Días de miércoles

lleno de café y nubes de algodón, pantuflas y saltos de cama

me encanta también dormir desnuda con Artemis, pero solo si ronronea y solo si ella en verdad quiere dormir conmigo (lo de desnuda lo estoy obviando porque la muy fresca siempre se pasea en pezones por la casa, el patio, y hasta por la vereda... Y por si fuera poco, la muy muy fresca se empieza a revolcar en la tierra, y a sabiendas de que ella es plenamente ente blanca diente de león, se tiñe de un color medio mugre olor a tránsito de hora pico y bocinas pero aún así sigue con su ímpetu de seducir y lo logra. Y va la la vereda en bolas, se estira en el piso, y lo logra).

y mimos, y lluvia, y correr con él que me agarra de la mano porque llueve y queremos comer cosas como facturas un alfajor y café

siempre café

pero otros días son de miércoles, y no hay vuelta que darle.

 

Parecía que hablaras de una gata... suena muy felina si...
Dicen que es muy terapéutico eso de dormir desnudo, no tengo ninguna duda.

Un abrazo!

 

Jajajajaja Belén no cabe duda que tu prosa es cómica y hasta llena de una realidad porque aunque se la pase desnuda logra atraer jajajajjaja

 

Me has hecho reír amiga que terrible que es pensar que una gata logra lo que nosotras no podemos. Hasta pronto