Y DESCARTES DIJO: “DUDO, LUEGO SOY UN GILIPOLLAS”

Y DESCARTES DIJO: “DUDO, LUEGO SOY UN GILIPOLLAS”

Comprometo la voz de una sextina
forzado por mi espíritu curioso,
y acudo con temores a mi instinto
tratando con un alma de poseso
de ver –por fin- qué coño es el “Parnaso”:
(-¿Anticipo de entrar en el “Nirvana”?-)

Mi cuerpo se transporta hacia el “Nirvana”
feliz por dedicarle esta sextina.
Intento concretar qué es el “Parnaso”
(-¿Será que ha fallecido el ser curioso
dispuesto a trabajar como un poseso,
acaso no me sirve ya el instinto?-)

¡Es triste comprobar cómo el instinto
escapa de la gloria del “Nirvana”
pensando que del diablo está poseso!
Y pienso con tristeza en mi sextina,
pues no deja de ser asaz curioso
seguir sin entender: ¿Qué es el “Parnaso”?

Absorto en el concepto de “Parnaso”
ignoro los consejos del instinto
que insiste imperativo: - ¡Sé curioso
y busca tu camino hacia el “Nirvana”!
(Por eso me propuse la sextina
que exige la paciencia del poseso)

Mas ¿cómo se mitiga estar poseso
al ser un ignorante del “Parnaso”?
Incluso componiendo esta sextina
requiero mil ayudas del instinto
que yace alborozado en el “Nirvana”
luciendo una sonrisa (-¡Qué curioso!-)

Amén de mentecato y de curioso,
del reto del “Abrazo” estoy poseso.
Cuestión incomprensible es el “Nirvana”,
engendro similar al del “Parnaso”.
¡Renuncio a la soberbia del instinto
y acabo con mis dudas la sextina!

Sextina que me hiciste ser curioso,
de instintos encontrados soy poseso:
¡“Parnaso” que conduces al “Nirvana”!

--..—

Chu

 

Gracias Eduardo... como siempre, es un honor para mí recibir tu visita y tus comentarios. Un abrazo. Vicente.

 

Sí que lo dijo (casi). Fue su primera verdad. La segunda fue: Soy un gilipollas, luego existo. Jajaja. Un abrazo, amigo mío. Vicente.

 

Gracias, amigo mío... Un abrazo. Chu.

 

Gracias Anabil... a mí también me cuesta. Un abrazo. Chu.