Sospecho que soy un fantasma.

Sospecho desde hace tiempo que soy un fantasma; en casa nadie me ve, mis nietos se me sientan encima cuando estoy en mi sofá y nunca logro coger el periódico en mis manos, todos lo tienen antes que yo. Hasta el perro, que antes me ladraba feliz mientras saltaba a mi alrededor moviendo el rabito, me ignora. Ni yo mismo sé en qué momento mi presencia comenzó a diluirse y mis palabras dejaron de escucharse.
Qué extraño por mucho que me esfuerzo no recuerdo haber muerto.

 

Vivimos en un mundo lleno de fantasmas,
pareciera que nadie se fijara en las persona que le rodea,
Todos están absortos solo en sus problemas.
Me ha gustado mucho este micro.
saludo.

 

Bueno, desde luego este relato no pretende para nada ser autobiográfico, pero ser un fantasma para los nuestros es un temor que con los años se va apoderando de nosotros. Espero pertenecer al grupo de abuelitas atómicas e imparables cuyos espacios son respetados y cuya presencia es deseada por los nietos.
Gracias por tu visita.
Un abrazo.

 

Pues me encantaría que, como fantasmas que se conocen cuando ya pueden invadir espacios, traspasar paredes... tomáramos juntos un café de esos tan gustoso que hace "mi querida cafetera envejecida" que sabe mejor por vieja que por ser de marca...jaja
Gracias Eladio me encantan tus visitas.
Un abrazo.

 

Querido danie, si vieras que ahora que ya no queda ninguno de mis mayores, abuelos, padres, tíos, todos se han ido y me siento tan huérfana;ellos contaban tantas cosas, hay tantas otras que se quedaron pendientes; te aseguro que si fueramos consciente de lo rápido que se va la vida y de como con ellos desaparece la memoria familiar, nos sentariamos más con ellos a escuchar sus historias. Su ausencia deja un vacio profundo en nuestras vidas.
Gracias por tu lectura danie.
Un abrazo fuerte.

 

¡Hola Eratalia! gracias por estar aquí tan cerquita.
Recuerdo que cuendo yo era niña, los abuelos eran portadores de historias fantásticas, increibles, pero ellos las hacían creibles.

Besos amiga.

 

Querida Marlene totalmente de acuerdo contigo, es como si fuera obligado tener mil actividades, estar muy ocupado y nos encargamos de que los niños también las tengan...y así nos quedamos sin tiempo material para dedicarle a los nuestros, mientras el reloj corre cada vez más deprisa.
Gracias por tu presencia y comentario.
Un beso.

 

Hola lomafresquita, ¡que nombre tan refrescante! como tu gracia y tu entrañable comentario. No soy yo la protagonista del relato, al menos por ahora ¡gracias a Dios! Esto es solo un microrelato inventado sobre una triste realidad que nos rodea. No obstante gracias cálido mensaje que habla de gran corazón.
Un beso.

 

Querida Tere: De la abuela o el abuelo del que hablo, que no soy yo (al menos de momento jaja) abundan muchos hoy en día, que han acogido en sus casas a sus familias y poco a poco, van perdiendo espacio y presencia en sus propios hogares.
Gracias por tu siempre grata presencia Tere.
Un fuerte abrazo.

 

Hola MARLEN buenos días, ante nada gracias por tu presencia en este rinconcito de relatos.
Es verdad lo que dices; esta sociedad nuestra nos ha convertido en seres centrados en nosotros mismos y nuestros intereses; somos capaces de sentarnos en una mesa a comer con la familia, ignorándonos unos a otros todo el rato mientras atendemos a nuestros móviles.

Gracias por tu lectura y tu comentario.
Un abrazo.

 

Una verdadera sorpresa azulfilrojo y muy agradable por cierto. Gracias por tan amable comentario, lejos muy lejos de los maestros pero si que me apasionan los relatos.
Un abrazo.

 

Querida Tigana, siempre me alegra ver tus letras en este rinconcito que Mundo Poesía me brinda; todo lo que un día nos dieron nuestros mayores debiera ser compensando en sus últimos días, pero no es asi, la mayoría de las veces, tristemente. Entonces es como morir en vida.
Un besito mi querida Tigana

Me encanta ver ese tintero con su pluma en tus reconocimiento.

 

Hola Valen_Tina, siempre me alegra tus visitas y sustanciosos comentarios. Yo si que estoy encantada con tu visita. Gracias por leerme.
Un abrazo.

 

Hola Palmira, gracias por tu simpático comentario, un verdadero placer por tu visita amiga.
Un beso.