La luna enamorada

Hace mucho tiempo, cuando las ciudades todavía no se habían construido, existía en las afueras del pueblo en un lugar inhóspito, una casa muy lujosa pero abandonada, casi olvidada, esta inmensa casa tenía en el centro de su patio, una bella estatua, que representaba una figura masculina, que miraba hacia los cielos con sus brazos hacia el extendidos.
La luna para entonces, ya se había enamorado de aquella figura, que le ofrecía sus pálidos brazos, con su mirada y rostro perfectos para ella, porque allí estaba, entregándole su amor firme y eterno.
El único problema era que aquella estatua no le hablaba, simplemente se miraban toda la noche, hasta que amanecía, entonces la luna se perdía en el horizonte.
Ella todas las noches que salía se preguntaba, si su amado le daría algún día, alguna señal de amor.
Porque al parecer, los brazos extendidos y su mirada fija, no sentía la luna que fueran suficiente muestra de amor, necesitaba un poco mas de el, saber que realmente estaba allí para ella, y fue así que se le ocurrió tomar la iniciativa, enviando señales a su amado del profundo amor que sentía, fue cuando la luna comenzó a menguar, demostrando como ella sentía y vivía su amor por el, tratando de motivar a su enamorado para que igualmente manifestara sus sentimientos por ella, y aunque no hallaba respuesta, no desistiría.
Podía observarse en el rostro de la luna la tristeza que solía sentir, al estar tan lejana, de quién en silencio, le ofrecía amor incondicional, todas las noches, todas las estaciones y todas las épocas.
Así fueron pasando los años y la luna se hundió en la melancolía, tanta era su nostalgia, que había noches que se desaparecía, pero aunque ella no estuviera muy convencida, el realmente la amaba con todas sus fuerzas.
Fue cuando la estatua decidió retribuir el amor que le ofrecía tan lealmente la luna y con esa magia que tienen las estatuas, decidió conspirar con el universo para hacerle un regalo especial.
He aquí que al día siguiente sucedió algo inesperado, el llamado del enamorado fue escuchado, pero no de la manera que este imaginó.
Habían venido a demoler la casa abandonada, con la idea de construir en su lugar un parque de recreación.
Esa misma noche la luna vio lo que sucedía y desesperó, no supo que acción tomar para defender a su amado de tal destrucción, entonces furiosa se tiño de luto, para que el resto del mundo se diera cuenta de su tristeza e impotencia ante tal injusticia y eclipsó.
Los observadores y asustados habitantes del mundo, se desconcertaron ante tal suceso, no entendían que le estaba sucediendo a la luna, pero la estatua supo de inmediato del inmenso dolor y enojo de aquella.
A pesar del miedo, a nadie mas le importó, entonces la triste luna comprendió que su plan había fracasado.
Al siguiente día, la estatua pensó que no debía darse por vencido ante la situación, decidió entonces mostrarse mas fuerte, esbelto y bello de lo que acostumbraba. Le pidió al sol con la fuerza de su amor que lo ayudara posándose sobre el y así hiciera parecer mas reluciente e imponente su figura.
El sol que era amigo de la luna y entendía su amor profundo por la estatua, hizo caso al plan, brillando y posándose sobre la majestuosa estructura de mármol, entregando sus halos de luz, como nunca antes lo había hecho.
El arquitecto que en ese momento se encontraba observando la estatua, quedó admirado por la fortaleza y belleza de la figura, decidiendo entonces conservarla, construyendo debajo y rodeando la estructura, una imponente fuente de agua.
Llegada la noche, la luna desolada, se encuentra con la sorpresa de que su amado seguía aún allí, pero algo en el había cambiado, pues estaba sobre aquella hermosa fuente de agua, en el cuál la luna podía verse reflejada a su lado, casi acariciando a su amado y no pudo mas que agradecer, así fue como las apasionadas lágrimas de la luna formaron las estrellas del cielo, que pueden observarse en la noche, en mayor o menor medida, según el estado emocional de aquella luna enamorada.
Su amado por fin le había dado la señal que ella tanto ansiaba y buscó por tanto tiempo, y ya sin necesitar pedir mas, siguió menguando por siempre para su fiel amor, aceptando finalmente sus silencios.
Y aunque la fuente se fue deteriorando y perdiendo con el tiempo, la luna sigue recordándolo en cada fuente de agua que se encuentra sobre la tierra, expresando en ellas sus alegres y tristes emociones.
Pero cuidado, porque en alguna noche obscura cuando la luna eclipsa, es el enojo de esta por la pérdida de alguna de esas fuentes, donde la la luna recuerda eternamente a su inolvidable enamorado.

 

Gracias por compartir tu cuento
Me encantó
Un abrazo cálido desde el fin del mundo

 

Linda inspiración...

 

Gracias por leer mi cuento y por tu comentario Luna roja. Cordiales saludos!

 

Gracias Flor de agosto por tu comentario, lo aprecio mucho. saludos!

 

Se plasma muy bien armonizada tu producción literaria,... tremenda creatividad! Sigue así..

 

Muchas gracias Dayson por su paso por mis letras y por su comentario. Saludos!!!