Voluntad

Dos horas tarde... ¿¿qué estaba pensando?? su misión era inaplazable, las puertas de la ciudad se cerrarían pronto.
De pronto un ruido surgió de los arbustos a su derecha,
-¿Quién está ahí?¿Eres tú?
Y una voz surgió del arbusto, pero no la que esperaba.
-Si, soy yo, aunque no creo que me esperaras... tú compañero fue muy amable en escoltarnos hasta aquí, te sorprenderías lo que hace una persona por una mejor paga en estos días. Últimamente el reino no ha tenido los envíos acostumbrados, el rey supuso que era la guerra, ¡vaya que tardó en deducirlo! Supongo que eso pasa cuando el rey sólo tiene diez años ¡ja ja ja!
Su risa fría como el hielo, era tan espeluznante que sintió que los cabellos de la nuca se le erizaban.
-Supongo que sabes por que estoy aquí.
-Sí, tu amigo tuvo la amabilidad de decírnoslo. Me temo que serás juzgado, es una lástima que estas misiónes de darle comida al pueblo fracasen de este modo. Ustedes no pueden enfrentarnos, no sé por qué pelean tanto.
-Se supone que usted asesoraría al rey para cumplir su deber, ¡confiamos en usted! y ¿qué nos dio? enfermedad, hambre y muerte, ojalá te hubiera matado aquél día.
-Si, tal vez si lo hubieras hecho tu vida duraría más, pero no lo hiciste, así que ahora morirás gracias a tu compasión.
-El rey te expulsará si me matas.Tengo protección.
-¿Olvidas la última ley que ese rey publicó?
-¿Cuál?, no he tenido tiempo de ponerles atención, me he ocupado organizando esto.
-¡Vaya pérdida de tiempo! si esto es el resultado de tus esfuerzos entonces te he sobreestimado.
-¡Calla! ¿crees que soy la única persona con una misión aquí?, además no me has dicho cuál es esa nueva ley.
-Ah si. En la nueva ley, por orden del Rey yo tengo la palabra final en las decisiones importantes que atenten contra la seguridad del reino. Ventajas de ser líder del Consejo.
-No me lo esperaba...
-Suponía que no, y ¿sabes lo que eso significa?
-Que, despues de todo, si tienes autoridad para detenerme.
-Exacto, así que vamos, tu celda te espera mientras te juzgan culpable.
-¿Qúe te hace pensar que iré pacíficamente?
-Que tengo a una docena de soldados rodeándote listos para disparar.
-¿Y? eso no significa que vaya a dejar que me exhibas como tu trofeo.
-Tú y yo sabemos que no tienes posibilidades de escapar, y si te mato aquí, de todos modos puedo exhibir tu cuerpo.
-Sí, sólo si no lo destruyo yo primero.
-¿Que quieres deci...
Se interrumpió, pues su víctima había sacado una pequeña botella de cristal del bolsillo.
-¡Deténganlo! ¡que no la suelte!
Pero antes de que pudieran reaccionar, la botella se había roto en el suelo, liberando una gigantesca tormenta de fuego que devoró a todos los presentes, excepto a un miembro del Consejo.
Aquella persona que lo lideraba, que, a pesar de su derrota, siguió utilizando la influencia que tenía sobre el Rey para apoderarse de las tierras de éste.
Hubo mas revolucionarios, pero la mano de hierro del ejército aplastaba a toda oposición, no había fin a su crueldad, al menos, no en este relato que me han contado...

 

Jaja, ya me imagino a todo mundo incinerándose.
Tienes razón esa voluntad no se encuentra en muchas personas en la actualidad, yo intento tenerla, pero a veces fallo estrepitosamente, ojalá que eso no te pase.
Gracias por tus comentarios, siempre me animan a seguir comentando en tus escritos jeje, y también a seguir escribiendo, saludos, que las estrellas guien tu camino.

 

Qué te puedo decir... me gusta, me fascina, me encanta... y esa clase de personajes, esa voluntad, "primero muerto que ser tu trofeo", me recordó a Cleopatra, esa clase de cosas muy pocos se atreven a hacerla, como dicen, ojalá hubiera más personas así... morir por lo que creo, por lo que quiero.
Otra gran obra, o idea o como quieras llamarla.
Espero que nunca se pierda tu voluntad, ni tu libertad.
Saludos.
La Princesa Negra.

 

Un reconocimiento de la Princesa vale mucho para mí. Ya me conoces, gracias a mi voluntad soy así, resiste las injurias de la vida con esa voluntad que tienes, como lo has hecho hasta ahora, que las sombras te resguarden y te protejan, nos veremos, en ese lugar al que llaman infierno...