Temerarios de una mentira

Cierto, no se refieren a lo mismo, pero sí al valor para aceptar situaciones no cotidianas y en cambio rechazar las primeras y más baratas ofrendas, para pelear en las que nadie nos asegura frutos o cosecha. Gracias, amigo

 

Jeje, me alegra que no estés de acuerdo porque yo tampoco lo estoy... con las mentiras de los demás. Pero aquí me refiero a las mentiras de uno mismo, las embarazosas situaciones que supuestamente no existen y que, sin embargo, pueden ser más ciertas que las veraces historias como nuestras vidas placenteras y/o anodinas. Me refiero a la ilusión creada por la esperanza de una persona que "cree" que no tiene cáncer o que le va a vencer cuando delante suyo figura un informe y una prueba desesperanzadora, me refiero a quien "cree" su mentira y que tras la mirada de la persona por la que suspira hay un ciclón llenándola y regresando intercambiado con el suyo propio, a quien echa un boleto de lotería y "cree" que las probabilidades de ganar son mucho más grandes que las que le ha confesado un amigo matemático y estadístico tras un cálculo probado y medianamente rápido, me refiero a la ilusión de un invidente al escuchar un avance en un noticiario donde presuponen que la cura para sus ojos podría llegar en 5 ó 10 años, me refiero al pasto que comemos y que nadie ha servido en nuestro plato, en definitiva, a las ilusiones, al efecto placebo, al quiero y puedo de cada día, a nuestra capacidad de no escuchar y cerrar los oídos ante la advertencia del prójimo : "no tienes ninguna posibilidad" o "ya sabes que está todo el pescaíto vendido". Para eso nos quedan nuestras mentiras, para seguir vivos.
Abrazos, Ricardo. Y feliz Navidad.

 

Te has acercado y mucho a mi forma de pensar. De esas ilusiones, que pueden ser mentiras propias si se analizan metódicamente, se vive; y ayudan a vivir cuando la verdad es insoportable. Un ejemplo de todo esto lo tenemos en el síndrome de Estocolmo. Los rehenes engarzan lazos de verdadera amistad con sus secuestradores, ¿por qué? Para poder seguir viviendo sin la insoportable sensación del cautiverio y su incapacidad para luchar o solventar tal situación. Otro ejemplo: si no puedes con tu enemigo, únete a él. Pero... ¿cómo puedes aliarte con tu enemigo? Por definición, es enemigo. No cabe esta posibilidad, con lógica. Y otros ejemplos más propios de nuestras vidas... en la respuesta a Aprendiz de Poeta (Ricardo), por no volver a transcribir, ... pero te agradezco mucho la visita y tu esfuerzo que te ha llevado a sentir lo mismo que siento yo. Si la mentira es bella y la vida una ruina, no quiero verdades, prefiero mi mentira. Abrazos

 

Buena frase, muy buena frase, un abrazo eterno...

 

¡cuántas versiones e impresiones van saliendo de cada uno de vosotros tras la frase! Es un ejercicio que me gusta, creo en él, pero cada uno llega a diferentes interpretaciones. En verdad, hay que reconocer como bien dices que todavía habría que aclarar para cada situación si realmente existe verdad y mentira y cual es cual. ¿sólo hay una verdad? o ¿puede haber muchas verdades? Tantas como personas, tal vez. ¿qué es la verdad? Un camino ya pisado??
Entre las mentiras hay tantas posibilidades, y muchas de esas mentiras (o verdades sin demostrar que por ahora podrían ser consideradass simples embustes) gobiernan nuestras vidas. Religión, horóscopo, predicciones, historia mitológica, pasado, futuro, creencias de todo tipo. Podemos ser muy felices en la mentira. Como cuando un niño juega con una caja de madera y le dice a su padre, "no me tires el coche , papá". ¿qué insensible persona le respondería "tonto, no es un coche, es una estúpida caja de madera, los coches los tienes en la estantería, coge uno de ellos y ponte a jugar, para eso te los hemos comprado".
Verdad que nadie en su sano juicio respondería tal cosa. Y el padre sabe que es una mentira, no hay coche en esa simple caja. Pero el niño lo cree o lo quiere creer y le hace feliz. Y sólo importa eso, no la verdad material del asunto.

 

[FONT=&quot]¿Dónde hay que firmar? Está claro que las mentiras no son verdad, ¿pero lo son las verdades? Sinceramente creo que la mayoría de los casos la verdad es relativa, y en muchos casos aleatoria…
[FONT=&quot]…Y para arriesgar por arriesgar, prefiero ser audaz que pordiosero. Del desconocimiento soy un as… quizás sea este un condicionamiento para elegir mi postura… y si se apuesta, se apuesta.
[FONT=&quot]Muy bueno el pensamiento. Da qué pensar, je je je.
[FONT=&quot]Un abrazo Pablo y felices fiestas… sean de verdad o de mentira.

 

Gracias por tus palabras, David, te devuelvo el abrazo, compañero

 

Las mentiras hacen felices a muchas personas, quizá las verdades no tanto, las mentiras, nuestras mentiras pueden ir dejando de serlo para ser tan ciertas como las auténticas verdades en tanto nosotros nos las vayamos creyendo. Ya he contado en los comentarios un caso muy claro, el enfermo desahuciado que cree solemnemente que se está curando, que no le importa lo que le digan. Él sabe que se está curando. Pero resulta que no. ¿Para qué sirve la verdad en tal caso?
Un fraterno abrazo, amigo

 

A veces decimos mentiras blancas porque la otra persona no quiere escuchar la verdad, pero en verdad no debería ser así, aunque los humanos usamos a diario más la mentira que la verdad sin cargos de conciencia y así vivimos y también así estamos, felicitaciones Pablo7972 saludos poeta

 

Saludos para ti, Rugby. Y feliz año 2013. Las mentiras a que me refería era a las propias de uno mismo. Cómplices de la propia argamasa mental. Abrazos