1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Las Flores y las mariposas.

Tema en 'Prosa: Infantiles' comenzado por Rigel Amenofis, 21 de Mayo de 2012. Respuestas: 6 | Visitas: 4614

  1. Rigel Amenofis

    Rigel Amenofis Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    20 de Enero de 2009
    Mensajes:
    4.506
    Me gusta recibidos:
    1.564
    Género:
    Hombre
    Hace muchos años, tantos que para contarlos apenas alcanzarían las estrellas que pudiéramos ver en una noche, sobre la faz de la tierra sólo había flores blancas: en las exuberantes selvas, en los umbríos bosques, en los frescos prados; en cualquier rincón donde las hubiera. Muy diferentes eran las mariposas, que rebosaban tonalidades brillantes y primorosas en sus frágiles alas; por ejemplo existían, todavía en la actualidad existen, unas mariposas de alas color turquesa con las orillas de tinte oscuro y esas mismas orillas adornadas con manchitas rojas y blancas. Asimismo las había con alas de pigmento dorado, los bordes también oscuros salpicados de máculas blancas y amarillas. Por mencionar tan solo dos de la gran variedad de matices que poseían. Además no eran orugas en su fase primaria, su nacimiento era un encanto de la naturaleza, cuando la luz del sol atraviesa las gotas de lluvia y se forma el arco del pacto¹ : al desprenderse una hoja de algún árbol y tener la fortuna de ser tocada por el arcoíris, se convertía al instante en una bella mariposa. Reducíanse a estas dos insignificancias la gracia que poseían. Únicas cosas que atraían la admiración de todo ser vivo, admiración que compartían con las flores.
    Las flores en cambio destilaban en lugar del néctar, la miel que ahora fabrican las abejas. Y, como entonces no eran tan delicadas, bastaba raspar ligeramente sus pétalos para obtener la cera. Los niños gustaban de su compañía, pues ellas les relataban amenas historias, les enseñaban adivinanzas y muchas veces compartían juegos. Si a esto agregamos que les acompañaban en el canto de rondas infantiles semejantes a Doña Blanca y la Naranja Dulce, se entenderá mejor el afecto de los niños por las flores. Como colofón de este escenario, algunas veces, cuando el atardecer terminaba, también las estrellas bajaban a recrearse, siempre que su padre les concediera licencia para descender. Así, en las noches oscuras, sus lucecitas iluminaban tiernamente aquel ambiente. ¡Ah, cuán bello era el conjunto que formaban!
    De modo que mientras unas eran amadas por su belleza, las otras lo eran por su utilidad; pero sucedió que al pasar el tiempo parecía aumentar la beldad de las mariposas y todos los seres vivos, conmovidos de un extraño sentimiento, embelesados al ver una mariposa, le manifestaban su admiración; ya fuera un animal, un humano o cualquier otro que así pudiera hacerlo. Había otra cosa singular, nadie las cazaba, pues se creía que eran el espíritu de una persona que tenía una nueva forma de vida.
    Llegaron a ser tantos los elogios para los insectos del gran colorido que las flores empezaron a sentir envidia y rogaron a Dios les fuera concedida, en sus pétalos, tanta vistosidad como la de las lucias mariposas. Alegando que estas las molestaban frecuentemente, vanagloriándose de ser lo más hermoso de la creación.
    -¡Oh, señor Dios! ¿Por qué nos hiciste así sin colores llamativos?
    -¡Bondadoso Dios, concédenos dejar de ser tan blancas como las nubes!
    -¡Gran Señor, creador de todas las maravillas, danos más belleza a cambio de algunas de nuestras cualidades!
    Y así era en efecto, las mariposas las provocaban, engreídas por la admiración
    suscitada, pues cuando un par de infatuados lepidópteros revoloteaban por encima de azahares, chumberas o rosas, propiciaban fatuas discusiones.
    Verbigracia, una de alas amarillas con círculos negros dijo a otra de color azul con lunares anaranjados
    -¡Qué suerte la nuestra ser tan hermosas!
    -¡Bien decís, lo mas hermoso qué haya existido jamás!-, confirmó la otra.
    -Todavía hay quienes nos comparan con un simple órgano de las fanerógamas-, agregó la de alas azules.
    -Necios, ¿acaso no ven que no existe comparación?
    Las flores se concretaron a oír sin decir palabra, mientras la mariposas siguieron:
    -Mas dulce que la miel son las alabanzas-. Dijo la de las alas azules volando sobre un arrayán, luego llamó a su compañera- Ven disfrutemos de lo que este albo ser da a los demás y no nos negará mientras le damos el placer de contemplarnos.
    -¡Desdichada! -replicó la flor, impidiendo, al sacudirse, a la mariposa posarse siquiera en la corola- ve a disfrutar de lo dulce de las alabanzas y no queráis probar lo que produce quien tanto despreciáis
    -No hemos afirmado nada parecido- respondieron los insectos.
    -Entonces la forma tan despectiva en que os referís a nosotras, ¿Cómo ha de interpretarse?-, preguntó una flor que estaba junto a la que se sacudió.
    -Es la que corresponde a alguien de tan poco donaire como vosotras.
    -Cierto que nuestra hermosura no se compara con la vuestra -dijo la primera-, pero somos aún mas útiles que vosotras y la tierra y el agua nos alimentan gustosas; jugamos con los niños que nos corresponden con sus entusiasmo infantil y nos regalan su ternura.
    -¡Mercenarias, solo eso sois! -dijeron las mariposas, al tiempo que agitaban sus alas moviéndose en un espacio pequeño y yendo a pararse nuevamente en el arrayán-, tenéis que laborar para proporcionar la miel y la cera a los humanos, permaneciendo en el mismo lugar toda la vida, para que estos os proporcionen sus cuidados: os dan agua cuando el cielo no lo hace, os protegen de los depredadores, mientras vosotras debéis esforzaros para entretener a los niños, soportando sus insolencias. Nosotras en cambio, volando conocemos el mundo; tenemos la dicha de contemplar todas la belleza naturales; gozamos del encomio de todo el que no ve...
    Entonces una flor que estaba en una rama más alta las interrumpió diciendo a las demás flores:
    -Dejadlas que hablen enumerando sus distracciones, nada de eso disminuirá el amor que nos dispensan por nuestra utilidad. Ellas jamás disfrutaran de los tiernos momentos convividos al lado de las ilusiones infantiles, no podrán hacerse entender de los hombres mientras la admiración se reduce a instantes, los pocos en que las ven, no ocupando en ello mucho tiempo por ser negativamente provechoso.
    Este razonamiento tuvo como respuesta una perorata, larga lista de las actividades diarias de las mariposas que ellas mismas enunciaron por turno y de las cuales estaban muy ufanas; pero al terminar su discurso las flores permanecieron tranquilas y no respondieron a la instigación, entonces, los insectos con todo su colorido, se marcharon indignadas por haber sido ignoradas finalmente.
    La consecuencia de la actitud vanidosa de las mariposas y la porfía de las blancas amigas de los niños fue que Dios accedió a la petición de hacer mas bellas a las flores, envió al hada de los bosques a que les dijera en que condiciones se haría.
    Los rasgos del Hada eran muy distintos a los descritos en los cuentos, pues era un ser con la apariencia de una mujer de estatura pequeña, de piel morena clara y ojos de color café muy vivo, con el pelo negro y sin alas ni varita mágica y no obstante podía levitar.
    Un día apareció ante las flores y les dijo:
    -Sabed que soy la emisaria para interrogaros si habéis o no desistido de vuestra petición.
    -¡Oh, no -contestaron todas al unísono- lo que más deseamos es tener cierta variedad de color en nuestros pétalos!
    -Bien, cierto es que seréis admiradas por vuestra sutileza y armonía, las reinas y las princesas os guardaran en sus palacios; el enamorado os llevara como regalo a su amada que jubilosa bendecirá vuestra existencia; pero por lo recibido pagaréis un tributo; vuestra vida será más corta; ya no fabricaréis ni la miel ni la cera; jamas volveréis a platicar con los niños, ni habrá más juegos con las estrellas; tampoco tendréis la misma consistencia, seréis mas delicadas aunque conservaréis las espinas que muchas de vosotras tenéis como defensa.
    -No importa esta compensada una cosa con otra
    Ante la respuesta, brillaron los ojos del Hada, que añadió
    -Entonces seguid mis instrucciones. Durante...
    -¿Por qué lloráis hada buena?- interrumpieron las flores conmovidas.
    -¿Todavía lo preguntáis?, ¿acaso nos os dais cuenta? Las cosas mas tiernas, las que son motivo de mi regocijo no las veré más juntas. Las estrellas quedaran en lo alto mirando para la tierra, añorando vuestra compañía; los niños se contentaran con enjuagar su imagen reflejada en los arroyos y los ríos; además, ya no conocerán las dulces tertulias donde vosotras solías enseñarles tantas cosas.
    Las flores estuvieron en un tris de renegar de lo pedido; sin embargo no lo hicieron y una larga pausa fue rota por el Hada que continuó:
    -Durante un año debéis atrapar a las mariposas entre los pétalos cerrando la corola, comunicad esto a todas las flores que no lo saben, yo iré a comarcas lejanas para hacer lo mismo. Luego se elevó por el aire dejando al mismo alborotar su negra cabellera como queriendo arrancar de este pelo la sombra oscura que se cernía sobre flores y mariposas.
    Como esas instrucciones se dieron allá en el tiempo del estío, al año siguiente, ya en plena primavera, había pocas mariposas no cautivas, a la sazón rara era la flor que no estaba como en botón. Coincidiendo con el plazo de doce meses, tocó a las escasos insectos de alas libres rogar se dejará en libertad a sus hermanas, también a ellas se presentó el Hada para sentenciarlas.
    -Vosotras, principales causantes de este conflicto, por vuestra negativa altivez, habéis de soltar a las demás; empero será un día que el viento suroeste sople, completamente soleado, no debe haber una sola nube empañando la claridad del horizonte; asimismo, una niña de mirada dulce, cabellos negros como la obsidiana, de manos tersas, ¡más aún qué vuestras alas!, se acercara a acariciar las flores lamentando que estén cerradas y ya no se comuniquen con los demás niños. En ese momento os dividiréis en parejas e intentaréis abrir las flores... ¡Una advertencia!, la primera que las roce adquirirá un color negro repulsivo; y todas, sin excepción, al nacer seréis un gusano que en invierno ha de hacer un capullo para guardarse del frío, del que os libraréis hasta el comienzo de la primavera.
    La predicción del Hada se cumplió, un día que se reunieron las condiciones: el viento soplaba del suroeste, el ámbito completamente soleado y una niña de mirada dulce, cabellos negros como la obsidiana y tez morena, acarició unas flores las cuales, al abrirse, soltaron unos pétalos blancos y otros de diferentes colores; los primeros empezaron a volar en forma de mariposas y los otros, al tocar la tierra, hicieron brotar nuevas flores de ínclito color, ¡las mas hermosas que se habían visto hasta entonces! Las mariposas hicieron cuanto se les dijo en las demás flores y sucedió lo mismo que en las acariciadas por la niña; aunque la primera mariposa que hizo contacto se convirtió en una mariposa negra.
    Las flores que no lograron aprehender mariposas mantuvieron su matiz blanco; asimismo las mariposas que no fueron atrapadas conservaron sus tonalidades y aquellas que fueron liberadas ya no tenían ningún color: eran blancas, tan blancas como la nieve; pero de todos modos a partir de la siguiente generación comenzaron como orugas. Esto explica porque hay mariposas blancas, negras, y de múltiples colores, flores blancas y de primorosas tonalidades.
    No obstante haber conseguido sus deseos las flores se arrepintieron, pues eran tan delicadas y hermosas que llamaban mucho la atención y cualquier persona las arrancaba con facilidad, para conservarlas como adorno cortando así su de por sí efímera existencia.
    Por su parte las mariposas resintieron otro tanto, ya que con el tiempo, extinguida la creencia antigua, los niños y algunos adultos se dedicaban a cazarlas, las perseguían hasta que agotadas abandonaban su empeño de huir. Fue como una especie de venganza inconsciente pues ellas tenían gran responsabilidad en el fin de su amistad con las flores. Aparte de que su vida se hizo mas corta y se dividió en varias etapas que van de ser un pequeño huevo, luego pasan a la fase en que son orugas, después se encierran en su crisálida y finalmente llegan a adultos como las conocemos; ya el comienzo de su existencia no es ese mágico nacimiento al contacto con el arcoíris.
    Esta historia me fue referida por un chuparrosa. En una ocasión, paseaba por la campiña cuando escuché una vocecita lamentándose: De no existir la vanidad... Mire a mi alrededor y no vi persona alguna, solo un pequeño colibrí² revoloteaba entre las flores y me pareció escuchar unas suaves palabras que continuaron: ...ahora yo podría libar la miel que ahora producen las abejas.
    No podía creer lo que oía un chuparrosa parlante, me acerqué y le pregunté con cara de asombro
    -¿Estoy soñando o estáis hablando?
    Se quedo mirándome un momento y luego agregó
    -¡Ah, vosotros los humanos con la imaginación tan limitada!, creéis que nada mas vosotros poseéis el don de la palabra, claro que puedo hablar pero como vosotros siempre vais demasiado aprisa muchas cosas de la naturaleza os escapan...
    -Pero ¿desde cuando puedes hablar?- le interrumpí
    -Desde los comienzos del mundo- me contestó.
    -Lo veo y aún no lo creo- dije sintiéndome que estaba perdiendo la razón al estar hablando con un colibrí
    -Ya sé, ya sé que así sois vosotros los humanos, por eso muchas cosas posibles no se llevan a cabo en el mundo de vosotros por vuestra falta de imaginación.
    Sin saber que decir me quedé un momento cavilando y luego le pregunté:
    -Bueno, ¿y por que dices que de no existir la vanidad tu libarías la miel de las flores? Las flores nunca han producido miel.
    -Esa es una afirmación falsa- me dijo- hace muchos años las flores producían la miel y me contó esta historia para validar su dicho.

    1 Génesis 9.11 a 17.

    2 Hutzilin en náhuatl es la representación del Dios Huitzilopochtli que, según la leyenda, guió a los aztecas hasta el lugar donde fundarían su ciudad, un lugar donde encontrarían un águila devorando una serpiente sobre un nopal.

    Antes de año 1977


    Copyright © Derechos reservados ®

     
    #1
    Última modificación: 12 de Febrero de 2018
    A MARIANNE le gusta esto.
  2. Cisne

    Cisne Invitado

    [FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=AlArabiya][FONT=DejaVu Sans][FONT=DejaVu Sans][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial][FONT=arial]


    Rigel
    Un total disfrute leer esta historia narrada por el chuparrosas- amo los colibrís - me ha gustado mucho...pienso en como la vanidad crea conflictos y revuelve el mundo, con la armonía que reinaba en esa época tan lejana como el número de las estrellas se rompió por la envidia y vanidad así en nuestros esto es el pan cotidiano...
    Creo que por ahí hay dos detalles a corregir. También te agradezco por compartir tu talento, sabes tengo un cuento que habla de una mariposa de tres alas, lo hice hace años cuando mi nena era pequeña...tal vez un día lo postee.
    Te dejo mi cariño y admiración
    Ana[/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font]
     
    #2
  3. Ligia Calderón Romero

    Ligia Calderón Romero Moderadora foro: Una imagen, un poema Miembro del Equipo Moderadores

    Se incorporó:
    30 de Agosto de 2007
    Mensajes:
    16.782
    Me gusta recibidos:
    6.090
    Hola Enrique!

    Encantada de leer esta historia.
    A veces creo que no deberían existir:
    envidia y vanidad, eso haría que existiera
    una armonía natural entre los elementos
    del universo.
    El cosmos giraría como debiera
    en mi humilde parecer.
    Reflexivo relato que acapara la atención del lector
    y nos invita a meditar y reflexionar.
    Una gran obra de tu pluma y alma
    Mis sinceras felicitaciones por esa capacidad
    que siempre demuestras en tus escritos
    de trasmitir tan sana y sabiamente tus ideas
    y dejar una huella indeleble.
    Abrazos y mi cariño mi amigo escritor.

    Ligia
     
    #3
  4. Sol de mañana

    Sol de mañana Poeta veterana en el Portal

    Se incorporó:
    26 de Agosto de 2008
    Mensajes:
    12.011
    Me gusta recibidos:
    987
    Género:
    Mujer
    BELLISIMO, muy interesante y reflexivo, me encantan las flores y las mariposas de colores, y esta es una historia tan bonita como ellas, abrazos y estrellas y reputacion si es posible.
     
    #4
    A Rigel Amenofis le gusta esto.
  5. Rigel Amenofis

    Rigel Amenofis Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    20 de Enero de 2009
    Mensajes:
    4.506
    Me gusta recibidos:
    1.564
    Género:
    Hombre
    Muchas gracias por tus gentiles comentarios. Ya corregí los errores. Estaré esperando tu cuento que ha de ser como toda tu obra, muy bueno.
     
    #5
  6. Rigel Amenofis

    Rigel Amenofis Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    20 de Enero de 2009
    Mensajes:
    4.506
    Me gusta recibidos:
    1.564
    Género:
    Hombre
    Gracias Ligia por tu amabilidad al comentarme este es un cuento que fue concebido hace muchos años como parte de una serie de cuentos para niños que quedo inconclusa y varios de los mismos están perdidos yo creo que para siempre pues aunque los he buscado entre tanto papel que tengo no lo he encontrado solo hallé este de entre diez y doce que tenía.
     
    #6
  7. Rigel Amenofis

    Rigel Amenofis Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    20 de Enero de 2009
    Mensajes:
    4.506
    Me gusta recibidos:
    1.564
    Género:
    Hombre
    Gracias por tus estímulantes comentario aunque no ha sido bien acogido este cuento en el portal a juzgar por la cantidad de respuestas recibidas. Mi saludo cordial, Anita.
     
    #7
    A Sol de mañana le gusta esto.

Comparte esta página