Pura hipocresía

La hipocresía se erige como un artificio retórico y una estrategia política que pretende subvertir la verdad y la justicia, revistiéndolas de una apariencia de legitimidad y necesidad. En este sentido, la ultraderecha se vale de la manipulación discursiva y la propaganda para presentar sus políticas y acciones como justas y necesarias, cuando en realidad buscan imponer una ideología autoritaria y excluyente que beneficia solo a unos pocos.

La ultraderecha utiliza la retórica de la "seguridad" y la "tradición" para justificar sus políticas de exclusión y discriminación, presentándolas como medidas necesarias para proteger a la sociedad de supuestas amenazas. Sin embargo, detrás de esta fachada de aparente racionalidad y pragmatismo, se oculta una ideología maliciosa y antisocial que busca imponer su propia visión del mundo y sus propios intereses a expensas de la dignidad y el bienestar de los demás.

La hipocresía de la ultraderecha se revela en su capacidad para presentar la opresión y la exclusión como soluciones políticas y sociales legítimas, mientras que en realidad buscan erosionar los derechos y libertades de los grupos más vulnerables. La verdad y la justicia son sacrificadas en el altar de la conveniencia y el poder, y la moralidad se reduce a una mera herramienta de manipulación y control.

En este contexto, es fundamental desarrollar una conciencia crítica y una mirada atenta para desentrañar las estrategias discursivas y políticas de la ultraderecha, y para revelar la verdad detrás de la fachada de la manipulación y la propaganda. Solo así podremos construir una sociedad más justa y equitativa, donde la verdad y la justicia sean los principios fundamentales que guíen nuestras acciones y decisiones.

 

El primer ejercicio para conocer la verdad, parte de examinar el interior: la autocrítica.

Cuando se parte de la percepción del exterior, no se parte de verdades sino de supuestos: la crítica.

Esto no solo afecta a la "ultraderecha" o la "ultraizquierda" del análisis político. En realidad afecta a muchos más campos.
La estética, la moral, la ley, la ética, el arte, el deporte, la economía... en fin.

El ser humano para evolucionar necesita de la comunidad. Solo en convivencia es capaz de ser productivo para otros y para si mismo.
Y por ello la importancia de tener una base clara de conocimientos ciertos y comprobados que concuerden para todos.

De no existir la concordancia necesaria para una convivencia pacífica y productiva, solo se tendrán apariencias.


Saludos cordiales.

 

Muy acertado de principio a fin. Un abrazo compañero.

 

Gracias Luis.
Un fuerte abrazo, poeta.