Un rato en la ventana...

Un día como cualquier otro, en una zona donde los autobuses no dejan de pasar y suenan las ambulancias y bomberos apurados por llegar a donde los llaman. Aquí me encuentro yo, en la Florida, haciendo esquina entre las Acacias y la Andrés Bello, una zona peligrosa y transitada a toda hora.

Pasa un grupo de gente elegantemente vestida. Sombreros, faldas y tacones son las cosas primordiales en este grupo de gente que baja. Son judíos. Probablemente la misa acaba de terminar. Siempre me ha extrañado que cuando pasan los grupos van los hombres y niños por un lado y las mujeres y niñas por otro.

Las personas se paran a esperar un carrito que los lleve a un lugar cercano al metro o simplemente a sus casas. Hay un abasto al frente de donde se paran los autobuses, el supermercado Gran Sasso, de supermercado sólo tiene el nombre, cualquier cosa que busques es el lugar menos indicado para conseguirlo. Hombres en frente del supermercado se encuentran bebiendo y diciendo cualquier tipo de vulgaridades a las mujeres solas que se paran a agarrar un bus. Borrachos vienen y van. Una mujer que sale corriendo detrás de un niño, que cruza la calle sin ver y un carro verde que frena rápidamente para no atropellar a nadie, suena estruendosamente. Cierra el supermercado temprano y deja afuera a dos borrachos, se quedan unos 10 minutos en el suelo y luego se van.

Una mujer de cabello largo, minifalda y zapatos de tacón alto pasa por toda la avenida, un carro se para y ella se monta. Simplemente buscaba un cliente.

Abajo del edificio una farmacia, muy conocida por la gente de la zona como “su farmacia”. Venden costoso y tiene pocos medicamentos, los carros se paran en frente, los conductores se bajan, posiblemente buscando medicinas urgentemente, pero se van tan rápido que de seguro allí no las consiguen.

En frente un edificio de 11 pisos, en el último piso sale una mujer rubia, de mediana estatura y desnuda, riega sus matas tranquilamente. Es posible que no se de cuenta que desde mi edificio se ve lo que ella esta haciendo claramente o simplemente no le importe. Es artista, hace vitrales enormes para decorar su casa y tiene cuadros hermosos allí. En ocasiones la he visto trabajando en sus obras, pero en este momento sólo riega las plantas de su casa. Me pregunto si no le dará frío, yo estoy vestida y estoy dentro de mi casa y tengo frío, en cambio ella esta desnuda y en el balcón. Debe ser una de esas personas calurosas.

Pasa un chico en su bicicleta roja, es una montañera. Cruza la calle muy cuidadosamente. Suena mi timbre, el chico de la bicicleta es un viejo amigo que paso para saludarme. Sube y lee lo que escribo, le gusta. Hablamos un rato y se va. Sigo viendo por la ventana, lo veo pasar de nuevo y me saluda. Supongo que pensará que no iba a escribir eso.

Comienza a sonar una música a todo volumen. Es en el edificio que esta lateral en el 6to piso, que es el último. Veo personas tomando y riendo, es una reunión familiar. Cantan cumple años a un señor mayor, probablemente el abuelo de la casa. No bailan, sólo hablan y ríen con música relativamente alta. La noche se llena de ruidos de autobuses pasando tan rápido como les es posible, quieren terminar rápido su jornada nocturna o le tienen miedo a los peligros que pueda esconder esta y otras calles en la gran Caracas.

 

Gracias Por Comaparti Este Bello Relato..besosn De Tu Amiga Luz

 

Gracias amiga Luz, me alegra que te gustara mi relato. un beso, Ann.

 

vaya que me hablastes de caracas de la manera mas simple... sin embargo estas mostrando un poco lo feo, la cuestión es que vengan a turistear en el pais!!! jajaja muy buen relato, de verdad simple pero trae consigo una rutina que tambien forma parte de mi vida, coincidencia?

 

jeje ke lindo alan gracias por leerme....te quiero mucho y bueno,todos tenemos un pedazo de caracas asi... que bueno ke t gustara. Un beso.
Ann

 

Mi querida Ann, hoy vi un cuadro pintado de una ciudad, cuadro que se pintó solo en mi mente al leer cada palabra de este escrito, que escribes y en verdad deja sin habla, México no es muy diferente a Caracas, cosas sencillas, simples y cotidianas, pero jamás el cuadro es parecido al de ayer, y de eso solo nos damos cuenta si nos quedamos... un rato en la ventana

 

Jeje si me querrido hombre lobo.....solo vemos las cosas diferentes si nos quedamos observando lo que se nos hace cotidiano....
Un placer que estes aquí!
Te quiero mucho!:::hug:::
Un besote!
Ann