Paréntesis parestésico

Conforme nos movemos a través de este desierto, la vida y el viaje nos cambian, van dejando marcas en nosotros, en nuestros cuerpos, con frecuencia estas marcas duelen, sin embargo a veces son hermosas.

Hace 378 días iniciamos un viaje que ni en mis sueños más locos habría imaginado, en medio del caos mundial, de la incertidumbre, en medio de tanto, nació un pequeño paréntesis armónico, que en su lenguaje tímido nos decía “todo estará bien, no estás solo” cuando nada hacía sentido en el mundo, esa pequeña pantalla de una forma extraña lo hizo, de a poco nos cambió; nació del claustro en un mundo de entumecidas piernas, cartas, estados, faltas ortográficas, micrófonos y cámaras tímidas.

Nació para recordarnos que somos parte de algo más, de algo eterno, que las penas y dolores son pasajeros, pasajeros de un tren sin retorno, no los volveremos a ver, a sentir, a escuchar, no los volveremos a vivir.


Cartas a Mila

 

Gracias por leerme, te mando un abrazo .

 

Gracias por leerme; te mando saludos y un abrazo fuerte.