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Hijos

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Vevero, 19 de Octubre de 2009. Respuestas: 7 | Visitas: 766

  1. Vevero

    Vevero Poeta reconocida en el portal

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    Yo sabía que tener hijos te cambia la vida; todos te lo dicen. Pero no me imaginé qué tan ciertas eran estas palabras hasta que nació mi segunda hija.
    El tiempo fue el primer problema: ahora ellos dos me consumen todo y cuando duermen la siesta (si es que lo hacen), tengo una casa y un marido que atender. ¿Yo? No. Yo no estoy ni existo, yo soy ellos. Mi pelo no tiene forma, mi ropa ya no me luce, estoy tan flaca... Para peor, me tocó ser madre en época de crisis y no hay dinero que alcance. Debo meditar todos y cada uno de los gastos.
    Suponía que cuando la bebé creciera, esto se iría acomodando, pero todo sigue igual y ya ha pasado un año de su nacimiento. Ella, la más chiquita, se despierta antes que yo y no se queda quieta, por lo que mi primer inconveniente del día es bañarme. Algunos días, si pretendo darme un buen baño, debo hacerlo pasadas las 12 de la noche o levantarme antes de que amanezca. Cuando pretendo ponerme un poco de crema o dedicarme algo a mí misma, se despierta el varón de 5 años, que todavía no comprende que no puede ver desnuda a su mamá y que tampoco entiende qué es esperar cinco minutos por una taza de leche. De esta manera – con lo primero que encuentro- me dirijo a la cocina a preparar el desayuno. Ya son casi las 10:00 de la mañana.
    Y así sigue pasando el tiempo. Ahora tengo que ocuparme de los dormitorios, siempre con los 2 dándome vueltas (olvidé mencionar que la pequeñita camina desde los 10 meses y estamos en vacaciones), prestando mucha atención para que no se lastimen entre ellos y que ninguno vaya a jugar a la escalera- terminé; ya son las 11:30 hs, tengo que barrer y preparar la comida. Guardo la esperanza de que a la hora de la siesta podré arreglarme el pelo y maquillarme un poco.
    Segundo obstáculo difícil de sortear: el almuerzo. Éste debe reunir las siguientes condiciones: algo rápido que puedan comer los dos, lo más sano posible. Suena el teléfono; viene a comer mi mamá. El plan del mediodía cambia ahora rotundamente, debe seguir siendo algo rápido, pero tiene que ser sumamente elaborado sino me va a decir que no me preocupo por mis hijos y debo, además, dejar la casa impecable, sin un vestigio de vida diaria, es decir, perfecta. Los chicos tienen que estar tan limpios y bien vestidos como si en cinco minutos saliéramos para un casamiento. Si no quiero tener que soportar todos los sermones que suele darme ya que somos madres de diferentes épocas y caracteres.
    13:30 hs, la devastación llegó a la cocina. Por suerte, está la abuela y juega con ellos mientras me dedico a lavar platos y ollas y organizar el descontrol de la cocina. La nena se quedó dormida y yo sigo secando los platos. Terminé de barrer y la verdad es que no tengo ganas de marcarme el pelo, me pongo un poco de base en la cara porque asusto así como estoy. Ya son las 15:00, el nene me empieza a pedir la leche, lo convenzo para que coma un yogurt, ahora quiere agua y un poco de jugo. Se despierta la nena. Ahora sí preparo la merienda para el más grande, le doy la teta a la bebé; mi vieja prepara los mates.
    Son las 17:00 y todavía no planché nada; me quedan 45 minutos para pensar en la cena y preparar al varón para fútbol. De 18 a 19, no hago otra cosa que esperar mirando cómo mi hijo hace goles y se enoja cuando no puede tocar la pelota, mientras la nena no se queda quieta ni un segundo y todo el mundo trata de divertirla.
    19:30 hs. De vuelta en casa. Cena y baño de los chicos. No sé qué invento hago pero a las 20:30 tengo a la gorda bañada y comiendo, al nene bañado mirando los dibujitos animados, esperando que llegue el padre. Cenamos todos juntos; y los 3 se van a jugar al cuarto. Debo ordenar otra vez la cocina después de la comida y de mi hija porque mientras cocino, ella se encarga de vaciar el bajo mesada.
    22:30 hs Todo en su lugar. Se me pasó el día sin planchar, lo haré mañana temprano. Ahora voy por el último round: acostarlos y que se duerman. Lo gorda toma la teta, protesta un poco y cae rendida, pero sé que dentro de dos horas se despertará lloriqueando por un poco más para dormir por lo menos hasta las 6:00 a.m. Me acuesto un rato con mi hijo hasta que creo que está dormido, sigilosa salgo de la habitación y me siento a charlar con mi marido que me espera con un café. Entonces aparece una carita que nos pregunta qué estamos haciendo y nos vamos a dormir, hasta la 1:00 no muy profundamente, después sí. Pero antes me gusta quedarme observándolos en sus camas y agradecerle a Dios la locura de ser madre.
     
    #1
  2. magozzcuro

    magozzcuro Poeta asiduo al portal

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    ahora pienso en mi hermana yle hallo la razon a su mal genio; es que llevar ese estilo de vida y olvidarse deuno mismo no es facil,,,
     
    #2
  3. Vevero

    Vevero Poeta reconocida en el portal

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    jajajaj que bueno que mi relato te halla ayudado a comprenderla
    saludos y gracias por pasarte
     
    #3
  4. Maramin

    Maramin Moderador Global Miembro del Equipo Moderador Global Corrector/a

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    El oficio de madre nunca se acaba, no se jubila, aunque los niños se hayan ido seguirás dependiendo de ellos...:::banana:::


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    #4
  5. Vevero

    Vevero Poeta reconocida en el portal

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    eso espero que siempre nos necesitemos, pero que no nos ahoguemos jajaja
    saludos
     
    #5
  6. Estrella Cabrera

    Estrella Cabrera Poeta adicto al portal

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    QQué bueno,madraza!Allí en tu tierra y aquí en la mía, todo es igual.Qué bonito es ser madre! Ahora... pongamos las cosas claras, y tú en tu escrito, sin dramatizar, has llegado a explicar lo que es ése drama maravilloso que consiste en cuidar de unos hijos.Porque ser mujer es tantas cosas...me cago en la leche, doy gracias por haber nacido mujer y por ser madre, a pesar de que, amenudo quisiera ser varón,pero,qué carajo,no cambiaría mi condición por nada del mundo. Te mando mis estrellas y mis besos, Estrella.
     
    #6
  7. x

    x Invitado

    Muy bueno amiga...yo siempre lo dije la diferencia de un hijo a dos...es un abismo en tiempo que se acorta y no alcanza. Tengo 3 hijos...ya el tercero se me hizo mas tolerable...a veces jejejejeje. Te felicito por tu originalidad y relato. Paloma2
     
    #7
  8. Vevero

    Vevero Poeta reconocida en el portal

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    Gracias Estrella por leerme, la verdad que sí; ser madre y mujer es algo tan importante, tan grande que yo también agradezco ser una y te digo más, agradezco haber parido otra que se las trae jajajaj
    Saludis

    ESo mismo dice mi madre, pero yo planeo quedarme solo en 2.
    Gracias Paloma por pasar

    Saludis
     
    #8

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