A mis alumnos

Cada grupo que pude tener en mi salón de clase, fue único y me dejó un sentimiento diferente y una enseñanza muy particular: siendo profesor por primera vez, no creí que sentiría lo que sienten los que de verdad tienen el don de la docencia, que luchan años para conseguir ser profesor y que dedican su vida a ello.

Pero me ha pasado igual, siento una especie de nostalgia, de preocupación, de tranquilidad y a la vez de inquietud por ellos: nostalgia, por los buenos momentos y la forma en que aprendí de mis alumnos y ellos de mí; preocupación, porque no se si mi reemplazo será o fue lo suficientemente paciente para seguir enseñándoles y entender sus personalidades; tranquilidad, porque pese a muchas cosas, sé que intenté darles un buen ejemplo y ser tolerante con ellos; e inquietud porque quisiera que todos consigan buenos trabajos, que tengan mejores expectativas de vida y que sean aun mejores que yo. Supongo que muchos profesores sienten lo mismo que yo, ¿o no es así?.



En fin, en este espacio si quiero dejar algo mas para cada grupo, aunque quizá no lo lean todos mis alumnos, porque quizá sea una carta no enviada más de este espacio:



Esto es para mi primer grupo, el del sábado, ustedes además de ser los primeros que completaron su curso, también fueron el grupo que mas paciencia me tuvo, y el grupo que tuvo que aceptar alumnos de otros horarios, lo que ocasiono a veces que no hubiera mucho compañerismo, también hubo muchos roces con varios de sus excompañeros y tener que lidiar con dejarlos salir a receso mas temprano, y darles muchas libertades. El convivio de fin de curso fue muy bello, la pasamos muy bien y espero haberles dejado una buena enseñanza y que se superen más cada día, hasta luego Mailett, Karla, Nora, Eduardo, Sofia, Pedro, Bianca, Eduardo y Rosa.



Mi segundo grupo, el del domingo, pues aunque solo me quedaron 2, fueron un grupo muy tranquilo, que las veces que pudieron convivir conmigo, no fueron momentos tan malos; sin embargo, me queda cierta sensación de fracaso al no poder evitar que muchos de sus compañeros se dieran de baja y tampoco evitar que ustedes cayeran en la inercia de mis problemas, de sentirme presionado en el trabajo y de que, muchas veces, di por hecho que aprendían cuando tal vez, no era así, lo siento mucho. Y pues, sólo espero que se superen, que traten de ser un poco mas comunicativos y que recuerden que son muy capaces, nunca lo olviden y hasta luego Guadalupe y Edy.



Mi tercer grupo. . . el de lunes a viernes a las 7 de la noche, con ustedes hay demasiadas vivencias que creo recordarán conmigo: mi insistencia desde su primer día de clases, de que yo iba a dejar pronto el empleo, y la reacción de desconcierto que tuvieron, creo que nunca se imaginaron que su profesor les dijera eso en el primer día, ¿verdad? Tampoco puedo olvidar que de algunos de ustedes encontré aceptación desde el principio, tanto de Susana y Marisol como de Elizabeth, cuando llegó tarde y de Mayra, que se incorporó una semana después. Menos me olvido de Ángeles, la alumna que más puso a prueba mi paciencia, y tampoco puedo olvidar que yo los dividí como grupo, porque lo reconozco, con ustedes no fui un buen profesor mucho tiempo: y me olvidé de ayudar a algunos de ustedes y me apena mucho eso. . . quizás la impresión que dejé en algunos de ustedes se quedará así siempre y no puedo evitarlo, pero si puedo decirles: LO SIENTO MUCHO. No todo fue malo, porque nuestro intercambio de regalos en diciembre fue muy padre, nos divertimos mucho todos y aunque nunca fueron un grupo unido, al menos en ese día, pareció que sí. Échenle ganas todos, Andrés, Guadalupe, Mayra, Elizabeth y Marisol, gracias y hasta luego.



Mi cuarto grupo, entre semana de 4 de la tarde, pues ustedes vivieron una etapa extraña conmigo, ya que aunque disfruté muchísimo ser su profesor, mis problemas con el trabajo y mi actitud a veces negativa, no ayudó a que ustedes tuvieran un desarrollo pleno; confieso que cuando supe que sería su profesor, mi primer reacción fue de fastidio, porque no se me había avisado a tiempo y porque pensé que era algo que mi director hacia a propósito; pero con el paso de los días ví en ustedes mucha aptitud, mucha disposición de aprender, claro con algunas excepciones, pero en general, y aunque no evité que se salieran algunos, creo que se quedaron los que sí querían aprender, y eso lo valoro mucho. Ustedes se adaptaron a mí y yo a ustedes, y las clases eran divertidas, escuchando su música y ustedes la mía, y cuando se incorporaron sus 3 compañeras también se supieron adaptar, o al menos 2 de ellas; cuando entró Brenda, pues se mantuvo algo reservada y tímida, pero cuando se decidía también podía convivir con nosotros; cuando entró Betzy, pues pensé que sería lo mismo que con Brenda, pero me alegró que no fuera así, ya que además de ser muy dedicada en clases, pues se entendió muy bien con todos, tanto así que pasó a ser la jefa de grupo; y Deysi, aunque se incorporó al último, supo adaptarse a su circunstancia (ir solo uno o dos días 3 horas), aunque creo que no se llevaba bien con todos, pues halló una compañera amigable en Betzy y debo decir que es también muy dedicada a clase, aunque sinceramente, la comedia no es lo suyo. Aunque ustedes aún no terminan su curso, sé que lo harán muy bien, y pese a que Lorena ya no forma parte del grupo, a ella y al resto de ustedes Arturo, Maria, Betzy, Brenda y Deysi, les agradezco su constancia, y su forma de ser. . . hasta luego.



El ultimo grupo, bueno, pues este grupo no pude conocerlo mucho si quiero dejarles esto también; la circunstancia con ustedes fue diferente que con el resto, y confieso también que tuve cierto rechazo (aunque un poco más justificado) de tenerlos como grupo, porque eran una mezcla de dos grupos diferentes, y con una diferencia de mes y medio entre cada uno, es decir, un grupo tenia un mes y medio de adelanto con respecto del otro, lo cual significaba que no tenían los mismos conocimientos, ni experiencia, ni práctica en las computadores; traté de adaptarme a eso, y con ustedes la verdad no sé si lo hice bien, eran un grupo abierto a veces pero otras tantas, completamente cerrado a mí y eso me dificultó mucho conocerlos mejor; solo tuvimos un convivio el 14 de febrero pasado, y creo que la pasamos bien, y aunque había algunos que no querían hacer nada, creo que quedaron los que tenían que quedar. Tanto Diana como Leticia me demostraron ser alumnas constantes y preocupadas por aprender, Tania me tuvo paciencia para esperar mientras los demás de su grupo aprendían lo que ella ya sabía, y en general, el grupo mas adelantado me tuvo paciencia, gracias Elizabeth, Tomas, Diana, Leticia, Tania, Cinthya, Santos, Gabriel y Janeth, hasta luego.



Lo ultimo que puedo decirles, antes de cerrar definitivamente este bello aunque a veces accidentado capitulo de mi vida, es que fueron alumnos leales; leales en cuanto a lo que les conté de mis experiencias laborales y consejos de como mejorar; y leales en cuanto a amistad y solidaridad. . . gracias por entenderme cuando vieron que no era un profesor de mucho tiempo, y que solo era un tipo parado frente a ustedes, venciendo los nervios e intentando darles lo mejor. .



GRACIAS A TODOS, LOS LLEVARE EN MI MEMORIA SIEMPRE Y ESPERO QUE SI ALGUN DIA LOS ENCUENTRO EN LA CALLE, ME RECUERDEN COMO UNA PERSONA QUE, SIN SER PROFESOR, TRATÓ DE ENSEÑARLOS, DE CUIDARLOS, DE ENTENDERLOS Y DE AYUDARLOS TANTO COMO PUDO. . .

¡GRACIAS!

 

bueno es un escrito que salió de tu corazón y por ello es muy valioso.
Intepreto que fue tu primera experiencia frente a un alumnado, me gustaría saber que materia enseñaste.
Pero al margen de eso, noto que tiene lo que un docente debe tener, vocación y cariño, como hija de una docente, te entiendo, ella ahora maestra jubilada, recuerda a sus alumnos de cada año y todos le dajaron marcas especiales ys se que ella también les dejó marcas a sus alumnos...por qué? porque es una docente que entregó su corazón al enseñar.
besos, te felicito y adelante.
cariños

 

antes que nada gracias por leer tan extenso escrito, y pues, como escribi en él, no se si a todos los que pueden dar clase les ocurre, en mi caso, sé que no es mi vocación, y sé que tuve muchas fallas con ellos, sin embargo, traté de darles lo mejor, y con todo y los problemas y enredos que tuve con ellos, espero haberles dejado algo bueno.
Lo que enseñe durante un año y medio fue computación, y fue gratificante y de verdad siento nostalgia por todo el tiempo que comparti con cada uno de mis grupos.

Gracias una vez mas por leer mi escrito!

 

si que esta extenso, pero es ameno este relato, ojala que te recuerden como el buen maestro que fuiste, fue un gusto leerte!