Dos Lágrimas Malditas

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Ella por fin habló. Se quejó ante la nada sin oídos, la nada que no escucha, como se quejan las mujeres poetas: con la cara hacia la pared en castigo, rasgando a uña limpia el encalado y comiéndole pedazos. Y él sabía que iba a hacerlo, que su juventud no le perdonaría jamás el atrevimiento de emprender cuentas finitas e incompletas. Él sabía.

Con un dolor sangrante escribió el "cómo". Plasmó el "qué" tapando ella misma, con el dedo medio, temblorosa, la arteria femoral cortada en dos por donde pretendía escaparse su pequeña vida húmeda.

No, no es una saeta. No la arroja un niño. Es más bien una suerte de prisión en la que caemos solos, porque tendemos a eso. Ella Habló de su prisión con falencias y de las escaras habitantes en sus brazos, de tanto estirarlos por entre los barrotes ardientes.

Él leyó todo aquello recostado en el ruinoso camastro de su propia celda. Tenía fe en escapar un día, tres, diez... para ir a abrazarla una vez en esta vida en alguna plaza pública, si es que los mitos de palabras al fin se hacían realidades. Abrazarla y no más, pues ella era chica con historias limpias, no mujer de hoteles. No sudor de noche y sangre lavada de día. Sudor y sangre mezclados para siempre en la promesa.

Recostado en el camastro ruinoso de su vieja impotencia carcelaria, masticaba el dolor de ella con el suyo propio intentando no parar en loco. Pero ya estaba loco. No quería consolarla; la verdad no sirve para consolar. Ni siquiera tenía la opción de suicidarse... al menos a corto plazo. A veces ni matarse le está permitido a uno ¡Hay qué ver!

Solo pudo, hueco, hueco y con los ojos puestos en un punto cualquiera de la pared rotunda, mascullar entre dientes la canción aquella que ya le fastidiaba de tanto haberla cantado antes:

"Esta mujer propone que salte y me estrelle
contra un muro de piedras que alza en el cielo
y como combustible me llena de anhelos... "

- ... ¿Con diez? No. Con diez no, con veinte... diez, veinte ¿Qué más da?-

"Con veinte años de menos no habría esperado
por sus proposiciones y hubiera corrido
impúdico y sangriento, divino y alado

Solo para verle,
solo para amarle,
solo para serle
y no olvidarle" *​

Dos lágrimas malditas quisieron aflorar a sus ojos, pero él las liquidó de manera fulminante con la rabiosa patada de un suspiro.

Noviembre e imposibles, 2014. César Guevara​

* Estractos modificados del poema-canción "Con Diez Años de Menos", original de Silvio Rodríguez.

 

Ay, que se puede decir con palabras lo que cuenta el poeta, en esta gran y nostálgica prosa, además de la canción del gran Silvio Rodriguez, en mi caso, solo me quedé absorta leyendo una y otra vez, sintiendo esa gran tristeza que expresan estas letras. Saludos y mi admiración para ti, estimado amigo y gran poeta!!!

 

La admiración es mutua, Mar_Con alma de Lobezna. Gracias por tus palabras y tu estima. Gracias por venir. Espero no haberte causado tristeza. Alivia la presencia de los/as amigos/as... y mucho.