LA MADRE

Yo era un abogado corriente
de esos que busca la gente
leyendo mil expedientes
saliendo por la tangente

Una tarde sin embargo
una madre vino a verme
venía a pedirme un encargo
yo no quería meterme

Era un pleito complicado
contra alguien muy poderoso
yo lo cogí de mal grado
no estaba ni pizca ansioso

A la hora del juicio
vi la madre que lloraba
ella miraba a sus hijos
que un poderoso robaba

Puse mi fe en la justicia
y la defendí con tesón
luche contra la injusticia
puse en ello el corazón

Cuando al fin salí triunfante
y vi el amor de una madre
cuando a sus hijos besaba
mi alma se puso radiante

Con lágrimas en los ojos
la madre a mi se acercó
y postrándose de hinojos
ella las gracias me dio

Yo levanté a la madre
y la apreté contra mi
aun me arde la mejilla
del beso que ella me dio.

 

Bella historia!

 

Alejandro, es un poema muy hermoso
y claro compañero que también es algo utópico,
pero qué seriamos nosotros sin utopías, sería imposibles para el mundo avanzar sin ellas
y sin los soñadores que sueñan con llevarlas a cabo.
Saludos, me ha encantado leerte.

 

Emocionante historia que forma parte de ti.
Experiencias así, enriquecen.
Con afecto

Alfonso Espinosa

 

Genial poema nos dejas en esta historia que deja claro
que una madre daría el todo por el todo por sus hijos y
un gesto en toda regla el defenderla de las injusticias.
Me ha gustado mucho el enfoque de tu inspiración
hecha poesía. Un abrazo. Tere

 

he disfrutado mucho con la lectura. Un saludo.

 

Hermoso y entretenido poema, grato pasar a leerte, saludos

 

Gracias GBONACCI amigo por tus palabras

 

Gracias DULCINISTA amigo

 

Gracias a ti amigo ALFONSO de todo corazón

 

Gracias TERE amiga a veces el corazón como el de aquel abogado
puede más que el dinero y lucha por la verdad

 

Gracias TROTO amigo por tus palabras

 

Gracias ALFREDO por tus palabras