Y ni una mano sin farol

Tengo la luz apagada
como una vela
que se muerde los labios.
Los dedos torpes,
como mi rigidez de cuello.
Mi lengua, como mi verbo,
mudo y pedo.
Los muertos que alimento
me taconea la cerviz,
me taladran la tapa de los sesos,
y orino negro.
Tengo un hospital inhóspito
en una herida que no cura, que no drena,
que gangrena reos y náufragos.
Mi colección de atentados y errores,
mancos como relojes de arena,
y un reguero de luto y desertores.
Un frío de otoño que no hiberna,
un sostenido que ya no sostiene
en una estación de trenes átonos,
y un poker de rotos.
Y me acompañan el humo y el ruido.
Y las cortinas rasgadas del templo.
Y ni una mano sin farol.

 

interesante soledad vislumbran tus letras, con las cargas que no cicatrizan, especial su contenido. Saludos

 

Gracias, Solista por dedicarme unos segundos.

 

Generoso Maestro, gracias por parar, ...los huecos del semblante, ...qué bueno! Gracias.

 

Interesante retrato de la desolación, profundo contenido elegido por la metáfora exacta para transmirir ese frío, dureza, desesperanza que a veces acecha el cuerpo y el alma. Me ha gustado la manera de involucrar al cuerpo en el asunto manifestando ese estado con sus dedos torpes, su cuello rígido, su lengua muda..

Saludos , un placer visitarte

 

TU TEMA ELEGIDO
"MENCIÓN ESPECIAL"
del MES

MUNDOPOESIA.COM​

 

Gracias Lôren por tu tiempo y tu rica descripción para un escaso poema roto.
Gracias de nuevo

 

...Le puedo asegurar el rubor al toparme con su mención, inmerecida seguro, pero inesperada también.
Muchas gracias por su tiempo y gesto...