Manos que no saben querer

He sentido correr el sudor en pieles crispadas,

como la lluvia confunde el frío con los temores.

Así, éstas manos han cargado el indolente bregar de muchas razones, que han dejado sus vidas, cernidas por éstas manos frías.


Manos que aprietan, que no tienen amor,

manos que golpean, que no tienen sentimientos.

Están manchadas con el color del universo,

Carmín que recorre los más profundos miedos.


Suplícales, que no puedan hacer más daño,

y que a la víspera de los días, sépanse encontrar armonía.

Estas manos que no sienten, ni entienden de razón

córtalas de mi vida.


Estas manos que sienten infinitos amores,

compañía generosa de la vida en su camino,

se aferran al vivir cotidiano,

tal lo haría una nube al cielo o una hoja al viento.



¡Oh manos que no saben querer!

¡Oh manos que no tienen sentimientos!

hieren con sus uñas, señalan con sus dedos,

manos que empuñan el dolor del universo.


Aún no saben querer, mis manos están vacías.

¿Será que algún día tendrán emociones?

Espero saberlo, antes que las sepulten junto a mi cuerpo,

y las rechace por no haber tenido sentimientos.

 

interesante poema muy original, valdría la pena acordar una línea que quedó fuera del contexto y que pudiera marcar una pausa al leerlo, saludos