Gabrielle y el duende

Gabrielle se sentó a hablarle a un duende por la tarde, cuando lo encontró por casualidad en el ático de la casa de su tía Miranda Ross una viuda con gran fortuna y con solo una heredera, su hija que aún era menor de edad. Llego a la mansión de la colina con sus papas, minutos antes del té de las cinco, vestida como una muñequita victoriana, con su largo cabello dorado con flequillo. Entraron al gran salón de visitas justo cuando el enorme reloj marco las cinco en punto, en ese instante su tía la tomo de la mano y la condujo hacia las escaleras.
-Gabrielle, querida sobrina mía, sube al cuarto de Alois, anda juega con ella- dijo la hermosa mujer en un tono apresurado que no dejaba de ser encantador y educado.
Gabrielle avanzo cinco escalones y espero, vio regresar a su tía acompañada de la criada quien llevaba una bandeja con tazas de té y pastelillos, suspiro, avanzo otros diez pasos antes de que Alois, su prima, saliera de su habitación y la mirara de reojo.
-¡No te prestare mis muñecas Gabrielle, siempre las rompes eres una tonta!- dijo la pequeña Alois, acto seguido le hizo un gesto a su pequeña prima y cerró la puerta de su cuarto nuevamente.
Gabrielle sonrió, tampoco le gusta jugar con su prima, ni mucho menos con sus muñecas de porcelana, que le traían de países extranjeros, miro al fondo de pasillo, en el que había más puertas que llevaban a bonitos cuartos y al final las escaleras continuaban, subió hasta el último piso de la mansión, paro frente a una puerta vieja que abrió cautelosamente con su manitas, dentro algunos rayos del ocaso se colaban por los vitrales de las ventanas, había un sinfín de de objetos , baúles, maniquís y sobre el piso una ligera capa de polvo permitía que las pisada de Gabrielle quedaran impregnadas. Fue entonces cuando lo vio, cerca de una ventana estaba el duende con su gorro chueco sentado sobre un baúl mirando a Gabrielle, que sonrió al instante y se acerco.
-¿Erez un duende?- pregunto Gabrielle con su encantador seseo.
El duende hizo una mueca – si – respondió.
-¿vivez aquí?- volvió a preguntar Gabrielle.
-si.
Pasado unos minutos, Gabrielle estaba segura que hablaba con un verdadero duende, uno como en los cuentos de Hadas que le contaba su mamá, y empezó a platicarle cosas al duende que solo la miraba y contestaba cuando se lo pedía Gabrielle.
-Aloiz ez una prezumida, no me quiere, ¿crez que debería castigarla?
-si- respondió en duende con su voz chillona.
-¿Cómo?- le cuestiono Gabrielle.
-Mata a su gato- dijo el duende.
Gabrielle sonrió tímidamente – tu sabes cómo puedo hacer que mamá zea ziempre feliz y nunca llore.
-mata a tu tía, ponle veneno en su té la criada siempre deja la olla en la mesa grande, en la cocina- contesto el duende y le dio un frasquito a Gabrielle.
Abajo en el salón, Miranda le hablaba preocupada a su hermana acerca de los extraños juguetes que su marido fabrico, argumentaba que lo mejor era quemarlos porque actuaban como si estuvieran vivos, gracias al complejo sistema de ingeniería que desarrollo su difundo marido y para evitar verlos los mantenía escondidos en el ático.
-No puede existir cosa como esa- dijo su cuñado.
-Yo misma los he visto hablar y moverse- se defendió Miranda.
-¿qué es lo que dicen hermana?
-Muchas cosas sin sentido...

Gabrielle estaba feliz. –¿Cómo te llamas?- pregunto al duende.
Y el duende respondió: -Pepe, Pepe el duende.
Buscaron a Gabrielle por la casa entera, hasta hallarla con su vestido blanco lleno de polvo dormida profundamente en la cocina cerca de la mesa donde la sirvienta acostumbraba a poner la olla del té

BY Oz Mireles (M.G.Is)

 

y a echar espuma por la boca....
me encanto tu pequeño relato, tiene cambios que no me esperaba jeje.
Saludos amiga.
y estrellas.

 

gracias amigo por tu comentario un buen día para ti!!

 

La elección de los nombres, la descripción de la escena, hasta el encuentro con "el duende", me pareció bien lograda. En mi opinión como ignorante, en el diálogo con "el duende" podrías haberle sacado un poco más de provecho para darle mayor fuerza y claridad al remate. Me ha gustado. Sigue así, pronto leeré un libro tuyo.

 

gua, que bueno, me parecio estar leyendo une de edgar allan poe jaa

 

Si, estoy de acuerdo le pude sacar algo mejor y gracias.pi
jojijoji pues realmente estoy escribiendo uno y espero terminarlo para que lo leas un buen día!!

 

gracias amigo!!! no he leido mucho a Edgar pero me parecer una comparación genial
gracias por tu comentario!!!:::sorpresa1:::

gracias!!!!!