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Lunes en la mañana.
La alarma se dispara con la impaciencia de encontrar su mirada.
Recorro el trayecto al colegio, mientras el desayuno se olvida en un plato con destino anunciado en el fondo de la nevera.
La alcanzo a ver metros delante mío, y adelanto el paso hasta situarme a la distancia de poder ver su cuerpo entero en movimiento.
Sus muslos tensos y delgados esconden la voluptuosidad de su madre cuando lava las ropas.
Es una flor perseguida por un imberbe soñador.
Falta tiempo hasta llegar al mediodía...

 

Lunes¡?¡?¡¡?
Feliz semana dragon.