A -196 º C (la génesis, por fin)

Jamás el doctor Contreras se había equivocado. No en algo así. Amigo desde la infancia más tierna, habría puesto todos los medios para repudiar un posible error.

Pero no, no había tal posibilidad. Neurodegeneración. Su diagnóstico era una sentencia de muerte que se resguardaba contra el fondo del aparador, debajo de los muchos calendarios que, apiñados, habían dejado de medir el tiempo.

Y, arrogante, aquel contrato. "Alcor Life Extension Foundation", como una fiera desaliñada entre la maleza, observándonos.

Ella y yo nos miramos sin vida.

Regresé, como el muerto que era, a aquella firma y rúbrica recién sangradas, y al nombre de todo lo que amaba emborronado por una lágrima decadente.

El tiempo ardió deseando huir de un premeditado auto de fe.

Jamás volvimos a hablar de ello.

 

Pablo
Un excelente relato el que nos compartes.
Pienso en que muchas cosas podemos planear, pero hay circunstancias que dejan por el suelo
todo por lo que hemos luchado....el fin está ahí para ser siempre también un génesis.
Mis felicitaciones, es la primera vez que te leo y estoy fascinada
Un abrazo
Ana

 

Gracias por el comentario, Ana. Te invito a leer los otros dos ¿microrrelatos? con el mismo título, y subnominados "precuela" el 1º, y "A -196º C" el segundo.
Armarían en conjunto la historia global. Me vi obligado a ir desenterrando trocitos de una historia inicial para alumbrar el significado de ésta.

 

Pablo, 7972

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Motivado por la curiosidad y por mi forma de actuar, llegue a tu microrrelato A -196 º C (la génesis, por fin); de entrada, me saco de balance,... sin comprender casi nada... durante la búsqueda (en temas iniciados) recordé ver otro semejante A -196º C (precuela) ((palabra no registrada en la RAE)) después de leerlo y sus comentarios llego a A -196º c Acróstico de ALCOR y completo el fondo del tema.
Mi comentario: Tema triste, tétrico, en un ámbito incierto, como ciencia ficción de futuro ... Bastante interesante, que tiene tela de donde cortar y que podría tener secuencias comerciales, como la de Harry Potter
Mis felicitaciones sinceras (independientemente de si cumplen o no con la formalidad retórica).

Un abrazo y las estrellas
para tu publicación.

fernando.

OSITO LINDO​

 

Gracias, Osito, por tu comentario. Suelo acudir a la página Web de la RAE con palabras raras, que te suenan o simplemente dudas de su significado. Por lo que tú dices, ya sin mirar, supongo que lo de "precuela" es el clásico invento de los mass-media, muy a tenor de la saga "La guerra de las galaxias" y alguna otra historia que ha circulado. Ni siquiera me planteé el hecho de que no existiera. Bueno, como sólo era parte del título y su objetivo era diferencias los títulos, la doy por buena (a medias) y espero obviar dicha palabra la próxima vez.
Realmente, no sabía qué era un microrrelato y aprendí sobre la marcha, perfectamente guiado por Jepet, colega de este foro que habitúa pacer los pastos de Microrrelatos. No son tales éstos, sino minirelatos o minihistorias, cuentos cortos. No pretendía hacer tres pasos, pero el 1º de ellos quedó tan intrincado que apenas recibió respuestas de inicio. Supongo que ni Dios entendió nada. El que más, en aquel momento, el propio Jepet que buscó la palabra Alcor en el diccionario, a colación del 2º relato (precuela). Todavía hay otro más (la génesis).
Me gusta este tema: ¿qué pasaría en el ámbito de una pareja que, enfermando ella, se comprometen a congelar el cuerpo todavía en vida hasta encontrar una solución médica en el futuro?
Alcor es una empresa en USA que se dedica a día de hoy a esto, y tiene entre sus clientes a algún español, por ejemplo.
Siendo una opción viable (la de dormir en Alcor) creo que a día de hoy todavía no es posible la resurrección, en el plano técnico. Se espera resolver en el futuro.
Igualmente, su pareja, enamorado profundamente de ella tras un reciente matrimonio, debe decidir si continuar viviendo al margen de su verdadera mujer o, por el contrario, voluntariamente contraer una enfermedad incurable al día de hoy (como ocurre en esta historia, se deja entrever en el 2º relato cuando advierte "Aquélla fue la noche en que subí al desmantelo poblado de Penamoa" e inficcionarse de SIDA, por ejemplo.
Suponemos que no es posible contratar en Alcor la muerte en vida si no hay una enfermedad decisiva declarada en el paciente.
Aún en el caso de conseguir contagiarse y firmar también él su respectivo contrato en Alcor, surgirán las dudas (incluso durante este estado vegetativo en que yo supongo el alma y el pensamiento puedan "volar" lejos de esos -196º C).
La gran duda es: Después de una amplia epopeya de sentimientos y decisiones bien arriesgadas, ¿qué pasaría si nunca llegan a coincidir despiertos en el futuro? Si ella puede ser despertada, mas no él. ¿Qué ocurre si la diferencia de edades entre ellos se vuelve insalvable?
¿Qué ocurre si quiebra Alcor? Añado yo.
Todo esto sobrevuela la mente, aura o alma de un cuerpo a -196º C.
Te agradezco la visita, Fernando.

 

este corto marca lo que a veces
nos sucede y vemos que ya no volverá a ser,
intensas letras que nos hace profundizar,
abrazos a la distancia
amigo Pablo

 

Gracias a ti, Denn, kikos desde mi tierra, ¡cuidado! Llegarán salados...