Escucho de las paredes su lamento

Escucho de las paredes su lamento... de las piedras el desconsuelo... de las aves su piar lastimero... todo eso comparto y entiendo... Es por demás, pero la ciudad asimila mi desconsuelo.
Es increíble la empatia del ambiente, como los árboles permanecen silentes por respeto a mi dolor, como las nubes me protegen del sol... Todo me indica ser bendecido por los elementos, que procuran hacerme pasable este lento padecimiento.
Los peatones se quitan de en medio, mi caminar es raudo y plañidero... aunque miro en todas direcciones nada se interpone en mis pensamientos... todo con matices de color grisáceo a negro, haciendo juego al sentimiento que embarga mi pecho...
¿Cómo explico a nadie este abatimiento?.
Las montañas... que conocen mis secretos, que guardaron mi vida en todo momento, que son portadoras de los mayores tesoros... ellas mismas no devuelven el eco por permanecer en calma ante mi rabia y mi tormento.
Hoy es un día de esos... en que toda paz y esparcimiento pasan a segundo término.
La respuesta la llevo dentro: Mi Reina está en su reino y yo luchando desde lejos.

Hoy a la desesperación, mañana a un nuevo Torneo.

 

Tu lamento tendrá recompensa, Tu Reina esperará tu regreso.
Bellisimo escrito.
Un beso,
Rosario

 

Gracias Rosario.

Roguemos al Cielo no tarde demasiado.

Un fuarte abrazo.

 

Un escrito lleno de resonancias de misterios, que enciende y mantiene todo el interés en su proceso.
Felicitaciones!
Eduardo.

 

Gracias Eduardo, por leerlo y comentarlo.

Saludos.

 

La tristeza es un manto que nos cubre a todos tarde o temprano, nadie está exento, de su influencia dolorosa y muchas veces perniciosa.Saludos.

 

Cierto Jorge. A veces la tristeza nos es perjudicial.

Saludos.

 

Muy hermoso tu relato. Ludmila

 

Gracias Ludmila por leerlo y comentarlo.

Saludos.

 

Un hermoso relato, hay veces en que todo el universo se pone a favor de nuestros sentimientos. Buen estilo

Saludos

 

Gracia Viten por leerlo y comentarlo.

Saludos.