En vilo olvidado

Siento en vilo el alma y el rostro descompuesto por la soledad. La alarma resuena en el buró que medita el despertar. La vaguedad de sus pies hace del momento algo tan cansino que duele respirar sus lamentos. La oscuridad de los ojos se desvela en la sombra blanquecina que se dilata en la humedad de las sábanas blancas. Los labios del cristal de la ventana mordisquean la luz mortecina que oblicua se cuela. Añoranza efímera en los segundos amatorios del recuerdo se fruncen en las manos cabizbajas. El sol aún duerme bajo el cobijo de un cielo grisáceo, melancólico. Las palabras se enredan en el pecho amotinados de dolor. Ella desde lejos se lubrica las sienes con besos escasos de un amor que se va lentamente con el tiempo entre sus ardores. Se desgasta el vigor en un puñado de ilusiones opacas. Aún le causa a la espalda sombría necesidad de caricias bajo una luna sorda y ciega. Es verdad que las baldosas tiñen sus laberintos de color con suspiros sepias una tarde que jamás muere. Antojos ávidos de desbocar la soledad en brazos de un beso acurrucado en labios de fruta fresca. Se omite voluntariamente la despedida angustiosa de la soledad y la melancolía. En vilo está mi alma y se le ha olvidado que ya no estás.

 

Hay tanta poesía en tu prosa...imágenes de opacidad y dolor magníficamente dibujadas en letras.
Un placer ser la primera en dejarte una huella en tan excelente obra, Ivoralgor.
Un abrazo!

 

Agradezco tus comentarios!!

Saludos!!

Hay huellas que jamás se borran...