Ana María Gazmuri

- Buenas tardes jóvenes, estoy aquí porque...

- Ni una palabra, mamita.

- ¿Pero?...

- Niunaaah.

Así está mejor. Erís harto tonta o muy valiente pa venir pacá, a nuestra esquina. La única esquina donde labora la pandilla durante sus recreos, así que si te dejaste caer, me anclino a pensar que es asunto del destino y nosotros contra él no interferimos.

- A ver muchachi...

- Date por pagada porque nosotros somos muy dados para manifestar nuestras muestras de carino y gratitud sinceras hacia todos aquellos esporádicos transeúntes que no tienen inconvenientes ni ningún tipo de reparos en dejarnos sus pertenencias bajo nuestro cuidado.

Como elemento pensante, líder y mentor del grupo, te doy la bienvenida al corazón del hampa local, donde se desarrolla de manera pujante y sostenible toda la actividad delictual de la zona. Aquí, encontrarás a los mejores exponentes del alunizaje, robo de cajeros con el método de saturación por gas y oxicorte, portonazos, motochorros, asalto en lugar habitado, robo con intimidación, estafa telefónica, cambiazo, cuento del tío, hurto, lanzazo; entre otros.

Y, sin más preámbulo, te conmino a que te despojes de tus artículos suntuosos y de valor ipso facto, esto es: joyas, aparatos electrónicos, tarjetas de crédito y débito con sus respectivas claves de acceso, llaves del auto, en el supuesto caso de que no te viniste en metro, y finalmente, y no por eso menos importante, el dinero efectivo, o sea, toas las monea.

Caso contrario, los muchachos aquí presentes, te darán una tupición de apremios ilegítimos de carácter punitivo y de connotación sexual explícita con desatenciones evidentes en los buenos modos y cuidados para contigo. De más está decir que las repercusiones físicas y traumas psicológicos asociados a esa acción serán del todo funestas. Así que... cáete con las monea.

Entrega las tarjetas al Bairon, que es nuestro experto informático; los anillos, aros y collares al Brayatan, gran tasador. Y las llaves al Toreto. Y rapidito, sí. Has lo que te digo ya que te confieso que te estoy luquiando mucho y estai bastante wena así que no me molestaría en absoluto inaugurar los eventos vejatorios si te negai a cooperar con la causa.

Vamos, vamos. No nos obligues a comercializar tu ropa interior en mercadolibre ni subir un video a youtube con tu perfomance. Mira que estaí de películaaaa...eso, así dale, gracias por tu coopera...

- ¡Para washo, para!

- Y qui pá con vó ajila'o.

- Loco, para ¿no cachaí quién es la rucia?

- Jajaj ¿no es tu mami, loco?

- No, loco...loco...es la Ana María Gazmuri.

- Y, por la rechucha ¿quién cresta es esa mina?

- Loco ...loco es la ex actriz.

- ¿Ex actriz? Actriz... equis... ¿triple equis?

- No, loco. Trabajaba en la tele.

- ¿Como actriz porno?

- No cacha'i una loco. No. La mina hacía las novelas.

- Ya ¿y? ¿querí un autógrafo, jil?

- Weon entero funa'o. Loco, no. Que después se dedicó a la yerba.

-¿Traficante? ¿la rucia rica?

-¡Nooo!! Ella es la que le pone weno pa que nosotros pitiemos tranqui.

- ¿La dura?

- Si poh. Ella es el rostro de esa volá, poh.

-¿Ana María Gazmuri? Ana María...¿y por qué no me suena?

Loco... soi entero vola'o. Si el otro día el Alan le dedicó un grafiti.

¡Shaaaaa! ¡el Alan! ¡de adónde! Ese grafiti era paraaa... era para la Ana... sí...para la Ana mariguana...

...¿ANA MARIGUANAAAAAAA?...¡¿Erís tú?!

- ¡ANANAAA MARIGUANAAAAAA!! (a coro)

- ¡!

- ANITAAA, ANITA...UNA FOTO!. ¡Una foto!

¡CÁLLENSEEE!

...

¡Anita! Anita, reina ¿pero qué está haciendo por acá?

- Buenooo... esteee... yo...

- Gracias, Anita. Muchas gracias por luchar y reivindicar nuestros derechos, y de paso facilitarnos la vida a través del cultivo, tenencia y consumo moderado de cannabis sativa. Es un honor que haya elegido precisamente nuestra esquina para desarrollar su campana de difusión, porque es eso lo que la trae por acá ¿no cierto? ¡Washos, loreen!

Me extraña que no la preceda su comitiva, mire que este barrio es medio peligroso, por lo que me han contáo. Pero felizmente se encontró con la pandilla que es de trato recto y honorable y sin medias tintas.

- Yo...

Ya cabros! A devolver todo.

- Claro, claro. Ahí está.

-Brayatan, falta un anillo.

- Sí, perdón.

- Permítame escoltarla de vuelta hacia su coche.

¡Ley cultivo seguro! ¡Ley culti...

- ¡CÁLLENSE!

Weno poh, Venga por aquí. Y espero que desde ya se vaya olvidando de este pequeño impasse. Después de todo no es común ver por estos rincones a tan bellas y distinguidas representantes de las altas alcurnias y jet set criollo. Es más, ni crea toda esa parafernalia que le solté. Es puro grupo. La pulenta, entre nos, he pasado tantos días de mi corta vida en cana que he terminado por asilarme en la biblioteca para no ser otro perkin, me entiende? Eso me ha dado la oportunidad de culturizarme mientras mato el tiempo, me entiende? Y si no hago merchandising frente al grupo después viene cualquier otro jil a usurpar mi puesto. Me entiende?

Bueno, yo...

Permítame su cartera. Aquí tiene un reintegro total de especies ¿Este es su auto? Qué maravilla. Mejor que el Toreto no lo haya visto; y sólo por curiosidad...de casualidad ¿no anda trayendo alguna plantita en la cajuela?

-Mnn...noo.

- ¿Pastito seco?

-Tammpocoo,

-Mnnmn... No sé por qué, pero le creo. Aquí tiene sus llaves y antes de que se vaya, me concedería el honor de una selfi. Gracias, muchas gracias ¿Y sabe qué? Igual deje las puras monea.

 

Jajaja No fue necesario hablar, pero se salvó porque su trayectoria la precedía hasta en esa esquina, al menos la pandilla mostró respeto a tal personaje, el que no conocía hasta llegar a tu humorística prosa y fui a buscar información sobre ella. Me ha gustado y divertido intentar entender ese dialecto callejero. Gracias Sergio por compartir este entretenido escrito. Un abrazo