por qué las mujeres nunca se enamoran realmente

ellas te repiten a cada momento que te quieren
que nunca conocieron a uno como tú
tan gentil, tan maravilloso, tan perfecto;
te juran que si las dejas podrían matarse
que su amor por ti es el más puro que jamás existió
que cada minuto sin verte es un minuto en el infierno:
y tú te tragas completa la puta mentira y bajas la guardia
y te pones alegremente de culo para que te la metan doblada

luego, porque sí, por nada
te mandan a chingar a tu madre sin ninguna explicación

cuando era joven y me pasaba una cosa parecida
por más que me esforzara yo nunca conseguía
verle por ningún lado la maldita lógica al asunto

ahora, ya casi un viejo, sé desde hace tiempo
que la lógica del asunto simplemente consiste
en que así como el hombre solo persigue en el fondo
meterla en el mayor número de coños que pueda conseguir
la mujer por su parte extrae su mayor placer, un clímax de felicidad
no de que le metan el mayor número de vergas posible
sino del hecho de poder ejercer de la manera más brutal
-utilizando desde luego como víctima propiciatoria
al pendejo enamorado de turno a quien previamente idiotizaron-
la prerrogativa de venganza contra el macho que un atávico rencor en la sangre
fermentándose en sus genes desde los nebulosos periodos prehistóricos
las impele a consumar en cuanto tienen el mínimo pretexto:

hacer sentir al hombre una puta mierda

en eso reside todo el jodido misterio de su conducta

 

Buenas tardes Jose:

Me alegra ser la primera en comentarte, cuanto dices y como lo ves, puedo en verdad entender su desengaño, su conclusión respecto a la mujer.

Sin embargo, por esa regla de tres, podríamos nosotras optar por lo mismo, pero yo, no me voy a detener en eso hoy, ni mañana, tan solo voy a valorar ciertos detalles.

¿Ha oído decir eso, de que por matar un gato, no eres matador de gatos?, pues bien, déjeme decirle, que cada mujer, cada hombre, es un mundo, cada sentimiento, una aventura, cada amor, una hazaña, cada estrategia, con buen fin, o con resultado hipócrita en consecuencia de un enamorado/a y la escena típica y propia de interesado/a en hacer creer al otro, lo que no es, es cosa de falta escrúpulos, por suerte, no todos, somos así.

También, quiero manifestarle, que si habla en ese modo poético sobre el amor, desamor y el género femenino, lo único que le creará mal sabor de boca, ya que supongo que no ha tenido la desdicha de conocer todas las mujeres universales, las más degeneradas, que las hay, desde luego y que también, le han pateado y como boludo se ha sentido manejado por ellas, ( lo de boludo, es una forma de explicarle, no le llamo así yo, para nada) y ha bailado al son de ellas.

A veces, tenemos la pequeña duda, de que somos el ojo de la burla para el amor, la cartera, la visa, para deseos impropios de amor correspondido y autentico , no es así, esas vivencias, nos sirve, desgraciadamente y afortunadamente, para enderezar, nuestros defectos, la ingenuidad de creer y depositar plena confianza en el resto, no siempre en el campo de lo sentimental.

Me consta que su estilo es bueno, porque pese a que le leído poco, me han hablado bien de usted y escribe maravillas, por suerte, hay libertad, para exponer las ideas, como a uno se le antoje, con eso, es con lo que me quedo, es lo que vale, no andarse por las ramas, no crea, ni por asomo, que es una critica, es sin más, mi punto de vista, sobre lo escrito, no sobre usted, aunque se diera el caso, que opine igual el personaje que el autor.

Un saludo

 

¿Y la excepción que confirma la regla es tu madre o ni siquiera ella se salva del juicio? Ahhh, casi 2015 años de más de lo mismo: mujeres malvadas y hombres que se dejan engañar, una, y, otra y otra vez; no aprenden. Es un círculo vicioso Villa. Abrabesos

 

JE JE JE...diay villita, usted cree que solo los hombres son engañados, o que solo las mujeres les mienten , pos no,
la mujer tambien pasa por eso, ahora todo es parejo para los dos, por eso son buenos los trios je je...mua...

 

Poeta Villa, veo que sus ocurrentes escritos, comunes o no comunes a pensamientos y, vaya qué coincidencia, también comunes, no expresan más lo que debe hacer un poeta, reflejar realidades que lógicamente nunca comulgarán con el total de los lectores. Lo que sí queda claro, más allá del contenido o de su intención redactora es que todos sus temas son claros, abiertos y comprensibles, eso significa que su esencia de poeta transgresor, impúdicamente invasor de viejas, nuevas y también futuras moralidades o identidades genéricas, liberadora de espacio, para los que leemos, más allá de los prejuicios, la casi ausente, en otros ambientes, literarios o no, capacidad de asombro.

Don Siprés

 

¿Quién entiende a las mujeres, amigo? Hay que afrontarlo o hacerse puto, una de las dos.

Un abrazo.