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Wikirrelato (relato en grupo)

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por Évano, 20 de Septiembre de 2013. Respuestas: 9 | Visitas: 2887

  1. Évano

    Évano ¿Esperanza? Quizá si la buscas.

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    Araceli despertó a mediodía. Las largas discusiones con Carlos se alargaban en la madrugada sin lograr que este sentara la cabeza. Salió al jardín, recibiendo de golpe el sol de un setiembre demasiado caluroso. Se masajeó la frente mientras oía un montón de susurros. Los ojos se le fueron aclarando y el cerebro daba forma a las imágenes del verde césped, a la calle donde habitaba y a las casas que la escoltaban con sus jardines abiertos. Al ver a un montón de vecinos alrededor de algo que había en la esquina de su parcela, se acercó, temerosa de que su esposo hubiera liado alguna de las suyas. No se equivocaba.

    La gente abrió el círculo y dejó de cuchichear. Al darse cuenta de lo que allí ocurría, el rostro se le ruborizó. Lo ocultó con las manos mientras se decía: "¡No puede ser, tamaña estupidez, no puede ser!".


    Carlos, el querido compañero de matrimonio, se había enterrado de cintura para abajo, con la parte de arriba del cuerpo desnuda. Unas margaritas le adornaban la cabeza. Se ajustó la bata de flores e intentó mantener la compostura ante las sonrisas de los vecinos.


    —Os ruego que nos dejéis solos —logró pronunciar.


    La veintena de personas se alejaron a la esquina de la calle para seguir sacando toda clase de conclusiones. Araceli se arrodilló ante Carlos y le habló bajito al oído.


    —¡Tú quieres que seamos el hazmerreír del pueblo!, ¿verdad?


    —Te veo las bragas desde aquí. No son maneras de salir a la calle —obtuvo por respuesta.


    —¡Claro, eso es lo importante, que yo salga con bata y bragas a mi jardín! Eso es más importante que me encuentre a mi marido semienterrado en él.


    —Quiero ser un árbol, Araceli, compréndelo.


    —¡Es una idea estupenda... un árbol... cómo no se me habrá ocurrido a mí! ¿Quieres que te acompañe? Ahí está la pala, si quieres hago un hoyo y nos volvemos árboles los dos juntitos.


    —Es mala idea, Araceli; ahora me he dado cuenta que... mear, lo que se dice mear, se puede; pero lo otro va a ser complicado, y más las veces posteriores.


    —¡Vaya! ¿Y tu idea a partir de ahora es...?


    —Desentiérrame, Araceli, ya pensaré en otra cosa.


    —Quizás... ¿hacer una vida normal, sería buena idea...?


    —Sabes que no, ya lo hemos hablado. Quizás pruebe lo de aquel que lleva con el brazo alzado más de cuarenta años...


    —¡Ya basta! Ahora mismo llamo al psiquiatra, ¡y no hay más que hablar! Y para que lo sepas, las margaritas no son árboles, sino flores, o... ¿es que te daba vergüenza que te viera la gente? ¡No respondas, anda, no respondas!


    Araceli llamó al doctor y este vino y le dijo lo de tantas veces, que no encontraba nada anormal en Carlos, que era un hombre que buscaba otras alternativas en la vida, que se lo tomara con humor. Y el psiquiatra se llevó la misma respuesta de siempre por parte de Araceli: "Usted está más loco que él".

    El tiempo pasaba mientras Carlos probaba nuevas experiencias, "más blandas", dado el tremendo cabreo acumulado en la mujer.

    Probó el ir contando los minutos del día a partir de la fecha de nacimiento, incluso por la noche, por lo que tomaba cafés a todas horas, o se colocaba pinzas que apretaban cejas y párpados, o anotaba en la libreta los estrafalarios números para no olvidarse y toda clase de estratagemas que no le hicieran perder la cuenta. Hasta que un día, la histérica Araceli, le disolvió en un zumo de naranja los suficientes sedantes y le rompió en mil pedazos la libreta; además de amenazarle con abandonarlo si continuaba con tamaña tontería.


    Por un lado le fue bien a Carlos, pues en el fondo estaba harto de contar porque no le dejaba pensar en alternativas mejores, por lo que decidió aceptar las amenazas de Araceli.


    Poco duró el tiempo de sosiego en esa casa, ya que Carlos se acordó de aquel hombre que conoció cuando hizo el Camino de Santiago; uno al que llamaban casi silencio por haber echo voto de tal, pero con la particularidad de que tan solo podía decir mil palabras diarias, sin contar las que uno mismo se dice, ni la de los sueños, y sin que valiese acumular palabras de un día para otro. Pronto fue desechada por él mismo, al comprobar que eran más palabras de lo que comúnmente habían salido diariamente de su boca a lo largo de los años. Araceli se alegró, pensando que Carlos, poco a poco, iba aposentando los pies en la tierra. Nada más lejos de la realidad.


    Decidido a imitar a aquel señor de la India, el que llevaba el brazo derecho alzado durante casi toda la vida, en el umbral de la puerta, como si de un juramento magnífico se tratara, alzó el brazo derecho al cielo gritando: "Ahí has de quedarte, amigo, hasta la muerte; que el mundo vea la rotunda decisión de un hombre rotundo". Luego oyó resoplar a su mujer y rumorear algo como: "Menuda mierda de juramento".


    Al hombre de la India el brazo se le había quedado escuálido, en huesos y piel, y andaba por los pueblos de aquel país con una túnica de algodón blanco. La gente de allí, por raras creencias que hay en la vida, le daban limosnas y regalos a cambio de que él rezara por ellos. Pero Carlos no consiguió nada de esto, sino carcajadas de la gente que lo veía y broncas tremendas por parte de Araceli, la cual, volvió a la solución de los sedantes para bajarle el brazo cada dos por tres, por lo que este mantenía perfectamente su musculatura y fortaleza, no consiguiendo nuestro amigo Carlos que los huesos de clavículas y brazos se soldaran, como en el caso del señor de la India.


    Esta vez tardó más en pensar otra alternativa; tenía ya muy claro que si algo especial en la vida quería realizar debería alejarse por un tiempo, ya que Araceli desbarataría toda iniciativa, por muy excelente que esta fuera.

    Un día, después de cenar, pomposamente, le comentó:


    —Hemos de separarnos por una temporada.


    —¿Qué diablos se te ha ocurrido ahora, Carlos?


    —Quiero vivir en una casa, debajo del agua. Aquí cerca van a empezar a inundar a unos valles, con las aldeas respectivas... un pantano nuevo. Me da tiempo a acondicionar alguna casa... Ya sabes... para que resista la entrada del agua...


    Araceli, reteniendo las lágrimas de su pantano particular, no se creía lo que oía, pero estaba segura que si a Carlos se le había metido en la cabeza tal idea, la realizaría. Carlos respiró hondo al escuchar las palabras que deseaba:


    —Quizás sea lo mejor, Carlos. No aguanto más esta situación. Vete cuando quieras y vuelve cuando estés dispuesto a vivir una vida normal.



    Continuará abajo con la señora Ro Bassetti... (Si alguno de ustedes quiere participar en este Wikirrelato, por favor, vayan al foro de preguntas y sugerencias, donde hay un tema abierto: "Wikirrelato, relatos en grupo", y apúntense allí). Muchas gracias.
     
    #1
    Última modificación: 20 de Septiembre de 2013
    A Cleopatra ♥ le gusta esto.
  2. Ro.Bass

    Ro.Bass Guau-Guau

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    La mañana siguiente se dirigió hasta el valle y seleccionó una de las casas abandonadas por sus propietarios. Acarició su barbilla y analizó minuciosamente las reformas que debería realizar.

    Carlos no contaba con los recursos suficientes para convertir una humilde casa en un Resort subacuático: A causa de su obsesión por encontrarle una alternativa a su vida, perdió su puesto de trabajo y sus ahorros no alcanzaban para realizar grandes desafíos de ingeniería. Aún así, estaba dispuesto a hacerlo y ya nada se interpondría en su plan.

    Adquirió los materiales necesarios para sellar las aberturas, construir un sistema de ventilación de varios metros de altura y la mejor marca de impermeabilizante acrílico para exteriores. El rumor se expandió por todo el pueblo, y ya sea por evitarle una muerte segura o reírse un rato, algunos amigos y vecinos de Carlos se acercaron a darle una mano.

    Terminó la reforma y se introdujo a su nuevo hogar con todo lo necesario para sobrevivir una temporada allí y se sentó a esperar el agua, el cual sólo tardó unas horas en llegar. Una vez formado el pantano, se podía avistar el extremo del conducto que permitiría respirar a Carlos. Al percatarse de ello, Araceli suspiró aliviada; “se aburrirá y volverá pronto” —pensó—

    En efecto, los días se sucedieron y las expectativas que Carlos tenía sobre esa experiencia se fueron derrumbando. Dormía demasiadas horas al día, las noches eran suplicios de insomnio bajo la luz de las velas… Incluso llegó a escribir largas obras literarias donde a través de los personajes contaba sobre la aventura que vivía:


    “¡Soy el hijo de Poseidón! Un semidios, ahora gobernando la vida marina. Desde este observatorio privilegiado en las aguas luminarias y cristalinas del caribe, veo danzar a los peces de colores fosforescentes, algas y corales frente a mi voluptuosa figura. Ellos me aman y le rinden pleitesía a mi soberana presencia…”


    Lo cierto era que la oscuridad, la escasa comida, la humedad que se filtraba en las paredes revistiendo el interior de hongos y la absoluta soledad, lo habían convertido en un esqueleto de rostro deformado y ojeras hasta el mentón. Desde una ventana sólo podía observar el agua turbia y dos por tres, algunas anguilas, carpas, truchas y otros peces que se le hacían agua a la boca de imaginarlos en el horno, mas no podía pescarlos sin inundar la casa.

    Había pasado un mes y la locura lo invadía; ya no podía diferenciar entre sus personajes y el hombre real. Tenía comportamientos extraños, hablaba solo todo el tiempo, alucinaba con personas que lo visitaban y se reprochaba varias veces lo mismo:

    — ¡¡Joder!! ¡¡Aquí no pasa nada!! Y ni siquiera tengo Internet ni electricidad para mostrar mis obras a ese portal de poesía tan famoso.

    De repente, escuchó que alguien lo llamaba por la ventana:

    — ¡Oye, amigo! ¿Por qué tantos gritos?

    — ¡Un pez horrible me está hablando! Un momento, los peces no hablan…

    — ¿Horrible? Deberías mirarte al espejo hombre. Yo soy un gran silurus de 100 kilos. Y si tuvieras los pajaritos de tu cabeza en su lugar, intentarías pescarme para alardear con tus amigos y yo no te estaría hablando.

    — Sí, debo estar loco, pero necesito algo de compañía; ¿quieres pasar?

    — Mmm… No lo creo.

    — Bien… Saldré yo. Estoy cansado de estar aquí, tú podrías enseñarme a ser un pez…

    — No te ofendas amigo, pero no tienes branquias ni aletas; no puedes ser un pez… Deberías irte.

    — Sí, tengo ganas de irme… Pero necesito una nueva alternativa.

    — ¿Alternativa para qué?

    — Para hacer algo especial con mi vida. ¡Para ser alguien!

    — Oh, ya veo… Pero ser alguien no significa buscar ser lo que no eres. En fin, no es mi problema. Mejor me voy, no sea que me contagies y mañana quiera ser un ave.

    — ¡Ey! Volar sería grandioso…

    — ¡Adiós!

    — ¡Oye! Silurus, no te vayas… ¡¡No me dejes!!


    Colmado de frenesí, Carlos inhaló todo el oxigeno que sus pulmones le permitieron y abrió la puerta sin vacilar, emergió del pantano y nadó acucioso hasta la orilla.

    Una vez allí, exhausto arrastró sus harapos empapados hasta el pasto seco y se recostó a contemplar el firmamento; la noche estaba perfecta. Hacía mucho tiempo que no contemplaba el cielo desnudo de la noche: Las estrellas, la luna llena espejando su estela en el agua, las nebulosas de colores que se avistaban a lo lejos; posibles galaxias. Y ese trío de luces que se movían hacia él…

    — Espera… ¿Luces que se mueven? ¿Será un ovni? ¡¡Un ovni!!

    Carlos se levantó en seco y se echó a correr por el monte siguiendo el trayecto de las esferas luminosas. Corrió y corrió, se tropezó con algunas ramas, una decena de veces, mas siguió corriendo. Conforme la elevación del suelo era mayor, la agitación de su corazón aumentaba, mas seguía corriendo. Se resbalaba, torcía el tobillo, magullaba con las piedras y la hierba seca, mas nada lo detenía. Finalmente, llegó a una zona alta de la montaña —hecho pedazos— tomó aliento y empezó a agitar los brazos mientras gritaba:

    — ¡Ey, alienígenas! ¡¡Venid a por mí cabrones!! ¡Os estoy llamando!


    Las esferas luminosas se detuvieron y lentamente se unieron y transfiguraron en una nave de ovalo que descendió y quedó levitando a unos metros del suelo. Se abrió una puerta y una luz incandescente cegó a Carlos, obligándolo a cubrir su rostro con su antebrazo.

    La luz disminuyó su intensidad y por la puerta salió un ser de aspecto excéntrico; tenía una mezcla extraña entre cuerpo de serpiente y cabeza de halcón, que con levedad se acercó a él.


    — ¡Qué carita eh! ¿Acaso has visto un fantasma?


    Carlos seguía atónito y su mandíbula inferior colgaba de sus labios abiertos.


    — ¿Hola? Me has hecho aterrizar sólo para mirarme con esa cara de tonto ¿o qué?

    — Eh… Lo siento, es que no me imaginaba que los extraterrestres fueran así…

    — ¿Así cómo?

    — Este…

    — ¡Ah! Claro… ¡Lo siento! Espera… ¿Qué tal ahora?

    — Pues… Demasiado angelical; pareces cupido sin arco y con vestido.

    — Mmm… Cierto que ya están en el siglo XXI… ¿Y así?

    — Oh, ahora sí… Como los imaginaba; hombrecillos grises.

    — Bueno, en realidad soy rubio… pero… si te gusta así, pues así me quedo. ¿O tienes algo más en mente?

    — ¿Qué tal Angelina Jolie? ¡Pero como hace 15 años eh!

    — ¿Así?

    — ¡Sí! Sexy…

    — Bueno, tampoco te pases… Mantén la distancia

    — Lo siento tío… ¡Es que esto es genial! Nadie me lo creería; yo con un extraterrestre… O yo con Angelina Jolie. No, no me creerían ni lo primero.

    — Lo sé…

    — ¿Y cómo te llamas?

    — Gamitketzolati Enkihtamter XQ123RT de 89879RSE

    — Te diré Gam.

    — Está bien… Tú eres Carlos ¿no?

    — Wooo… ¡Sí! ¿Lees la mente?

    — No, tenemos acceso a los ordenadores de la NASA, el FBI y la CIA

    — ¿Y lo saben todo de nosotros?

    — Algo, lo que no lo buscamos en Google. ¿Quieres un cigarro?

    — ¡Sí por favor! ¿Vosotros fumáis?

    — Pues claro, ¿por qué no lo haríamos?

    — Mmm… No sé, quizás porque son de allá (señalando al cielo).

    — ¿Y qué tiene que seamos de allá?

    — No sé… Porque son del más allá… Quizás hasta son asexuales asexuados.

    — Jajajajajajajajajajajajajajajajaja….

    — ¿Vosotros folláis?

    — ¡Sí follamos! ¿Tú quién crees que inventó el sexo tántrico que tienen más acá?

    — Oh, oh, oh… ¡Malditos! Jamás he aguantado tanto.

    — Bien, basta de charla… ¿Quieres dar un paseo en la nave?

    — ¡Tío, es en serio!

    — No soy tu tío… Y sí, es en serio ¿vienes?

    — Wooo ¡Por supuesto! Araceli jamás me lo creerá…

    — Lo sé…

    — ¡Esta nave es la hostia! ¡Y tú eres la caña!

    — Es una nave espacial a propulsión XZ7045TY#, y no sé qué es una caña, pero yo soy un fenixiano de una galaxia a miles de millones de años luz de aquí.

    — Quise decir… No importa, ¡al fin realizaré algo especial! Aunque nadie me lo creerá.

    — Lo sé… ¡Después de ti!


    ........



    La idea es que alguien más se ofrezca a continuar la historia.
    Avisar aquí, el interesado:

    http://www.mundopoesia.com/foros/showthread.php?t=480852
     
    #2
    Última modificación: 30 de Septiembre de 2013
  3. danie

    danie solo un pensamiento...

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    —Tío… ¿Dime a dónde vamos?

    —Ya te dije que no soy tu tío… Y estamos saliendo de la atmósfera terrestre, estoy estableciendo las coordenadas para el cinturón galáctico de Orión —contestó Gam.


    —¿Dónde coño queda eso?


    —¡Dime, ¿por qué ustedes hablan tan raro? Me tratas de tu tío, después me dices que es una hostia esta nave, cuando de hostia no tiene nada, solo es una nave propulsora; y ahora me dices coño y el coño que yo conozco acá no está… Eso es algo que nunca comprenderé, el distinto dialecto de sus distintas comunas con la misma jerga. En fin… Has oído hablar de las Tres Marías, hablo de la constelación que se encuentra al sur ecuatorial galáctico, cerca de ahí, en la latitud 20 grados del ecuador celeste, magnitud 1 grado, se encuentra el cinturón de Orión y sus tres estrellas Alnitak, zeta y Orionis.


    —Tío, no te pedí un detalle astronómico, solo quiero saber donde se supone que queda… ¿en este universo o en otro mundo?


    —¡Y decían que los terrícolas eran inteligentes! Queda en este universo y por lo cual no queda en tu mundo… en fin, si no me interrumpes más te digo que es solo un trasbordo que vamos hacer, específicamente en la estrella más cercana a la constelación Orionis y su amplia nebulosidad, detrás de ese manto hay un portal tras dimensional que conecta dos mundos paralelos.


    — ¿Pero… Gam , eso es muy lejos? ¿Me estás diciendo de ir a otra dimensión?


    —Exacto, ¿por qué piensas que te fui a buscar, para hacer un viaje y nada más…? Cada humano tiene su destino y hoy estarás a punto de conocer el tuyo.


    —¡No! Pensándolo bien no quiero ir…


    —Ya no hay vuelta atrás, aparte ya cruzamos la atmósfera terrestre y las celdas de energía no tienen suficiente combustible para desviarnos de nuestro curso. Ni más, ni menos.


    —¡Pero esto es un secuestro! ¡Me quiero bajar!


    —No seas ridículo, bajarte adónde, mira por tu ventana, estamos a unos pocos minutos de llegar a la constelación de Orión y hacer el trasbordo hacia Fénix .


    —No… No, me quiero bajar.


    Carlos, en su desesperación, golpeó con los puños la consola de mando de la cabina y la nave dio un giro de 90 grados en forma elíptica, tanto así, que los dos tripulantes cayeron contra el techo de la nave. Las bombas de presión de la nave hacían posible la gravedad.







    Araceli extrañaba a Carlos, pero lo más raro es que desde que se marchó extrañaba sus demenciales ideas, su visión paranormal de la realidad; extrañaba a su fiel compañero que le daba un toque que rompía con la monótona y cotidiana vida. Una mañana se levantó de la cama decidida a buscarlo, para decirle que dejara esa locura de vivir bajo el agua y se fuera con ella.


    Llegando al pantano, Araceli se percató de que este ya no estaba y en su lugar había un enorme desierto sin agua, ni nada que se pareciera a un pantano. Se adentró en el desierto y empezó a caminar, pensando qué pudo haber pasado con Carlos. Miraba hacia el horizonte y solo distinguía kilómetros y kilómetros de arena, sin follaje, ni siquiera un oasis, solo arena y cielo. Inmediatamente sintió miedo a perderse en semejante magnitud y decidió volver para atrás y poder salir de ahí, cuando se dio cuenta que estaba caminando en círculos, ya que veía sus mismas pisadas una y otra vez. Así pasaron horas y el sol la sofocaba, el sudor en su frente y el cansancio de sus piernas se amotinaban contra su voluntad, no podía comprender cómo se pudo haber perdido en ese inmenso desierto, ni qué formó tal desierto. Finalmente el cansancio, sumado con el calor sofocante, la dejó extenuada y se desmayó sobre la caliente arena, quedando inconsciente mientras el viento la cubría con un manto de arena.


    —Abre los ojos, preciosa, estás a salvo acá —Araceli escuchó una voz de confianza que la despertó.


    Inmediatamente abrió los ojos y vio a una persona de apariencia longeva, con prominente barba blanca, ondulada y espesa melena, igualmente blanca, que le llegaba hasta la cintura. Se sostenía con un bastón curvado.


    —¿Quién… quién es usted? —preguntó Araceli con cara de asombro, casi sin poder abrir las pestañas, por las lagañas acumuladas.

    [FONT=arial]
    —Yo soy Aragón —le dijo el anciano con una pequeña mueca de satisfacción, e inmediatamente le musitó —. Te encontré en el ojo del desierto de Ebis y te traje a estas ruinas. Sabes, primor, si no fuera por mí, no estarías viva, ¿pero no comprendo que hace una niña tan bonita como tú en el desierto del Ebis?[/FONT]

    [SIZE=3][FONT=arial]
    —Estaba buscando a Carlos, mi pareja. Supuestamente ahí no tenía que haber un desierto, sino un pantano… —respondió Araceli con cara de asombro,.[/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —Mmm… El pantano que dices está en el sur y tú estabas en el norte, por otro lado. ¿Buscando a Carlos, dijiste? [/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    –¿Si, a Carlos, por qué?[/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —No, nada, es solo que ese nombre me suena por la profecía del elegido. [/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    Araceli no comprendía qué le comentaba el anciano, por lo que le preguntó con asombro: [/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —¿La profecía del elegido? ¿Elegido para qué?[/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —Es una larga historia, yo soy el patriarca de una civilización antigua de una dimensión paralela a la tuya, vengo de un mundo llamado Fénix, un mundo que era en tiempos remotos parecido al tuyo, tiempos gloriosos esos, tiempos en donde vivíamos de los frutos del bosque, respirábamos aire puro, tiempos de paz y armonía... Hasta que todo cambió. [/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    Aragón hizo una pausa en su relato, como lamentándose.[/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —Continúa... ¿Qué paso? —volvió a preguntar Araceli, visiblemente nerviosa.[/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —¡Qué puede pasar, primor...! La guerra, la maldita guerra desoló a ese mundo, destruyó la biodiversidad y siquiera aire puro ya queda. Muchos de sus habitantes estamos en tu planeta como huéspedes, debido a que ya no se puede vivir más allá. [/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —¿Y usted dice que Carlos es el elegido? ¿Elegido para qué? ¿Qué tiene que ver mi Carlos con lo que usted me cuenta? [/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —Yo no lo digo, lo dice la profecía, que un día un humano del planeta tierra tendrá el poder para terminar con la guerra que hay en mi planeta.[/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    Araceli, asombrada por la historia de Aragón, insistió: [/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —¿Usted conoce a mi Carlos?[/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —Yo no tengo el gusto, pero si es el Carlos del que hablamos, ya debe estar en Fénix, lo podemos averiguar, primor, podemos ir a Fénix ahora mismo con mi nave.[/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —Debo estar desesperada para acompañarlo a otro mundo, pero lo haré. Sí, vamos. Quiero a mi Carlos de vuelta conmigo.[/FONT][/SIZE][FONT=arial]





    [SIZE=3][FONT=arial] Carlos, encadenado en una celda de la nave, no sabía cómo llegó ahí. De lo último que se acordaba era del golpe en su cabeza cuando giró la nave.[/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —Veo que te has despertado, ¿dormiste bien? Disculpa que te haya encadenado y dormido, pero no encontraba otra manera de calmarte. Ahora, así, podrás escucharme sin exaltarte —dijo Gam.[/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —¿Qué quieres de mí? [/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —Ahora solo quiero que escuches y analices. Estás en Fénix, un mundo que era como el tuyo, pero ahora está devastado, debido a nuestra incompetencia y nuestra avara forma de actuar. Cuando empezaron a acabarse los recursos sustentables y renovables, preciados para la vida, los jerarcas dueños del poder económico, empezaron a luchar entre sí. Esto es así desde hace cientos de años. Actualmente seguimos sufriendo la guerra por los pocos recursos que quedan[/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —Ok ¿Pero yo qué tengo que ver con esto? ¿Por qué me trajiste aquí? —Carlos estaba nervioso.[/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —Yo leí la profecía que dice que un humano llamado Carlos, situado en el pantano, nos proveerá de vuelta de todos los recursos naturales que perdimos.[/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —¿Yo... Cómo lo voy hacer? ¡No, no puede ser![/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —La profecía no dice cómo, solo dice eso, que tú nos salvaras, en pocas palabras.[/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —Su profecía está equivocada, entonces.[/FONT][/SIZE][FONT=arial]
    [SIZE=3][FONT=arial]
    —No lo creo —medio se susurra Gam, por lo bajo.[/FONT][/SIZE][FONT=arial]




    [SIZE=3][FONT=arial]
    Continúa abajo con la señora Marlene2m.[/FONT][/SIZE][FONT=arial]

    [B][SIZE=2]Avisar aquí, el interesado en participar en el relato de grupo:[/SIZE]
    [URL="http://www.mundopoesia.com/foros/showthread.php?t=480852"]http://www.mundopoesia.com/foros/sho...d.php?t=480852[/URL][/B][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font]
     
    #3
    Última modificación: 24 de Septiembre de 2013
  4. marlene2m

    marlene2m Miembro del Jurado Miembro del Equipo Miembro del JURADO DE LA MUSA

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    ​La luz del oráculo alumbraba a Fénix. No se distinguía el día de la noche; una nebulosa verde neón envolvía la atmósfera; era difícil respirar.

    El planeta aún conservaba ciertas estructuras arquitectónicas de gran belleza como el Templo Ruduborob; lugar de culto y centro de poder. Su edificación era impresionante; estaba construido en lo alto de la colina mirando hacia la luz del oráculo.

    Hacia allí, dos sacerdotes guiaron a Carlos, quien los siguió en silencio hasta llegar a un salón enorme, donde los sacerdotes más ancianos los esperaban.

    — ¿Sabes por qué fuiste traído estas aquí, Carlos? — Preguntó el más viejo de los sacerdotes.

    — Sólo sé que me llaman el elegido.

    — Y así es....

    — ¿Elegido para qué?

    — Para traer la paz a Fénix y unir a los tres asteroides: Alnitak, Zeta y Onioris; antes que Harandón los destruya.

    El anciano continuó:

    — Harandón es destrucción y muerte. Entra a la atmósfera de los planetas a través de cometas y meteoritos, una vez que se reproduce en dicho planeta, ataca a cualquier ser vivo que se encuentre en él. Ahora está entre nosotros.

    — Y… ¿Vosotros queréis que lo enfrente?

    — ¡No estás entendiendo, Carlos! Harandón es una especie de organismo unicelular, se multiplica en el ambiente; entra en nuestro torrente sanguíneo a través del aire que respiramos y una vez allí, se muta convirtiéndonos en bestias salvajes capaces de matarnos entre nosotros mismos.

    El anciano guardó silencio por un momento y continuó:

    — Por alguna razón, tú eres inmune. Tal vez sea el aire del pantano,
    que respiraste por semanas, junto con la nicotina y el etanol.

    — ¡No tomo mucho! — Repuso Carlos enojado.

    — Tomamos muestra de tu sangre.

    — ¿Qué tengo que hacer?

    — Irás a Alnitak, allí te darán la ofrenda de sacrificio para el oráculo.
    Es una especie de aleación que al fusionarse con las del oráculo
    desprenderá una toxina mortal para los Harandones; la toxina Konda, la cual deben lamer.
    Ahora ve y descansa, partes en la mañana.

    Carlos estaba cansado y obedeció. Fue guiado a una recamara con paredes de un material cristalino.

    Comió algunas frutas y un vaso con un líquido viscoso pero delicioso, se dio un baño y cuando regresó a la habitación, allí estaba ella. Una hembra completamente desnuda, que le abría los brazos invitándole a unirse a ella en la cama. El cansancio y el sueño se esfumaron; se quitó la túnica —lo único que cubría su cuerpo— y se lanzó con impaciencia sobre ella, juntando sus cuerpos.

    Sintió que lo llamaban, al abrir los ojos era el monje guía.

    — ¡Es hora de partir!

    La nave estaba lista. Sólo tenía que interceptar un código secreto que le darían al estar en la nave, era para desactivar los campos magnéticos que protegían la atmósfera de Fénix, impidiendo así, el paso de naves extranjeras.

    Fue un viaje apacible, como si estuviera estático en el espacio. Activó el piloto automático y se recostó.

    Un recuerdo lo llevó a la noche anterior: ¿Quién era ella? —Se preguntaba— ¿Por qué era diferente a los demás habitantes de allí?

    Los habitantes de Fénix eran altos y delgados, ojos oscuras, tez fina, cabeza rapada y el color de su piel era verde por un musgo que comían siendo su único alimento. Se cubrían con una túnica blanca y caminaban distraídos con un aura de soledad y miradas distantes que se perdían en el horizonte.

    En cambio, ella tenía una piel suave, color rosa como sus ojos.

    — ¿Quién eres pequeña? —Le preguntó mientras las manos de él
    jugaban con sus senos.

    — Me trajeron para ti. Yo...yo, ¡oh! —Dejó escapar un gemido de placer.

    La lógica abandonó por completo la mente de Carlos... Ya no importaba quién fuera ella, cayeron sobre la cama abrazados. Cuando Carlos comenzó a moverse dentro de ella, el frenesí hizo que no pudieran más y los dos se perdieron en un mundo de placer y ternura. Nunca había sentido eso con otra mujer. Ella lo recostó en su regazo y él se quedó dormido.

    La voz de la nave, lo sacó de sus pensamientos:

    — Estamos entrando en la atmósfera de Alnitak.

    Lo esperaba Gam.

    — ¡Gam!

    — No hay tiempo para explicaciones Carlos. Tienes que partir inmediatamente con el paquete. Gam subió el paquete a la nave, en una caja de cristal tapado con una lona gris.

    — Las instrucciones son precisas: No debes de tener contacto con la toxina Konda. ¿Entendido?

    — ¡Entendido!

    Carlos encendió la nave; estaba furioso, ¿cómo se había metido es ese lío? Él sólo era un hombre solitario, con una vida normal, —sintió moverse el paquete— ni siquiera de niño se creyó un superhéroe —volvió a sentir moverse el paquete— Puso el piloto automático e impulsado por una fuerza se acercó a la caja y quitó la lona gris despacio…

    Sorprendido, grito:

    — ¡¡¡Araceli!!!

    Continuará...


    Los interesados en participar en este relato de grupo pueden anotarse con el señor Évano, en la siguiente liga:

    http://www.mundopoesia.com/foros/sho...d.php?t=480852




     
    #4
    Última modificación por un moderador: 1 de Octubre de 2013
  5. marea nueva

    marea nueva Poeta veterano en el portal

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    ¿Qué hacía su mujer ahí? Sí, Araceli en versión miniatura dormía plácidamente dentro de aquella pequeña caja de cristal.

    Con mucho cuidado, para no despertarla, Carlos se acercó hasta quedar a unos pocos centímetros de su rostro, desde ahí podía observar cualquier movimiento facial u ocular de su mujer y, cuando más atento estaba, de manera inesperada, la nave comenzó a temblar como si fuera a colapsar. Entonces se encendieron luces anaranjadas y doradas por todos lados y la alarma sonó como un grito de mil demonios. Carlos corrió a los controles, maniobrando de tal modo la nave que hasta él mismo se sorprendió de su destreza en estos haberes intergalácticos. Unos instantes después todo parecía volver a la calma. A pesar de no tener ningún rasguño se sentía un poco raro, como si el cuerpo le pesara un poco más. Hizo caso omiso de esa sensación corporal y se acercó al panel de control para ver las lecturas de la nave. Una de las pantallas no cesaba de mover las luces intermitentes de color de rosa. Ya frente a ella pudo leer:

    DIAGNÓSTICO 2734Q1%$384009221 de la astronave Fénix 2:

    Colisión espacial con referencia a Estructuras policíclicas mejor conocidas como esteroides.

    Ahora todo parecía medianamente lógico, según pensaba el atolondrado de Carlos, y así fue como supo que todo aquel "despapaye" se debía a que un esteroide perdido había chocado con la nave —sí, un esteroide, y no se rían, en las dimensiones alternas uno se puede encontrar con toda clase de cosas extrañas—. Así lo pudo corroborar Carlos, que tras saber lo que había pasado pudo comprender los cambios que en pocos minutos había sufrido su cuerpo, pasando de una escuálida estructura muscular a un Charles Atlas cualquiera, y como no estaba acostumbrado a este nuevo cuerpo, al principio se sintió algo torpe al caminar. Como consecuencia de eso, al acercarse a la caja de cristal tropezó y por poco deja caer la valiosa toxina Konda, que no era otra que su mujer. Afortunadamente logró impedirlo, pero tantos movimientos bruscos despertaron a Araceli; al menos eso creyó Carlos cuando puso la caja de nuevo en su lugar. Su mujer ahora tenía los ojos abiertos, pero no parecía tener consciencia de lo que sucedía a su alrededor, daba más bien la impresión de estar en un trance. Su piel se veía algo pálida y sus ojos... ¡Por Dios!, exclamó Carlos. Los ojos eran rosas. Todo esto trajo a la memoria de Carlos el encuentro con aquella cautivadora mujer, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por el altavoz de la nave, que anunciaba su llegada al planeta Fénix. Carlos cubrió apresuradamente a Araceli y acto seguido aterrizó. Se abrieron las puertas de la nave y ya afuera lo esperaba Aragón, quién con una reverencia le dijo:

    —Bienvenido Carlos, tú eres realmente el elegido para salvarnos.

    —¿Y tú Quién eres? ¿Dónde está Gam?

    —Gam te espera junto al oráculo. Debes seguir el camino que va hacia el oeste. Es un camino de luz verde y esmeralda. Ve de prisa y cuida la toxina Konda, solo así será restaurada la vida de nuestro planeta y se unirán los asteroides Alnitak, Zeta y Onioris.

    Carlos no dijo nada más y emprendió el viaje. Se sentía extraño entre tanta nebulosa verde y también con la nueva fuerza que ahora poseía, pero trataba de concentrarse —¿Sería capaz de ofrecer a su propia mujer en sacrificio por un planeta que ni siquiera era el suyo?

    Después de varias horas de caminar entre musgo y respirar la nebulosa verde, decidió cambiar de rumbo, no entregaría a Araceli tan fácilmente, aunque la idea le resultaba algo tentadora, pues su mujer, con frecuencia era un dolor de cabeza pero... ¡Era su mujer! Además, le quedaba por resolver el misterio de los ojos rosas.

    Con esto en la mente corría hasta darse cuenta que volvía al camino del oráculo. Cambió de rumbo unas diez veces, hasta que, desesperado, haló de sus cabellos, intentando pensar en alguna estrategia de escape; pero le era difícil concentrarse, pues los esteroides habían afectado sus ya pobres capacidades mentales.

    Toc-toc, se escuchó a través de la lona que cubría la caja de cristal. Era Araceli intentando decirle algo que no alcanzaba a escuchar. Solo podía verla gesticular y mover airadamente los brazos. Por otro lado Gam lo llamaba desde el oráculo apresurándolo. Todo era un remolino de ideas y sonidos en su cabeza. De pronto no pudo seguir más, sus pies se hundían en una especie de gelatina verde y fría, intentó seguir pero le fue imposible —¡Se hundía!

    La voz apacible de Araceli lo despertó. Era una tarde gris y húmeda por la lluvia de varios días. Su mujer estaba frente a él, con una charola de comida que devoró con ansias mientras ella le contaba cómo lo había encontrado semiinconsciente en la orilla del pantano, cubierto de moho y de musgo, con un horrible aroma a pescado muerto, y que había estado cinco días dormido, extrañamente repitiendo las palabras: Gam… Toxinas…

    Carlos comió y volvió a dormir dos días seguidos. Cuando por fin despertó era de madrugada, una noche de luna en cuarto menguante. Casi como autómata se levantó y se asomó por la ventana. Estiró los brazos hacia el cielo, como si quisiera alcanzar la luna. Ahí estaba su próxima hazaña…¡Volar! Con esto en mente regresó a la cama y se recostó de lado, quedando expuesta su espalda a la luz de la luna. En ese momento su mujer entró en silencio para ver cómo estaba —¡Joder!—, se escuchó la voz ahogada de Araceli, que no podía creer lo que veía. De la espalda de Carlos brotaban una especie de espinas verdes y viscosas...



    Nota: En México "despapaye" es una manera coloquial de decir relajo .

    Continuará abajo con la señora Princesa de fuego.

    Si algunos de ustedes, queridos compañeros y lectores, se anima a participar, aquí les dejo el enlace donde pueden apuntarse:
    http://www.mundopoesia.com/foros/sho...74#post4841474

    Muchas gracias por leer. Se les saluda afectuosamente.
     
    #5
    Última modificación: 26 de Septiembre de 2013
  6. princesa de fuego

    princesa de fuego Poeta que considera el portal su segunda casa

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    De la espalda de Carlos brotaban una especie de espinas verdes y viscosas que luego se transformaron en una fila de protuberancias onduladas. Unas alas empezaron a crecerle por debajo de los hombros. Los brazos, piernas... todo su cuerpo sufría una metamorfosis, hasta la piel se asemejaba a la de un dragón terrorífico de color verde. Araceli no podía articular palabra, estaba paralizada y se limitaba a mirarlo fijamente, cuando Carlos, con una voz ronca y grave le dijo :

    —¡Vamos mujer!, súbete a mi lomo, iremos a dar un paseo. Abrígate, apresúrate.

    Como una autómata, Araceli cumplió al pie de la letra las instrucciones. De un golpe, Carlos, abrió el gran ventanal y se lanzó por los aires mientras su esposa se aferraba al cuello con todas las fuerzas.

    —¡Volamos Ara, volamos...! ¡Te llevaré a conocer la nieve!

    Y comenzó a subir más y más. Dejó que el viento lo llevara sobre los Andes y luego, lentamente, comenzó a planear sobre los bosques y los lagos. Dio un pequeño giro y descendió sobre una ladera escarpada, frente a un bellísimo lago de aguas azules.

    —¡El mar, el mar!, exclamó Araceli.

    —No, amor, el mar queda lejos, pero juguemos —dijo Carlos mientras le arrojaba bolas de nieve por la cabeza.

    Una cabra, que merodeaba entre las rocas, se les acercó.

    —Dejen de jugar que no les queda mucho tiempo —Carlos y Ara se miraron, extrañados.

    —¿Quién eres tú? —dijeron al unísono.

    En la mente de Araceli algo le decía: "¡Despierta ya, es un sueño. Esto no puede ser real!

    De pronto la tierra tembló. Una grieta gigantesca se abrió a sus pies y comenzaron a caer. Carlos desplegó las alas y atrapó en el aire a Ara, que se prendió a su cuerpo con desesperación, sin cesar de repetir:

    —¡El mar, el mar...!

    Carlos voló y voló incansablemente, hasta llegar al mar, donde se hundió en las aguas azules. Una sirena le guiñó un ojo y les dijo:

    —¡Sigan, sigan, en lo profundo está!

    "¿Qué estaba en lo profundo, qué o quienes?", se preguntaron.

    —No puedo respirar —murmuró Araceli mientras un millón de burbujas de aire escapaban de su boca. Los ojos de ella comenzaron a ponerse de color rosa.

    Una luz en el abismo llenó de esperanza el rostro de un Carlos que miraba hacia todos los lados. Buscaba una respuesta.

    —¡Ara, Ara despierta, estamos a salvo. Abre los ojos, amor!

    Las sirenas de los bomberos, cientos de curiosos alrededor...

    Araceli abrió los ojos, miró a su esposo y sonrió.

    Él acarició la pancita de Ara y la besó en los labios.

    Se escuchó una vocecita de niña que decía:

    —En lo profundo, en lo profundo... los estoy esperando.
    Continuará...



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    Muchas gracias por leer. ANÍMENSE a participar, es divertido.:::banana:::
     
    #6
    Última modificación: 1 de Octubre de 2013
  7. dragon_ecu

    dragon_ecu Esporádico permanente

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    - ¿Crees tú que recordarán todo lo sucedido?- preguntó Gam.
    - Todo no, al menos no por ahora, hasta que sea necesario actuar de nuevo – le respondió Aragón.
    - Pues yo creo que la imaginación de Carlos hará que ese momento sea más temprano de tarde – gritaba desde la pecera el gran Silurus.
    - Tranquilos, tengo confianza que Aracely le pondrá los pies en tierra, además, aún restan 39 semanas para que los ojos rosados surjan. Apenas note que será padre hará entrar en cordura a Carlos. Una hija puede lograr lo que una esposa batalla en vano – sentenció Aragón.
    - y una mente distraída en mitad de una partida de go es mala estrategia, perdiste Aragón – decía triunfante Gam, mientras Silurus reía en su pecera.

    --------------------------------------------------

    - Aracely, ... ¿Aracely?... ¡¿Donde estás Aracely?!-
    Carlos gritando saltó de la cama, cayendo contra la puerta entreabierta, y cerrando la de golpe, mientras alcanzaba a escuchar una voz desde el baño.
    - estoy acá Carlos – respondió Aracely.
    Levantarse, subirse los pantalones de media pierna y cerrarse los botones de su ajada camisa eran una sola acción junto al correr hacia el baño.
    Sujetó la perilla de la puerta y respiró profundamente, tratando de calmarse para no asustar a Aracely, para no demostrar que el sentía miedo.
    Un segundo de reflexión, donde no sabía si estaba cuerdo o loco, si el mundo era un sitio donde él no deseaba vivir, si los placeres eran pocos o acaso él anhelaba demasiado, si amaba o no a Aracely, pero diablos, sin duda no sentirla cerca lo ponía asustado, sentía miedo de perderla.
    Aspiró profundamente el tedio del mundo para llenarse de tedio tranquilizador, y giró la perilla.
    - ¿que haces amor? - preguntó Carlos.
    Aracely por respuesta le extendió un objeto plástico con un par de rayas.
    - ¿ y que es esto Ara? –
    La garganta de Aracely se atragantó con la cantidad de ideas y sentimientos que deseaban salir.
    - es, ehhh... una prueba de embarazo-
    Y de inmediato Carlos puso la típica cara del tonto que sabe la respuesta pero teme que le pregunten, y mucho menos desea preguntar.
    -este... Ara... ¿y que dice?
    Aracely cerró los ojos para no mandarlo a la ... se levantó del asiento y giró en redondo para asearse y también para calcular visualmente si la cabeza de un tonto cabría en el inodoro.
    Pero de repente el corazón le dio un pálpito y la lengua se relajó.
    - estoy embrazada- , el peso de la palabra dicha por Aracely no se podía comparar a todas las palabras que se callaba y ahora en lugar de buscar la lengua, se iban a todos los rincones del cuerpo, a cada vaso, arteria, vena, célula.
    Cada palabra se volvía orden y el cuerpo reaccionaba condicionándose para cumplir un nuevo rol, entregar una nueva vida.
    El pelo antes descuidado tomaba un brillo azabache, los ojos de mirada apagada se encendían de vitalidad, los músculos del vientre se tensaban formando un escudo protector para el embrión, a la vez que los vasos se dilataban para nutrir de más sangre al útero. Cómodamente flotando el embrión de ojos rosados estaba feliz y ansioso por vivir.
    Todo cuidado era poco, y cada paso para proteger esa vida era demasiado importante.
    Aracely no dijo nada más, pero su cuerpo gritaba por un abrazo que la haga sentirse acompañada.
    La necesidad de sentirse protegida, para dar a su vez protección. La necesidad de sentirse amada, para así brindar amor. La necesidad de sentirse a sí misma, para sentir a otros.
    Una mano se apoyó abierta a media espalda, los dedos se sentían firmes tocando desde la mitad de su omóplato hasta casi la altura de su cintura, se sentía tan pequeña y menuda antes esa palma tan grande, mientras otra mano le tomaba a su vez las suyas, ayudándole a salir del baño.
    No hubieron palabras por media hora mientras el abrazo se iba confundiendo de un cuerpo a otro, mientras se fundían miedos y esperanzas.
    -¿Carlos?-
    -¿sí?-
    -vas a ser padre-
    -y tu madre Aracely-
    Y las palabras tomaron el resto de la tarde, soñaban, hacían planes, buscaban nombres, medían los cuartos, y veían como mover paredes y pintarlas de colores.

    --------------------------------------------------

    -Harandón esta atacando de nuevo, me llegó un reporte de Onioris indicando que fueron atacados por gente de Zeta-
    - Aragón, ¿ crees que debo ir allá?-
    -No Gam, eres más útil aquí, además, los muertos ya no necesitan de nuestra ayuda-
    -Pero deben haber sobrevivientes – gritó Silurus.
    -Fueron ellos los que me enviaron el mensaje, abandonaron el asteroide y viene para acá, así que Gam prepara todo para recibirles, habrá que racionar el musgo y las medicinas-
    -en seguida- dijo Gam, a la vez que salía presuroso por la puerta.
    -Aragón, sabes bien que mi especie no ha sido contaminada por Harandón, y aun cuando la vida en tierra se ha vuelto terrible, los mares aún pueden sostener vida. ¿Por qué no estudias mi sangre y mi cuerpo y hallas que ha vuelto inmune a los míos?-
    -Buen amigo Silurus, es verdad que eres inmune y tal vez al final sea tu especie la única que sobreviva. Pero debes entender que la única forma de entender como eres inmune es tomando a uno de los tuyos recién nacido, exponerlo a Harandón, y luego diseccionarlo. Y en caso no demos al primer intento deberemos sacrificar a más de los tuyos. Mi conciencia no lo acepta-
    -Claro Aragón, siempre tan considerado, y entonces ¿por qué experimentas con Carlos y Aracely?
    -No es un experimento Silurus, es una apuesta, en la cual nosotros solo estamos de observadores-
    -Recuerda que no hemos tocado la genética de ellos, solo les dimos oportunidades para que ellos germinen, manipulamos las situaciones, pero es algo que ellos normalmente harían es su medio naturalmente-
    -Solo adelantamos los acontecimientos por que el tiempo se acorta-
    Silurus en silencio, reflexionaba entre comprendiendo y echando burbujas de rabia.
    -¡Pero los estás empujando!-
    -Es una apuesta Silurus, con su propio juego, recuerda que Harandón llegó de su mundo-
    -¡Humanos!- gritó con rabia Silurus. Y la razón se perdió por un momento.
    -Si fueras uno de mi especie Silurus, diría que Harandón te atacó-
    -Sabes que soy inmune, pero sé que la rabia viene de la desesperación, de no saber que hacer-
    -¡NO ACEPTO QUE ESTE MUNDO MUERA SIN PODER HACER POR ÉL!-
    -Gracias Silurus, tal vez sea esa pasión lo que te vuelve inmune, pero por ahora toca esperar-
    -Además la rabia no viene solo de la desesperación, también puede venir de la envidia y el odio, y a veces de la incomprensión. No te alteres hasta comprender todo.
    -¡COMPRENDERLO TODO!, ¿CUANDO?, si este mundo esta lleno de interrogantes, de opciones y posibilidades. UNA APUESTA, eso dijiste-
    -Cálmate Silurus, y acepta que así son las cosas, comprenderlo todo no significa entenderlo todo...significa aceptarlo.
    -Además debes saber que la especie humana y la mía poseen una misma raíz-
    -¿QUE?-
    -Si, los humanos y los fenixianos poseemos un antecesor común-
    -Te veo perplejo Silurus así que mejor te explico, pero debes cuidar que Carlos y Aracely no se enteren-
    -Ambos provenimos del sistema Cygni, el cual ahora es un agujero negro, al desmoronarse un grupo tomo rumbo al sistema Bennu y específicamente a Fenix, y otro rumbo al sistema Solar y más precisamente a la Tierra-
    -Mientras en Fenix logramos una comunidad armoniosa donde los problemas se resolvía sin mayor apasionamiento, en la Tierra se desarrollaron los humanos con grandes contradicciones impuestas por las precarias condiciones de sustentabilidad-
    -Se volvieron fuertes, luchadores, y de allí a guerreros había solo un paso-
    -¿Pero si tienen un antecesor común, porqué son tan diferentes ahora?- interrogó Silurus.
    -Es difícil explicar, la supervivencia les impuso retos a superar y debieron adaptarse a ello, algo como la aceptación fenixiana, que es mental. Los humanos tienen una aceptación física, ellos le llaman evolución-
    - No entiendo- dijo Silurus, para enseguida preguntar.
    -¿Qué rayos es esa tal involución?-
    -Evolución mi buen Silurus, pero dejemos eso por el momento que ya llegan Gam y los refugiados-


    Continúa...


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    #7
    Última modificación: 30 de Septiembre de 2013
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  8. MARLEN RH

    MARLEN RH Invitado



    ...Mientras Gam llegaba con los refugiados y los abastecía con un poco de alimento... Solarius

    seguía dándole vueltas a la conversación que tuvo con Aragón horas antes sobre..." la evolución",
    buscaba la diferencia entre Evolución mental y física y en ¡cómo! podría esto ayudar. Después de un par de horas de análisis se preguntaba...- ¿quién será ese ser con la capacidad mental y física para desarrollar dicho antídoto?-.

    Araceli exhausta yacía en un sueño profundo a causa de su embarazo, Carlos contemplaba el rostro angelical de su esposa con su mano izquierda acariciaba su vientre y con su derecha sostenía su barbilla...
    Aracely colgaba de su cuello una lágrima con un líquido rosa dentro, lo llamaba su talismán.

    ¿Qué es ...qué es esta luz saliente de tu vientre?. Exclama Carlos
    Aracely despierta por favor es una luz rosa preciosa, despierta: Grita asombrado

    Esa luz penetró en su iris y lo hizo retroceder tiempo atrás cuando apenas tenía 10 años... Era el mas inquieto de su clase nunca paraba, siempre estaba inventando cosas armando el desorden, preguntaba cualquier duda a su profesor de Física y Química, quería darle solución y respuesta a cualquier duda, quería resolver todo así fracasara en el intento. En cierta ocasión vio algo que le llamó su atención se fue hasta la orilla de la laguna, -su lugar preferido-,
    ...Era curioso como de pequeño ya por instinto el color verde, el agua y las orillas de los pantanos le marcaban su vida.

    -Maestro he traído algo a clase espero no le importe-,
    ¿Qué es?, pregunta su maestro Gam.

    -Bueno profe mi madre no deja que la tenga en casa ya que no la deja dormir con su croar también he cogido un cuchillo, pero por favor no se lo diga a mi mamá. Exaltado Gam...-¡saca de una vez la rana de la bolsa Carlos!-,
    algunos alumnos salieron espantados.- ¿Cómo sabe que es una rana?... bueno solo alcancé a coger 3 las demás no pude, el pantano estaba muy viscoso y me dio temor caer al fondo...,terminó de hablar Carlos con voz suave.

    -Carlos abriremos la rana y conocerás todo su interior después te enseñaré como diseccionar y disecarla, Dijo Gam.
    ...Carlos grita muy eufórico...-bien profe bien, pero aún no me ha contestado-.
    -Sé muchas cosas Carlitos muchas no te alcanzas a imaginar cuanto,
    Carlos lo interrumpe...Profe profe siempre tengo un sueño es como una historia y muy real,
    maestro Gam veo un niño que yace dormido pero no lo está su cuerpo se levanta y se va volando,
    desde lo más alto observa como todas las imágenes dan vueltas es otro mundo un lugar mágico ese lugar gira y gira es...como una enorme estrella polar con muchas manecillas, una brújula de mucha magnitud , un arco iris... ya que de ahí salen cantidad de colores y desde lo alto se divisa como un enorme cielo
    entre verde y azul y en el centro veo un hada, pero esa hada tiene muchos brazos y ramajes y su pelo lo ondean las olas y de sus ramas salen inmensas flores igualmente ondeadas por las olas, pero es algo extraño profe porque está bajo el agua y no es arrasada por ellas, y en el centro del árbol con rostro de mujer cuelga un frasco, con forma de lágrima.
    -Interesante sueño Carlitos... dice Gam,- pero prosigue -.
    Como le iba contando...-Carlos continúa con la breve escena de lo soñado. Ese niño se adentraba a ese mundo mágico para defenderlo sentía el llamado de la diosa del árbol y de sus habitantes, -¿Defenderlo de qué o quiénes? -pregunta su maestro-.

    -De un toro acuático con tres cabezas, cuatro cuernos, con ojos de fuego, y cola de dragón, con branquias bien fuertes de ellas salían inmensas espuelas de fuego-.

    Y ese animal tan feroz...¿ que pasó con el?, preguntó asombrado Gam
    Carlitos sigue contando su sueño...-profesor el Hada árbol tuvo dos hijos; Zixeón un varón y Taxia una hembra, su hijo murió por defender a su madre del feroz toro, y Taxia casi muere en el intento, su madre el Hada con un poder extraño antes de ver morir a su hija Taxia la volvió esencia e introdujo el líquido en una botella...
    - para Carlos para, ve mas despacio-, lo interrumpe el profesor,
    - de acuerdo profe pero el sueño duro poco ya que mi madre me despertó justo en el momento en que el hada árbol le decía al niño...- Te doy a guardar esta botella en forma de lágrima, su interior es muy valioso mas adelante comprenderás todo protégela por favor.


    ...Un fuerte estruendo se escuchó a lo lejos y muchos gritos...
    -Están atacando están cerca, las tropas de Harandón están cerca huid al refugio rápido id en busca primero de Aracely y Carlos que no les pase nada-.

    Carlos se despierta despavorido, solamente pensaba en proteger a su esposa y a la hija que venía en camino...Pero en ese instante de odisea ...Carlos...
    -Ahora empiezo a atar cabos mi sueño, las clases de química toda esa travesía que ha sido mi vida hasta el momento pero pero...¿Dónde diablos está el refugio?...Grito Carlos.

    Continuará...

    Por si queréis participar,
    http://www.mundopoesia.com/foros/showthread.php?t=480852&page=3
    pedid cita aquí.
     
    #8
    Última modificación por un moderador: 30 de Septiembre de 2013
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  9. Évano

    Évano ¿Esperanza? Quizá si la buscas.

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    El final, según el señor Dagón_Ecu (Muchas gracias amigo por su excelente aportación y haber colaborado con nosotros. Ha sido un placer crear un relato conjunto con usted).




    El final del señor Dragón_Ecu

    Todos corrían en tropel, humanos, gatos, aves, solo faltaban de correr los arboles, pero estos en lugar de ello secaban sus hojas para que se desprendieran al viento.
    La locura de Harandón ha tomado fuerza en la mitad de la población y este mundo está pronto a sucumbir.

    -Aracely cuida del Talismán y huye pronto, yo me iré con Gam a tratar de detenerlos-
    -¡¡¡CARLOS VEN CONMIGO!!!-
    -VETE ARA MIENTRAS TE GANO TIEMPO-

    Los gritos se ahogaban entre más gritos y la locura era tan generalizada que parecía mayormente orden.
    Un joven de piel verde le toma del brazo a Aracely mientras le ayuda a subir, cierran la compuerta y le guía hacia una sala de descanso.
    -Pero esto... esto... ES UNA SALA DE PARTOS-
    Aracely desesperada no nota cuando le colocan una compresa tibia en el brazo, y de pronto cae en placentera inconciencia.

    -GAM, ¿DONDE CARAJO ESTÁS?-
    -Acá arriba- le responde mientras le señala a Carlos las escaleras por donde subir.
    En carreras de dos y tres peldaños por vez Carlos recorre el espacio hasta donde Gam.
    En su apuro no nota que las ventanas cada vez dejan pasar menos luz, y que las sombras del gentío ganan en tamaño.
    -¿De donde viene el ataque?-
    -De todos lados- responde Gam.
    El rostro de Carlos se retuerce en una asquerosa mueca de asombro.
    -¿Recuerdas los refugiados de Onioris?- preguntó Gam a Carlos, quién solo atinó a mover su cabeza asintiendo.
    -Pues debimos dejarlos que mueran, al recibirlos, vinieron algunos ya contagiados por Harandón y ahora se desató un contagio masivo. Pronto caeremos también nosotros en la locura de Harandón-
    - ¿Y donde están Aragón y Silurus?- le increpa Carlos.
    -Aragón carga con la pecera y Silurus hacia la colina, al Templo Ruduborob-
    -Pero Gam, ¿y que hacemos nosotros?-
    -Solo nos resta esperar Carlos, solo esperar-

    -----------------------------------------------

    Una nave hospital ha despegado con una tarea desagradable pero necesaria, están examinando y separando a cuanto contagiado por Harandón detecten o tan solo sospechen. Se dirigen por las faldas de las colinas buscando el acantilado sin luz. Allí arrojarán a los desfavorecidos de esta cruel lotería...

    -ARAGÓN MIRA- grita Silurus mientras una nave pasa cerca.
    -Espero que al menos ellos puedan salvarse, solo que no entiendo por qué se dirigen al acan...-
    La mirada apagada y triste de Aragón parece completar el mal presagio de Silurus.
    -Silurus, aún debemos llegar al Templo Ruduborob, y si todo sale bien de allí iremos a Alnitak en la misma nave que acabas de ver-
    -Pero si va rumbo al acantilado-
    -Silurus, ellos deben hacer la última y más exhaustiva limpieza para evitar que Harandón no contamine el Konda, y ello significa sacrificar a los infectados-
    -NO ERES DIGNO DE SER UN LÍDER ARAGÓN. ¿Como puedes mandar a matar a tu propia especie?-
    -Ya no son mi especie, ahora son Harandones-
    -Silurus iba a gritar de nuevo, pero notó una lágrima deslizarse por la mejilla de Aragón, y decidió mantenerse en silencio.

    ------------------------------------------------------


    -¡NOS ESTAN MATANDO! ¡ABRAN LAS PUERTAS QUE ESTAMOS SANOS! ¡ABRAAAAAAAAAN!-
    Gritos desgarradores se unían a golpes en el pecho, a dagas en las coyunturas, a súplicas y ritos.
    Se mezclaban voces potentes con ruegos silentes, brazos golpeando con palmas entrelazadas en fe.
    -Mamá... tengo miedo-
    -es solo una pesadilla mi pequeño, solo cierra los ojos y sigue durmiendo...-
    Una especie de vapor mesiánico y de holocausto se elevaba desde el piso, en tanto los músculos se relajaban en un eterno descanso. La compuerta se entreabrió hasta que el último cuerpo quedó flotando en el recuerdo del comandante de la nave.
    ...
    -¡Segundo!-...
    -Señor-
    -Queda a cargo, mientras me retiro a mi cámara-
    -Atención... Saludo-
    El capitán de la nave salió del cuarto de control, para jamás regresar.

    ----------------------------------------------------------


    -Maestro, la humana ha nacido-
    -Bien, y como está-
    -Fea, es toda rosada y tiene ojos azules intensos con una aureola roja-
    -Tu piel verde no te deja admirar una piel rosada, pero bueno ahora concretemos. ¿Como se halla la humana Aracely?-
    -Aún duerme maestro, y esperamos se recupere muy pronto-
    -¿Y el Konda?-
    -Lo tiene aferrado en sus manos, no lo ha soltado ni con los relajantes musculares más poderosos-
    -NO INTENTEN QUITARSELO, donde llegue a caer y romperse habrá terminado nuestra última esperanza-
    -Está bien maestro-

    ----------------------------------------------------


    Al llegar al Templo Ruduborob se reúnen los ancianos con Aragón, mientras unas jóvenes llevan a Silurus a la fuente central para liberarle de la pecera.
    -Silurus, recuerda que la fuente se conecta a un canal directo al lago, y de allí al mar. No te reprocharé si decides ir con los tuyos-
    -Aragón, tú eres de los míos-
    -Gracias amigo- dijo quedamente Aragón mientras se encaminaba a la plataforma de naves.
    Luego de unos pasos un anciano le informa – la niña ha nacido, se encuentran bien ella, la madre y el Konda-
    -¿Y Carlos?-
    -Lo último que supimos es que no abordaron la nave para tratar de detener a los insanos-
    -¿Pero Carlos?... ¿y Gam?-
    -Se quedaron juntos- le respondieron.
    -¡MIERDA!-

    La palabra sonó más enfática no por la palabra, sino por quién la decía.
    ¿El sabio Aragón perdiendo el control?
    ¿Acaso... el brote... el contagio... Harandón?


    ----------------------------------------

    -Pronto Carlos por aquí- le llamaba Gam, en tanto Carlos lanzaba por la estrecha escalinata cuanto encontraba a su paso.
    -Este pasadizo secreto es la única ruta a la azotea, si la descubre estamos perdidos, así que coloca todo de tal forma que al cerrarlo quede cubierto-
    Carlos desarmó varios cuadros grandes, con los parantes más largos lo tomó como apoyo para colocar encima gran cantidad de objetos. Rasgó el lienzo y los amarró a la parte más baja.
    Entraron por el pasadizo, y antes de cerrarlo, haló el lienzo con lo que se derrumbó una montaña de cachivaches sobre la puerta oculta. –Espero que funcione- musitó Carlos.
    Empezaron a subir en silencio, pues ignoraban si algún infectado hubiera llegado antes a la azotea.
    El subir tenso les jugaba en contra, pues el silencio y la desazón les hervía de incertidumbre.
    De pronto observan una sombra bajar aceleradamente y recorrió la distancia entre ellos en apenas la interminable espera entre un latido y el siguiente. Si el tiempo que se detiene el corazón se califica como muerte, ellos fueron muertos en vida por menos de un eterno segundo.
    -Miauuuuu-
    -GATO HIJO DE ... GATA- gritó Gam.
    Quien luego soltó una funesta y nerviosa carcajada, misma a la que unió Carlos.
    Tomaron de nuevo aire y así salieron a la azotea.
    De inmediato Gam sacó de un bolsillo un pequeño dispositivo y se contactó con la nave.
    -Carlos, nos recogerán en 10 minutos, asegura todo lo que puedas la puerta y preparemos a resistir-
    Y de nuevo empezó la búsqueda por cachivaches para sellar esta entrada.
    -Gam-
    -¿Si Carlos?-
    -¿Y si los infectados oyeron nuestras risas?-
    Gam levantó los brazos y hombros, y luego retomó la labor de sellar la entrada, ahora con más ahínco.

    -----------------------------------------


    -Silurus llamó a sus hermanos del lago y están tratando de echar abajo el puente, al menos eso nos dará más tiempo a nosotros-
    -Gracias por el informe, ¿está Silurus aún en la fuente?-
    -No mi señor, indicó lo que iba a hacer y nos pidió que le diéramos un mensaje-
    -... ¡!... ¿cual fue?-
    - tal vez jamás te llegue a entender, pero justo ahora te comprendo-

    Aragón se acercó al balcón del castillo que mira hacia las rocas donde se hallaba un puente, mismo que colapsaba frente a sus ojos.
    Más allá peces gigantescos volteaban las barcas que flotaban en el lago.
    Brazos agitados sobre el agua desparecían de pronto, succionados desde abajo.
    Mientras de la orilla toscas figuras humanoides y verde fosforescente lanzaban rocas y cuanto podían contra los peces.
    Un par de ello se encontraban despedazados en la orilla, con las branquias echando agua-sangre y espuma.
    -Solo espero y no seas tú- pensó Aragón.

    - Señor suba pronto, Gam y Carlos se hallan bien y vamos por ellos-
    Aragón subió presuroso a la nave hospital y se dirigió a la sala de control.
    -Capitán rápido vamos por Carlos y Gam-
    -Capitán-
    -¿Capitán no me oyó?-
    -Señor, soy el segundo a bordo... el capitán se suicidó-
    -Pues ya eres Capitán, así que asuma su puesto-

    --------------------

    -Señor-

    -Señor-
    -Señor-
    -¡Despierte!-
    -¿Qué sucede?-
    -La paciente Aracely despertó con una crisis nerviosa pidiendo ver a su cría-
    -¿Y?-
    -Le entregamos a la pequeña y se ha tranquilizado, le está amamantando ahora, pero no suelta el Konda-
    -Ese fue el último recuerdo de Carlos, no creo que lo suelte sino hasta que apacigüe su pérdida-
    -Pero señor, Carlos y Gam están con vida y estamos en tarea de recogerlos-
    -¿Qué?-
    Y de pronto un eufórico cuerpo cayó sorpresivamente al piso lleno de emoción.


    La nave maniobra con cuidado evitando apoyarse en la delicada azotea, y tratando de mantenerse alejada de otras edificaciones de donde pueden saltar los infectados.
    El segundo aún no posee la experiencia pero tratar de afinar su pulso entre maniobra y maniobra.

    -Si tanto te estorba ese edificio de allí, derríbalo-
    -Pero señor-
    -Ahora es una orden, en el futuro deberás decidir tú solo, así que templa tus nervios y hazlo-
    -Si señor-
    -Artillero... descargue... ya-
    Un montón de escombros en caída levantan tanto polvo que se pierde de vista a Carlos y Gam.

    -Tenemos suerte que la furia de Harandón los vuelve tan ciegos que hasta olvidan como usar las armas-
    -Claro Gam, mucha suerte, ahora en lugar de morir de inmediato por un disparo moriremos destrozados a golpes y mordiscos-

    Dentro de la nave el segundo ordena... – oficial de soporte, haga un barrido y ubique a ese par-
    -En seguida señor-
    -Los tenemos ubicados, aún siguen sobre el mismo tejado pero este está temblando-
    -¿Temblando?, ¿es un temblor?-
    -No señor, al parecer la estructura está sobrecargada-
    -¿Sobrecargada?-

    Abajo Carlos y Gam caen al piso al sentir como la azotea se mece cual hamaca.
    -Carlos sube pronto-
    -Pero-
    -Sube que voy detrás tuyo-

    Decenas de sombras se multiplican y pronto un centenar va detrás de ambos.
    Una compuerta de la nave apenas se abre y Carlos salta dentro, cayendo de bruces sobre hombre armado, le quita su arma y de inmediato comienza a disparar a todo aquello que no sea Gam.
    -Pronto disparen todos-
    Una especie de ruego divino parece funcionar pues caen cuerpos a ambos lado de Gam mientras el corre.
    Da un salto y cae dentro de la nave, en tanto una carga explosiva se suelta mientras la nave asciende vertiginosamente.
    Una explosión de rojos y amarillos cubre el sitio por un instante, para luego ver una deforme mancha verdosa regada por el sitio.


    -¿Están ambos a bordo?- pregunta Aragón.
    -Si señor-
    De pronto el cuerpo se desentumece y su respiro se alivia.
    -¿Donde se hallan?, quiero hablar con ambos-
    -Carlos se encuentra en la sala de reposo con Aracely y la pequeña-
    -¿Y Gam?-
    ...silencio...
    -¿Donde está Gam?-
    -Se encuentra en aislamiento-
    -Por la cuarentena de seguridad, ¿verdad?-
    -Lo lamento señor, Gam resultó infectado-
    -No-
    -Señor-
    -NO... mi hijo NOOOOO-

    ------------------------------


    -Reporte de travesía, nos encontramos rumbo a Alnitak.
    Hemos enviado sondas a Fénix, Onioris, Zeta y Alnitak, por cuanto no existen comunicaciones con ninguno.
    Las sondas de Fénix, Onioris y Zeta confirman una destrucción total de nuestra especie. Sobreviven apenas unas pocas formas de vida en los océanos y algo de vegetación en tierra.
    Estamos en espera de los resultados de la sonda enviada a Alnitak.
    Segundo... Capitán encargado, cierre de informe-


    --------------------------

    - Carlos mi amor, ¿como estás?-
    - ¿eh?, esteee.. bien mi amor, ... estoy bien-
    -¿seguro?-
    -si, totalmente, ¿y donde esta Gam?-
    -¿no te parece que primero deberías conocer a tu hija?-
    -este.. sí, por supuesto, ¿donde está la nena?-
    -agú.. agú... abuurrrrr mi pequeña-
    -es tan bella como tú-
    De pronto se abre una puerta.
    -Carlos debemos hablar-
    -Claro pero ¿quién es usted?-
    -Soy el capitán encargado, sígueme y te pondré al tanto-
    La puerta se abrió de inmediato, no era una pregunta o sugerencia... era una orden del capitán de la nave...

    Juntos fueron a una pequeña sala.
    -Carlos necesito que captes todo lo que te voy a mencionar ahora, luego serán sometidos tú y tu pareja a una sesión de implantación de recuerdos...-
    -PERO-
    -Déjame terminar Carlos. Es importante que comprendas todo cuanto ha sucedido, esto te permitirá tener una paz interior tal que cuando tengas los nuevos recuerdos implantados no tengas ningún cuestionamiento que te lleve a dudar y por ende a tratar de escarbar en tu pasado. ¿Está claro?-
    -Si... eso creo-
    -Debo indicarte que mi especie ha caído en una espiral de extinción, los que sobrevivimos somos tan pocos que nuestra reproducción irá en una degeneración acelerada por la falta de variedad genética-
    -¿Qué?-
    -Te lo pongo de una manera más sencilla, si intentamos que hermanos o primos se reproduzcan, la genética determina que las fallas se duplican mientras que las cualidades exitosas se reducen a la mitad... Cuando el número de seres de una especie se reduce a un número tan reducido que no haya diversidad genética, entramos en una espiral...
    -...de extinción, ok entendí-
    -El sistema se ha vuelto invivible para mi especie y solo nos resta buscar un sitio tranquilo donde pasar nuestros últimos tiempos. A pesar de ello aún se sostienen algunas especies y puede sostener vida humana también.-
    - de acuerdo, entendí-
    -Ya que debemos devolverte a ti, tu pareja y tu cría, entonces hemos decidido que luego de dejarte, nos retiraremos a un lugar apartado de tu planeta-
    -Al llegar recordarás que pasaste este tiempo viajando por todo el mundo en compañía de tu pareja. Sin embargo si llegáramos a necesitar de tu ayuda, pasaremos a buscarte. En ese momento tu memoria evocará los recuerdos y recuperarás plena conciencia de todo lo sucedido.
    ¿Está bien?-
    - si bien-
    -Pero y Gam, Aragón y Silurus... ¿donde están ellos?-
    -Silurus se quedó en Fénix, deteniendo a los contagiados que invadían el Templo Ruduborob. Gam fue contagiado por Harandón y al momento lo tenemos internado en aislamiento. Más tarde se reunirá un consejo que decidirá si lo aniquilamos o lo soltamos en algún planeta-
    -¿Y Aragón?-
    - Aragón padece una demencia completa, es un caso bastante extraño, pues presenta los síntomas de la infección de Harandón, pero los exámenes no detectan la enfermedad en él-
    -¿Que harán con él?-
    -Se ha vuelto violento y peligroso, por lo que a pesar de no tener la enfermedad declarada, cumplirá la misma suerte que su hijo Gam-
    -¿Su hijo Gam?-
    -¿No sabías que eran padre e hijo?-
    -No, en verdad no me percaté de ello-
    -¿Nunca te comentaron nada?-
    -Pues no que yo recuerde-
    -De seguro esa es la razón por la que son inmunes a Harandón, no se fijan en los detalles, viven sin prestar atención a nada ni a nadie, sin valorar lo que tienen y deben cuidar-
    -Pero sobrevivimos-
    El joven capitán encargado se mordió el labio con tanta fuerza, que un hilillo verde recorrió de su comisura hacia la quijada.


    ----------------------------------------------------------

    Epílogo.

    En el penthouse de un elegante edificio entra una esbelta figura con un pequeño dispositivo en sus manos.
    -Jefe recibimos aviso que la nave Fenixiana se dirige al polo sur-
    -Correcto alguna noticia de Carlos y su familia-
    -Ahora se encuentran en casa descansando-
    -Bien, dedícate que Carlos sea pronto ascendido en la filial, cuida que gane lo suficiente para que pueda mantener a su familia y sobre todo evita que gane demasiado. La avaricia lo puede llevar a un estado de estrés que haga florecer sus recuerdos o que vengan los fenixianos a buscarlo-
    -Bien, me encargaré de ello-
    -Cuanto tiempo de vida estima el laboratorio para los restantes fenixianos-
    -Un par de años señor-
    -Bien dejemos que mueran en paz, si salen a pedir ayuda o intentan defenderse su nave será de conocimiento público y eso no nos conviene. Por cierto, ¿que noticias hay de Gam y Aragón?-
    -Según el reporte que hackeamos de la nave, ambos fueron eliminados y sus cuerpos abandonados en el espacio-
    -Perfecto, entonces jamás sabrán que Aragón fue el paciente cero de Harandón, ahora resta esperar para ocupar la nave, robar su tecnología y luego explotar los recursos del sistema Fénix, en verdad ha sido un negocio excelente-

    -Señor tengo una duda, ¿el konda no era un antídoto?-

    -¿el konda?, esa fue solo una distracción... ​
     
    #9
  10. Ro.Bass

    Ro.Bass Guau-Guau

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    16 de Marzo de 2013
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    Y? Ya tamos prontos ... Perdón el retraso...

    Dracu te aplaudo por el final!! Y ya en su momento aplaudí a todos,
    pero vuelvo a hacerlo... Lo he leído todo de nuevo, y la verdad quedó loco
    (no encuentro otra descripción) y bien bueno!

    Gracias Évano por esta idea... y pido disculpas de nuevo,
    de caliente pedí que borraran todos los comentarios cuando me fui, y me olvidé
    de asegurarme que este no...

    Suerte la amá Julia es mágica, hizo abracadabra y apareció de nuevo jajaja

    Besos.
     
    #10

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