Entre mis demonios

El bus hervía como el mismo infierno, la música del momento (vallenato) sonaba sin parar y contribuía al calor del viaje que cada vez se hacia mas largo, me estaba moviendo para olvidar los fantasmas de la ciudad, todas esas cosas que terminaban por desordenar aun mas mi cabeza, iba hacia el corazón del departamento, un municipio con nombre de mujer, tal vez por ello era tan hermoso y de clima tan agradable, candelaria se llamaba el sitio que había destinado para despejar un poco la nublada visión que tenia, la que me dejaba la ciudad y su hediondez colectiva, cerca al puente de candelaria se subió un vendedor de collares que tenia en la frente la palabra oportunista resaltada en color negro, rápidamente nos ofreció sus artículos de comercio para después hablarnos de las maravillas que poseía la piedra de la que se componía el collar, hablo de plata italiana de plata alemana y del trabajo que le costaba “diseñar” una de esas “prendas de lujo”; a cada palabra que despedía su boca iba inyectando falsa amabilidad y una capacidad de convencimiento que envidiaría un político. A mi lado viajaba una mujer de aproximadamente 35 años con mas experiencia que callos en sus pies, que de a ratos trataba de congraciar conmigo y mi genio algo trastocado.Entre tanta palabra del mencionado vendedor y el perfume envolvente de la mujer entrada en años en búsqueda de una aventura pensaba en que hacer con mi vida, estaba entre el viaje a otra ciudad para cambiar lo que era; hasta ahora o quedarme donde vivía para continuar existiendo como lo estaba haciendo; hasta ahora. No me perdonaba ser cobarde y no tener el arrojo suficiente como para tirarme al abismo del futuro incierto en otra ciudad en la que todo fuera nuevo para mi; en donde podría comenzar de cero sin temer quien me conociera y juzgara mi pasado, pero y … donde quedaba mi familia, mi madre y mis hermanos que dependían de eso que les daba mi trabajo, y esa novia que todas las noches me espantaba de a poco los malos pensamientos y la confusión; no, no podía ser tan egoísta, pero tampoco negarme la oportunidad de una nueva vida.

Me despertó de mi letargo pensativo el vendedor que se acerco a la mujer para mostrarle otros modelos del dichoso collar pues ella buscaba uno para hombre, el había encontrado una cliente y no la dejaría escapar, la mujer murmuro unas palabras que no alcance a entender e inmediatamente me miró y sacó una sonrisa de esas que están diseñadas para llenar los espacios vacíos pero que no salvan vidas ni alegran el corazón, una sonrisa falsa y de formulario. Después de eso el magnifico vendedor enfrento mi mirada como queriendo dominarme, a lo que respondí con la devolución de su baratija y una mirada a otro lugar, seguramente insulto a mi madre para sus adentros y lamento el tiempo que perdió describiéndome las bondades del cuarzo y las otras piedras “preciosas”. El vendedor bajó del bus mientras la mujer ojeaba el collar y lo guardaba en su bolso.
El bus atravesó montañas, cruzo puentes y pito muchas veces para anunciar su llegada, mientras tanto yo no lograba salir de mis pensamientos y mis decisiones, quise que mis laberintos mentales fueran tan fáciles de resolver como los del diario de la mañana, que esas decisiones fueran tan elementales como la escogencia de un collar barato.
Marcela como se llamaba la mujer algo veterana había conseguido arrancarme algunas palabras, entre ellas mi nombre y la razón por la que estaba ahí, viajando a un lugar mas tranquilo, tragándome la peste de los demás, soportando el vallenato y el calor que producen. Sus ojos algo otoñales me aseguraron que esa noche tendría con quien pasarla bien, ya a lo lejos se asomaba candelaria y entre sus verdes de montañas y árboles tenia la esperanza de encontrar mis respuestas, la mujer me había confiado su nombre y su numero celular ya descansaba en la memoria del mío, el collar esperaba dueño en el bolso y no se porque pensé que a la mañana siguiente yo lo tendría puesto.​

continuara...

 

No te pongas otro collar...
muy bueno.me he gustado de veras.
besos y estrellas.
Rosario

 

Muy interesantes líneas Magozzcuro.

Gracias por compartirlas.

 

gracias por leerlas, saludos