, es trabajar con las leyes divinas, donde no hay obstáculos, sin inconvenientes, sin luchas ni esfuerzos, ligeros…fluidos con amor, siendo el amor la gran verdad que mueve el mundo espiritual, la energía positiva y la que nos hace libres y plenos.

Yo no soy quien
para enseñar a orar,
ese orar que es
momento intimo y secreto,
donde el yo con el yo
lanza plegarias involuntarias
petitorios intrínsecos al pensamiento.

No soy quien
para enseñarte el sendero,
solo quiero compartir
una herramienta universal,
la puedes probar,
en ese espacio de emotiva espiritualidad
donde en dialogo interior
sabes lo que en verdad quieres y deseas
filtrando del corazón lo negativo,
limpiando del alma la necedad.

“Yo Mireya,
deseo seas libre en tu voluntad de amar,
deseo que tus ojos miren
a través del cristal de los corazones sufridos e inocentes.
En armonía con el universo
y de acuerdo con la voluntad divina,
seas vínculo armonioso
en las tempestades que irrumpan la convivencia
que Bajo la Gracia y de manera perfecta
seas bálsamo de sanación. ¡Gracias!
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