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  1. A therymaria y jose luis muñoz les gusta esto.

  2. Con ella la belleza es simple, su resplandor complejo: es un furor breve, pero de consecuencias acaso duraderas.
    A él le resulta sucesivamente sencillo, con prudentes gestos, ocupar la sombra de alguien que se acerca, alguien casualidad.
    Con su ingenio mide la costumbre, la técnica de vivir. Para decir la verdad comprime el lenguaje hasta hacerlo silencio. El presente es también silencioso.
    Con ella hay un contraluz despacio hacia una mirada siempre más tarde. Hay una anunciación de silencio que filtra el cristal que tiembla en cada reflejo.
    Con ella hay unas manos que mueven un espacio blanco donde los sueños pasan sin desprenderse de su íntima línea de luz.
    El mundo tiene ahora el tamaño de un baile iluminado por el arco iris de un corazón y la espuma de un ángel.
    Hay un silencio de cada uno que tampoco es nuestro en el que, por un instante, podemos tocar la frágil flor del amor.
    Los sentidos han quedado relegados ante el resplandor. El baile es intuición o anhelo de contacto. En la bruma del fondo tiembla un cuerpo con la forma de los dos.
    Desde donde no está, la mira tan fijo que la levanta en brazos, y escucha la constelación deshojada de su silencio.
    En la trama del aire el vaho de los sueños es un sordo chasquido. Y las palabras sin dueño vuelan sosteniendo en la música de sus alas la transparencia de los suspiros.
    A pepesori y ropittella les gusta esto.
  3. Hoy la ciudad estará todo el día mojada, me doy cuenta cuando tus manos pasan por el piano, midiéndolo, besándolo. Las teclas sobre las que descansa tu mirada suben y bajaban llorando las notas. Tú haces del llanto música mientras todas las cosas se ponen a escuchar lo que tocas. Yo no quiero elogiarte como acostumbran los melómanos pero te escucho a tu hora, en el lugar preciso. Harto sé lo que tocas; tan simple, tan bello, como para morirse escuchando. En el medio justo de dos o tres notas tu destreza llena mi vida, te repites incansablemente, eres la misma cosa siempre; una nota en el instante justo en que deja de ser nota y deviene en un acorde. Puedo atraparlo, abrirlo en dos. Lo descubro libre por fuera y cautivo por dentro, y está lleno de ti. Comprendo que acabará siendo la semilla de un deseo y he de pegarlo. Así estamos tú y yo, pegados con agua, llorando la vida mientras el acorde se hace transparente.
    Ordeno a mi corazón que lata tus notas para no evitar que la ternura del llanto entre en mi alma. El mar se sienta a tu lado, está cansado de jugar con las nubes saltarinas y me llama diciendo: ven descalzo para no romper mi agua; ven apacible a reflejarte en el infinito espejo de sus ojos, dale a su nostalgia la esperanza de poder verte. Yo estoy más allá de tu mirada serena y siento las seductoras notas de una melodía herida que trepan a mi nuca, el dolor deja señales que se esparcen por el cerebro como si fuesen música. Una correcta inarmonía duele al apurar un momento tuyo. Tienes un mundo entre los dedos y un mundo más hondo y desgajado entre las teclas. Busco echarme en el mar y tener la libertad para mojarme, pero me empuja para no entrar donde hasta el piano siente tu cercanía. La melodía que tocas tiene la voz de un gran amor y una presencia de escondite que me enturbia el corazón. Tu nostalgia entra en la ciudad, donde tengo un lugar para abrazarte, pero me falta el mar para implorar el encuentro.
    A ropittella y therymaria les gusta esto.


  4. La ciudad que mi memoria deposita con extremo cuidado ante tus ojos, es mi mesa de contar fantasías. Yo quiero, si acaso, demostrarme a mí mismo que me sigue a todos lados. No sé el origen ni el límite del oscilante destino que me atrapó en esta ciudad de los sueños. Es como una epidemia enigmática, pero me sentaré allí, esperando que mi voz sepa llamarte sin romper el silencio.
    Tú tendrás que venir algún día con sigilo o con alguna incertidumbre, como extranjera atribulada por la niebla, a desenmascarar esta infección. Deberías ser tú, la extraña que enfermó de ella sin querer. Siente su bondad y ven cuando te apetezca. Ven cuando el alma te lo pida. Ven porque lo sientes, ven porque no tienen que enseñarte el camino, ni enseñarte a dar los pasos, ni a deslizarte, ni a dar vueltas, ni a saltar para aterrizar con buen pie antes de despegar para volar.
    Cuando yo sienta que vienes empezarán a producirse cambios. El primero será una sensación de calor. El calor generará pasión. La pasión impregnará el frío. El virus se derretirá y la sangre circulará libre de nuevo. Un sentimiento de consuelo se apoderará de mí. Mi oído y mi voz buscarán tu melodía. Nuestros corazones identificarán el ritmo de la ciudad y sincronizarán su armonía. Lo invisible y lo visible se unirán. La ciudad es una invitación proveniente de la esencia de lo invisible para fundirse con lo visible. Hay muchas formas de llegar. Escucha la que te dicte tu corazón.
    De no ser así, procura mantener los ojos abiertos. Tus ojos de humo como turbios cristales por el vaho que los vínculos desprenden, no deberían ya angustiarse, ni cerrarse, ni apagarse, contarán con el gozo de sentirse protegidos. Viviremos en la oscuridad, invisibles. Viviremos justo en el centro de un eclipse sin que los ojos ya puedan leerlo. Los cinco sentidos serán incapaces de percibir nuestra existencia. Permaneceremos incoloros a la vista.
    La ilusión hará caer los espejismos. La imaginación edificará la ciudad, en ella se recrearán tus sentimientos al mirar. Esa forma de mirar que me aprieta dentro, que me apunta al corazón. Esa forma de mirar emborronada que conquista la distancia y la reduce. En sus entrañas la luz metamorfoseará el viento de tus besos. Será tanto el alboroto, tanto el movimiento, será tan intenso el estruendo, tan intenso el incendio, tan profundo el gozo, que nada parecerá posible ni real. Un posible imposible de mil formas distintas, más allá cada vez, en otro umbral, en otro límite, donde pensaríamos cosas impensables, el argumento rozaría el desvarío. La felicidad no cabría en nuestras manos, ni querríamos comprender el vapor inexorable del tiempo. Nos correspondería vivirlo con suma lentitud.
    A MaríaA.G, Elisalle, Eratalia y 1 persona más les gusta esto.

  5. Has andado hasta el cansancio por donde acaso nunca fue un camino. Mirando al horizonte como quien mira su destino has logrado descubrirla. Se ha hecho tarde, dicen que es hora de cerrar. A esta hora la ciudad enciende sus temores, no importa, si vienes con la esperanza de encontrarme, saldré a tu encuentro. No tengo puertas a donde puedas llamar pero si vienes a mi ciudad con la esperanza de quedarte, dame tu mano.
    Te lo he contado casi todo ya, te lo he dicho mientras tus ojos han perdido sus zapatos cansados ya de caminar. Imagina que has llegado a una estación terminal: y aquí estoy, ante ti, ante tu rostro, ante tu sonrisa. Te he explicado que estás a las puertas de una ciudad que tal vez jamás ha existido.
    Fácil te será saber si estás de verdad dentro porque hallarás una luz encendida, será la luz que venga en el lugar de los días. Será una luz de memoria que iluminará la hora punta en las noches sin cielo. Una remota luz que se extenderá entre las horas y las calles. Una luz sin luna, una luz persistente que todo lo impregnará con el murmullo de estar cerca. Una luz como forma de habitar el silencio. Una luz que tendrá una misma silueta;la tuya.
    Tendrá tu nombre; palabra que nunca deja de temblar en mis ojos. Tendrá tus besos; restos de espuma de mar en mis labios. Tendrá tu mirada; perfume de luz que se deslizará por tu piel hasta convertirse en mi palabra. Estarás de verdad dentro cuando descubras que hay ojos que siguen el deseo desnudo de tus ojos, cuando sientas un amor que pide tiempo y te encuentres con razones que parecen tus razones. Estarás dentro cuando eches a andar y descubras que la ciudad no te sigue, va contigo.
    Esta ciudad no es nada de tu cuerpo, ni de tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre. No es tu sonrisa - que es igual que tu boca- ni tu voz dulcísima y suave, ni la humedad caliente de tu asfixia donde sostienes los besos. No es nada de tu cuerpo, ni una brizna, ni un pétalo, ni una gota, ni un grano, ni un momento... pero existe. Quizás sea ese lugar donde te encuentro, el lugar en que el aire se te acaba cuando te echo mi piel encima, el sitio al que le he prestado mi aire para que te quedes dentro.
    A ti, a MaríaA.G, a therymaria y a 1 otra persona les gusta esto.
  6. Me persigue un sacrificio imaginario
    amar sólo por una noche a quien me sueña
    hablar y seducir no poseerla
    y regresar a mi mundo en solitario.
    Esa noche yo te amé y te amé tanto
    que ahora sé; y no me equivoco,
    que soñar despierto sabe a poco
    y despertar del sueño sabe a llanto.
    A MaríaA.G, Malena Marquez, Uqbar y 2 otros les gusta esto.
  7. [​IMG]


    Sucedía después del susto de las clases,
    cuando volvían los amigos de entonces a buscarme
    entre enormes chopos que aniñaban las sonrisas.

    Nos bañábamos en tus aguas,
    todavía no existían los peligros
    ni el tiempo, ni el espacio,
    ni el sexo de las cosas,
    al menos en nuestra orilla.

    Reconozco mía la osadía,
    el murmullo de las madres
    lavando ropa en la otra orilla.
    Qué plenitud aquella sencillez.
    Qué frescura de luces
    entre aguas cristalinas.

    A veces, el olor de la ropa
    se agarraba a mi memoria
    sin que yo me diera cuenta.
    Puede ser que aquellas mujeres
    guarden mi niñez en sus pupilas.

    Cuando te miro ahora
    me embiste la nostalgia.
    El desafío a regresarte
    se recrea a cada paso.

    Cuánto he andado desde entonces
    para no moverme de mi orilla.
    A ti, a MaríaA.G, a Uqbar y a 2 otros les gusta esto.
  8. Sentado en mi escritorio
    mirando el horizonte,
    puedo ver tras los cristales
    un fragmento de distancia.

    Se desprende la nieve de los árboles,
    cae la luz de la farola
    y el último copo de la noche
    se desploma del tejado.

    En un trocito de azul cielo
    cae un nuevo día,
    a este lado del tiempo
    las cosas vienen o van,
    tu recuerdo cruza por mi calle,
    viene regresando o viene a regresar.

    Mientras caen las horas
    por el borde del silencio,
    me he visto a mí mismo
    ........................................ca
    ..........................................yen
    ..............................................do
    ..................................................c
    ...................................................a
    ....................................................y
    .....................................................e
    ......................................................n
    ......................................................d
    .......................................................o
    .........................................................en eso consiste extrañarte.
    A ti, a MaríaA.G, a Uqbar y a 1 otra persona les gusta esto.
  9. Caprichitos
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    Milagritos

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    Erase una vez, cuando había

    un poquito de nieve y de canela
    manzanitas y cerezas, luz de vela
    y un besito al acabarse cada día.

    Erase una vez, hace tiempo, te seguía
    escondidita en un sombrerito de franela
    cargadita de sueños hasta la escuela
    y en el banco contigo se ponía.

    Era una vida entonces como mil brillos
    sonrisitas y Milagritos por las mañanas.
    Por cada sueño infantil con avellanas
    un tierno amanecer en tus bolsillos.

    Qué tiempo infantil con Milagritos
    ni matemáticas ni geometrías
    todo flores y duendecitos.

    Era un tiempo infantil, lleno de gritos
    para pintar a color todos los días
    y volver palomas tus caprichitos.

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    A MaríaA.G y liliana leoni les gusta esto.
  10. [​IMG]

    Golpeo en la colita a la pequeña
    y ella sonríe complacida;
    luego intento soñar lo que ella sueña
    pero creo más bien que está dormida.

    La beso en sus párpados cerrados
    y un polvo de hada me tiene a mí despierto;
    tengo pulsos de su luz por todos lados
    tengo pulsos de amor como en un cuento.

    Feliz estoy por ella y un poco loco,
    también embrujado, solo un poco
    pero me da lo mismo, no me importa.

    Y no importa porque no veo
    a su lado a Peter Pan; la vida es corta,
    es un cuento, no es verdad, y me lo creo.​
    A MaríaA.G le gusta esto.
  11. Con esa ambición de brisa en tu piel,
    esa efervescencia de tu cuerpo,
    mientes. Yo sé que mientes.
    Quizás tu expresión frágil sea sólo un disfraz
    y en tus silencios quepan las palabras, las pasiones.

    Con toda esa facilidad que pones en tu sonrisa,
    ocultas. Yo sé que ocultas.
    Bajo la pereza tibia de tu piel, de tus gestos,
    de toda tu mirada,
    no caben más desastres.

    Con esas alas
    que sesgan la escondida estela de tu alma mensajera,
    gritas. Yo sé que gritas.
    Frente al mar, en vuelo abierto
    de ardiente primavera.

    Gritas miedos buscando cielos
    y de vuelta al mar entre sus olas
    aferrada a tus anhelos
    te dejas llevar rendida ante las horas.

    Y tú como si nada,
    como cisne bajo el agua
    que apenas siente la barrea
    del agua entre sus plumas.

    Allí, rozada por el agua
    has dejado los sueños
    y con ellos tu deseo
    de imaginarte en libertad.
    Te gusta esto.
  12. Fue en abril o en un sueño
    leyéndote entre versos
    con sabor igual a los recuerdos,
    parecía escuchar la vida
    golpeando mi ventana.

    Bebí agua de esa lluvia, agua limpia,
    y la mirada es distinta a la de entonces,
    es más sencillo mirar todas las cosas.
    El mundo no deforma,
    todo parece más hermoso.

    Encontré tu tiempo entre dos gotas,
    donde teje el silencio su desesperación.
    Amar no es la razón por la que amas,
    ir no es la razón por la que vas.

    En el horizonte
    una ventana a nuestra alma
    y versos que se visten de nosotros,
    con partes de ti y de mí que no conocíamos.
    Fragmentos muy pequeños que se abrazan
    en el fondo del río de los sueños.

    Lluvia de abril, caudal oculto, flor callada,
    fecunda luz de misterio, mi manantial.
    Te seguiré soñando a cada instante
    para saciar mi sed de caminante.
    A mephisto1176, liliana leoni y ropittella les gusta esto.
  13. [​IMG]
    .................Día corriente con llovizna,
    .................muy delicadamente por la tarde
    .................detrás de la ventana
    .................están lloviendo besos.

    ......................No llegan al suelo
    ......................debe ser por el cansancio,
    ......................por lo visto vienen de muy lejos.
    ......................Espero... escucho,
    ......................no hay eco de agua sobre el patio.

    .................ARRIBA, cielo azul.
    .................El aire denso de recuerdos
    .................reposa en el tejado.
    .................Los pájaros conmovidos
    .................intentan consolarme
    .................no paran de hablar,
    .................piensan que es pecado.

    ...........................La calle llena de ternura,
    ...........................los cristales cargados de colores,
    ...........................parece distinto... tan despacio,
    ...........................los deseos que se fueron, regresaron.

    .................Al fin aquí te tengo
    ....................empapándote en mi barrio.
    .......................Si vieras las esquinas sucias
    ..........................detente más abajo,
    .............................finge que no me has visto
    ................................y te espero más callado
    ...................................pero no lluevas tan deprisa
    ......................................dejas mi campo deshojado.
    Te gusta esto.
  14. Te recuerdo …eras Ayer y duraste una mañana.
    Te recuerdo en los colores y los fríos
    con otras dimensiones
    de la niñez blanca indefinida.

    Te recuerdo en el río, en el aula,
    en el patio de recreo jugando con los niños.
    En él se me curtió en la piel la primavera.

    Te recuerdo en las caricias de una niña
    volando como telarañas en el viento
    atrapando la luz de mi inocencia para siempre.

    Tras la cabriola de un espejo, oigo el aula,
    bulle de ella un rumor compacto
    de voces imprecisas, de unos niños
    que recitan la oración de cada día.

    Suena misteriosa la voz del maestro
    dibujando tu geometría en polvo
    en la oscura faz de la pizarra.

    Tras el cristal opaco del recuerdo
    te diluyes en el tiempo, y en el vuelo
    de una mariposa, y en la voz
    ronca del maestro,
    y en el último grito infantil
    y se cierra la vieja puerta.

    La madera carcomida restalla
    despertando aquella herida,
    el primer amor, el viento del norte.
    La tarde quiebra el último rescoldo
    derramando nostalgias en la escuela.

    En ti nací para el amor
    tan cerca de mi andadura
    que a ti quiero volver para el recuerdo
    envuelto en tiza blanca, en oraciones
    que amasaron mi alma en la niñez
    que duró una mañana...

    ...cuando los niños pintábamos
    de oro y menta las praderas
    cuando la lluvia nos peinaba
    con sonrisas de plata,
    en el patio de los juegos
    de cañones y de espadas
    de sueños blancos y de lunas
    de auroras y esperanzas.

    Sobre el polvo del sendero
    al trote de corceles
    niños y niñas jugábamos
    hacia un futuro de acero
    con oro y fuego en nuestras almas.

    Recuerdo que duraste una mañana
    eras Ayer cuando partíamos
    de tus umbrales a la nada. ​


    Hoy eres memoria de otros días, sombra de un tiempo que llevó en sus manos mi inocencia. Miro tus restos. Aún perduran en pie las rudas piedras que los sueños guardaron mientras fuimos niños entre tus muros. La memoria retorna hasta ese ayer hoy ya perdido. Hasta el vestigio de las mañanas radiantes en el patio. Apenas queda el eco de tus horas. El maestro espera sentado en su mesa mientras escribe despacio, y van cayendo lentamente tus minutos al fondo del aula rota por la luz que muere en el sosiego de manos dulces y pequeñas. Van pasando tus días y tus años y nuestras vidas, como un alud que arrastra la inocencia mientras te llevas los recuerdos entrelazados en la melancolía.
    Está el maestro recordando ese vivir hondo y perdido de su largo vagar por este mundo. Suena el viejo reloj. Apenas llega hasta los niños cada golpe y se diluye en nuestra sangre también, y nos golpean los cuartos y las horas y los días de un tiempo indefinible que brota en el agua de nuestras almas incompletas.
    En ti está lo que soy. ¿Quién me encadena a un tiempo que ha escapado? ¿Qué ha ocurrido y cómo rescataré el recuerdo si no queda ya en pie ni un muro de la escuela y todo ha dejado de ser como antes era? No puedo ya mirar. Si miro nuevamente hacia ti se alza la niebla y se pierde de nuevo en el vacío de la tarde que cesa.
    Voy despacio alejándome ya, corriendo aprisa para perder el eco de las voces que me inundan con fuerza. Nunca supe cómo la infancia sucumbió junto a tu sueño. Todo se vuelve melancolía sobre tu gris en la memoria.
    Escribe mi corazón letras de tu ausencia y se vuelca en la fiebre de la belleza toda. Porque al final sucede lo imposible: y lo que tanto amamos sucumbe al borde de tus muros.